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Editorial #10. Las tareas de los comunistas y la clase obrera para el 2023

 

Han pasado cinco años de que Andrés Manuel López Obrador y el partido MORENA llegaron a la presidencia y al gobierno en varios estados, y aunque afirman que su gobierno es comparable con una revolución y se denominan “4 Transformación”, la situación de la clase obrera, de los trabajadores del campo, los pequeños comerciantes y los pueblos indígenas no confirma que todo sigue igual.

Aunque el gobierno afirma que el país va mejorando y cacarea que el dólar llegó a $18.90, basta con mirar a las situación que viven la mayor parte de los trabajadores, para constatar que los grandes problemas nacionales siguen sin resolverse: el desempleo, los bajos salarios, el aumento de la canasta básica, la falta de acceso a la salud, educación y cultura, la inseguridad del país, la deficiencia en el trasporte y servicios públicos. En contraste, los grandes monopolios de México se han enriquecido aún más.  Es decir, el gobierno de AMLO, al igual que lo anteriores, sirve a los empresarios y no a los trabajadores, muestra de esto es que se ha incrementado la pobreza y en dicha condición viven cerca de 55 millones de trabajadores.

Aunque Morena ha difundido la ilusión de que en México todo marcha bien y que sus únicos enemigos son la oposición del PRI-PAN-PRD, la realidad es que han surgido una serie de protestas sociales y populares que demuestran el malestar en que viven los trabajadores: en el gremio magisterial los profesores de Guerrero, Chiapas y Michoacán ya han denunciado que continúan los problemas por salarios, plazas y la continuidad de la reforma educativa; entre los obreros el sindicato de telefonistas (STRM) ha señalado que los salarios no alcanzan, y a esto se le suman las protestas en otras fábricas; los periodistas con el (Sutnotimex) y otras agrupaciones señalan que su gremio vive en precariedad y es blanco de la violencia.

También se han dado protestas de los normalistas rurales (FECSM) que denuncian que no se ha conseguido justicia por el caso Ayotzinapa, pero si la continuidad de la represión contra ellos y el intento de desaparcar a las normales rurales como en el caso de Teteles Puebla. Además se suma el descontento de estudiantes y jóvenes a lo largo del país, pero principalmente en CDMX, que exigen condiciones propicias para acceder a la educación y que también se oponen a la militarización del país que avanza con la presencia de la guardia nacional en el metro.

¿Qué pueden hacer los trabajadores para verdaderamente resolver los problemas del día a día? La opción no es que regresen los anteriores partidos políticos, pero tampoco puede ser que se extienda el gobierno de MORENA y sus aliados, pues el PRI, PAN, PRD, MORENA y demás partidos que han gobernado lo hacen como representantes de los empresarios. Por esto es importante no dejarnos encasillar en la idea de que rumbo a las elecciones del 2024 la opción es apoyar al candidato de Morena o que regresen los antiguos partidos. Al final un bando y otro son lo mismo, partidos burgueses que en beneficio de los monopolios y en detrimento de los trabajadores han firmado acuerdos interimperilistas con EEUU y otros países, así como Salinas de Gortari firmó el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), ahora López Obrador firma el UMSCA y va más lejos aún al colocarse abiertamente de lado de EEUU en la pugna política, económica y militar que estos tienen con China.

La alternativa de los trabajadores no se encuentra en ningún partido burgués, sino ellos mismos, en su unión y organización como fuerza política que defienda sus intereses, su agrupación en un partido de la clase obrera que verdaderamente los represente, el Partido Comunista (PCM), que en su VII congreso concluyó la necesidad de fortalecerse, tarea para la que hay un contexto propicio en el 2023. Se deben tener en cuenta que rumbo a las elecciones del 2024 hay una pugna entre los partidos burgueses, pero dado que para la mayor parte de los monopolios de México la gestión socialdemócrata de “capitalismo humano” que expresa MORENA es la opción más conveniente para gestionar sus intereses, las pugnas también se expresan al interior del partido de AMLO y esto contribuye a acrecentar el desencanto de los trabajadores por esta opción política. Por tanto, el apoyo popular y el frente común de los monopolios que llevaron a AMLO al gobierno en 2108 no tendrán la misma fuerza y solidez. Además de que bajo el contexto internacional de la guerra en Ucrania que amenaza con extenderse, es indudable que vendrán turbulencias económicas.

Ante tal escenario una tarea de la clase obrera y los comunistas es seguir impulsando y ayudando a que emerjan las luchas de los trabajadores y sectores populares por sus necesidades y demandas cotidianas. Pero además de la lucha económica contra problemas cotidianos, está la tarea política de construir una alternativa verdaderamente a favor de la clase obrera y los sectores populares que se presente en el escenario político en el 2024.

Esta alternativa debe tener un carácter anticapitalista, de tal forma que permita reunir a aquellos que se opusieron a los anteriores partidos gobernantes y que ahora se han desencantado del gobierno de AMLO, a los que se mantuvieron en oposición a los anteriores gobierno y también a AMLO, pero sobre todo a los millones de trabajadores cuyas familias no han conocido ni antes después del 2018, la seguridad laboral, la estabilidad económica, la ausencia de deudas y enfermedades, las largas jornadas de trabajo para apenas sobrevivir, los que no han conocido sino trabajos precarios. También se debe reunir a los sectores populares, las comunidades campesinas que han visto sus tierras consumidas por los monopolios agrícolas, las mineras y los mega proyectos; a las mujeres trabajadores que enfrentan una ola de violencia; a la juventud que se enfrenta a un futuro de precariedad, falta de oportunidades para estudiar y que está a merced de la violencia del narcotráfico y las drogas.

Así pues, la tarea es romper la idea de que en el 2024 solo hay dos opciones votar por Morena o por la “oposición” (PRI, PAN, PRD, MC…) y la de que no apoyar a Morena es apoyar a la “oposición”. Esta es una falsa disyuntiva, pues un cambio verdadero sólo es posible derrocando al capitalismo para emprender un cambio radical es posible y avanzar en ese camino es la tarea de la clase obrera. Un gobierno obrero que tenga bajo su propiedad y control la fortuna de los grandes monopolios de México para asegurar que los trabajadores puedan disfrutar la riqueza que generan en lugar de que sea acumulada por los empresarios. Lo que la clase obrera necesita es una nueva revolución, la revolución socialista.

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