Por: Manuel Mejía

 

El pasado 8 de diciembre de manera unánime la Cámara de Diputados aprobó las modificaciones a los artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) sobre las “vacaciones dignas”, es decir, por un año de trabajo le corresponderá al trabajador doce días de descanso. Sin embargo, aunque pareciera en un primer momento que esto es un avance en materia de derechos laborales, debemos preguntarnos: ¿Cuáles serían las consecuencias de estos cambios?

Actualmente las vacaciones no son respetadas por la patronal, esto nos lleva a las siguientes cuestiones cuyas respuestas quedan en la nebulosa: ¿Cómo la patronal otorgará las vacaciones? ¿Serán intercaladas? ¿Continuas? ¿Cuáles serán las condiciones para irnos de vacaciones? ¿Queda a decisión de la patronal? Lo cierto es que ahora se tienen más razones para incurrir en los despidos de los trabajadores cuando se toman sus vacaciones, tratando de restringir al máximo que los trabajadores disfruten de manera continua el descanso. De esta manera podrán hacer todas las maniobras para que dicho suceso sea aún más fácil.

Tenemos que poner sobre la mesa: ¿Cómo lo sindicatos reaccionaran ante el aumento de las vacaciones? Es de esperarse que los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT) se modifiquen de acuerdo con a los cambios en la ley. Sin embargo, es necesario estar a la alerta de los movimientos que se hagan desde las dirigencias sindicales y la actitud que éstos van a tomar en lo sucesivo.

Una de las cosas que se ve venir, debido a que es una tendencia que se ha seguido en los últimos años, es que la patronal estará en búsqueda de un aumento de personal únicamente a través de los contratos temporales, los cuales  no generan  antigüedad, y de esta forma evitar los doce días de vacaciones, generando no solo la pérdida del derecho a vacaciones, sino de la posibilidad de alcanzar la antigüedad y la estabilidad laboral, fortaleciendo el outsourcing y augurando una explotación  más salvaje para nosotros como clase trabajadora.