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En Tijuana las instituciones burguesas son injustas con la clase obrera y demás trabajadores

 

 

 

Por: Bernabé Guzmán

 

Todos los días hay grandes filas de obreros y trabajadores en las diferentes instituciones de gobierno, sean éstas de índole federal, estatal y municipal. A las puertas de las mismas acude la clase trabajadora para gestionar, en la mayor parte de las veces sin éxito, una solución a diversos problemas creados por la dominación política y económica de la burguesía.

En el IMSS, consultas, citas con especialistas y pensiones. En Infonavit, créditos para una casa o reclamos al ahorro de vivienda realizado en años de trabajo. Frente al estado o municipio, licencias y permisos para conducir, actas, programas sociales, etc. La respuesta tiene mucho de común: trato inhumano, burocratismo, insuficientes horas de atención y fallas en el sistema informático, lo que obliga a las vueltas durante semanas y meses.

Para la clase obrera y trabajadores todo sigue igual. El capitalismo con austeridad republicana significa menos recursos para atención en oficinas; ineficientes herramientas modernas para agilizar la administración de trámites; métodos ad hoc al clientelismo; y corrupción: agilizar trámites mediante un pago por servicios gratuitos. Éramos explotados y burlados durante los gobiernos del PRI y el PAN, lo seguimos siendo con Morena.

En todo partido burgués los grandes jefes se dedican a promover y defender los intereses de grupos empresariales. Por sus condiciones de vida, ingresos y participación en la organización del trabajo, los funcionarios de cuello blanco son ambiciosos, por ello saltan de partido y puesto en pos de fortuna y oportunidades al amparo del presupuesto público, explotando a los trabajadores a su cargo, y desvalijando a usuarios de las dependencias.

Trabajadores: para liberarnos del capitalismo, raíz de los males sociales, y lograr una nueva revolución que construya el socialismo-comunismo, únete a las filas del Partido Comunista de México. Al podrido Estado burgués opondremos el Poder Obrero: el autogobierno revolucionario de trabajadoras y trabajadores sencillos, con conciencia de clase; bajo una remuneración suficiente, pero no superior al de un obrero con las más altas calificaciones; y con el propósito de satisfacer ampliamente las necesidades populares.

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