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Enérgica Ofensiva Contra La Hegemonía Del Dólar En El Mundo

 

 

Por: Héctor Ramírez Cuéllar

En las últimas semanas se han efectuado reuniones políticas de alto nivel, en las que se han tomado acuerdos oficiales de gran trascendencia, realizando distintos acercamientos entre los gobiernos de varios países del mundo, que han decidido tomar una serie de medidas bilaterales y multilaterales con el objeto de eliminar el dólar estadunidenses como reserva monetaria, crear otras monedas para asegurar el funcionamiento del comercio internacional sobre bases distintas, reducir drásticamente, desde el punto de vista político, la presencia del gobierno de los Estados Unidos en el mundo, acotar el poder que aún tiene el G7 y finalmente constituir un mundo multipolar, tratando, por lo tanto, de cambiar de una manera radical el diseño político que se inició al concluir la segunda guerra mundial. Si este proceso tiene éxito, estaremos ante una configuración internacional muy distinta a la existente en el que por lo menos emergerán tres grandes potencias, China, India, Rusia, acelerándose la decadencia política que ya desde hace tiempo está experimentado la Unión Americana.

Se trata de un nuevo reparto del mundo en distintas zonas de influencia, a través de la conformación de una serie de bloques regionales, en la que están participando, como principales actores políticos, las grandes potencias capitalistas e imperialistas, China, en primer lugar, que tiene el mayor peso específico, seguida de Rusia, después la India y en América Latina se perfila el Brasil, mientras que en el viejo continente está adelante, en una posición de vanguardia política, Francia. Los gobiernos de estos países han perdido el miedo al gobierno de los Estados Unidos y han decidido reunirse al más elevado rango, el de jefes de estado y tomar acuerdos de carácter financiero que les aseguren una mayor independencia, reduciendo la influencia económica, social y política que tiene la divisa norteamericana, precisamente en un momento en que los indicadores señalan que la economía de los Estados Unidos está entrado a una fase de estancamiento, sin asegurar todavía la gravedad y la profundidad de ese fenómeno económico.

En este contexto, de agudización de las luchas interimperialistas, se reunieron los principales dirigentes de China y Rusia y decidieron pugnar porque se elimine al dólar como moneda de reserva, es decir, como medio de pago para enfrentar las transacciones comerciales internacionales, que estas operaciones se puedan pagar en yuanes, rublos, tener su propio sistema internacional de pagos, fortalecer a los BRICCS, que también crearía una moneda única, como una nueva alternativa ante el G7, que agrupa a las principales potencias capitalistas. A esta ofensiva de trascendencia histórica se han sumado Irán, Arabia Saudita, Francia, Brasil y se está convocando a varias naciones más a sumarse a este esfuerzo que, de tener éxito, sobre todo en el mediano plazo, anularía, en gran parte, el poderío económico y político que aún tienen los Estados Unidos ya que el gobierno de esta nación ha utilizado al dólar no solo como instrumento de cambio en las relaciones económicas internacionales sino también como un formidable medio de presión y de acción política contra muchos países del mundo.

Si los Estados Unidos sufren una recesión importante, se demostrará, desde el punto de vista objetivo, que el dólar como divisa internacional, no tiene el debido respaldo de la economía de esa nación que está debilitada, que más bien se trata de un poder obtenido por medio de la fuerza política y militar, que está emitiendo billetes donde solo valen en papel impreso, lo que permitiría concluir que el comercio internacional está en aptitud de tener nuevas monedas de reserva y de intercambio, pasando la correlación de fuerzas hacia los países del BRICSS y de Asia Meridional en donde se están efectuando enormes transacciones comerciales en donde China tiene una posición hegemónica. Esto indicaría que ha llegado la hora de la rebelión financiera de los países sometidos a la férula del dólar.

Antes de que se efectuaran estas reuniones, el gobierno de Putin había declarado a los países capitalistas europeos que los pagos de sus suministros de gas y petróleo se deberían efectuar en rublos, aceptado esta imposición, que confirmaba que las sanciones que se habían aplicado a Rusia con motivo de la invasión a Ucrania no habían tenido éxito y que ese país está en disponibilidad económica de sostener una guerra prolongada y en cambio Alemania, Francia Italia y demás pases europeos se “rindieron” ya que están sufriendo altos niveles inflacionarios y decidieron acatar las órdenes del gobierno dictatorial de Moscú. Esos regímenes proyanquis afirmaron que Rusia estaba muy vulnerable desde el punto de vista económico, pero eso no ha sido así ya que Rusia suscribió una enorme cantidad de acuerdos con China, que indicaban un formidable reforzamiento de sus vínculos estatales y políticos y de que sus transacciones comerciales de efectuarán en yuanes y rublos, convocado a la comunidad internacional a emanciparse del dólar norteamericano y constituir un mundo multipolar en el que las decisiones políticas importantes sean tomados por un grupo más amplio de países, incluyendo a naciones de África y de América Latina.

Este nuevo realineamiento implica un reto para el G7 ya que no podrá imponer sus decisiones económicas y políticas con la impunidad con que lo había hecho, ya que está obligado a compartir su poder con los BRICCS, que nuclea a Brasil, Rusia, China, India, que puede desempeñar un papel similar con el que desplegó el Movimiento de los No Alineados sino lo manipulan las grandes potencias que en el pasado fueron socialistas. Hasta hoy hemos hablado solo de gobiernos capitalistas en donde es factible que la superación de sus diferencias, como ocurrió en la primera guerra mundial, se resuelva por medio de la lucha amada, ya que el componente militar está desempeñando un papel de la mayor importancia, sobre todo los aviones supersónicos y las armas nucleares.

Acto seguido, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, rompiendo la unidad que se suponía existía en la Comunidad Europea, aceptó ese llamamiento y planteo que Europa en su conjunto debía seguir una línea propia, independiente de los Estados Unidos y después asumió una posición similar el Presidente de Brasil, Lula, quien viajó a Pekín a solidarizarse con esa iniciativa, lo que obligó al gobierno de los Estados Unidos, desesperado por esta rebelión, a enviar emisarios de alto nivel para calmar estas posturas autonomistas, las cuales están siguiendo su curso ya que en la próxima una reunión de los BRICS, se sumarán otras naciones y se anunció también un reforzamiento de los recursos que tiene el Banco Internacional que han organizado, para otorgar más préstamos blandos a los países en vías de desarrollo.

El gobierno ruso envió a América Latina, especialmente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, al canciller Lavrov, con el objeto de asegurar que esa nación les otorgaría préstamos, realizaría inversiones y suministraría apoyo político y militar a los gobiernos de esas naciones, contra las cuales también se enderezan, recrudecidas, las presiones del gobierno de los Estados Unidos con el objeto de impedir que se pudieran unir a un bloque encabezado por Rusia y China; además, un alto enviado estadunidense visitó a Argentina y a Chile con la misma finalidad, ya que como se sabe, estos últimos países podrían ingresar próximamente a los BRICSS. El gobierno yanqui no está permitiendo, por ningún motivo, que aumenten las capitales y las tecnologías chinas en nuestro continente y desde luego desea mantener un estricto control político en la región, desde el Rio Bravo hasta la Patagonia, en donde México está considerado como parte del Comando Estratégico Norte.

Después de la firme proclamación independentista de Macron, se celebró una reunión urgente del Consejo y del Parlamento Europeo y en ella prevaleció la calma y la moderación ya que por un lado no se condenó políticamente a Francia y solo se lanzaron tibios ataques a China, estando conscientes de la enorme fuerza económica, tecnológica, financiera, militar que tiene ese país, que realiza, además, grandes transacciones comerciales con el Viejo Continente, reconociendo que Europa tiene muchas debilidades, las cuales se han demostrado con la guerra de Ucrania y con los suministros de gas y petróleo de Rusia, que patentizan que existe una profunda interrelación económica, favorable a China más que a Europa , que ese continente, en su conjunto y país por país, tiene muchas relaciones e intereses de diversa naturaleza, que son necesarias y que la presencia china no puede negarse o desconocerse, que es inevitable y por lo tanto no se puede lanzar una censura política furiosa , y menos abrir un flanco militar con esa nación.

Si bien el Presidente de Francia no habló en nombre de todos los países europeos, sí representó una voz enérgica, un clamor, un sentimiento muy generalizado y justo que existe en el viejo continente y que consiste en crear una fuerza militar autónoma, que no esté supeditada, a los intereses y a la estrategia del gobierno de los Estados Unidos, es decir, crear un OTAN independiente del Pentágono, pero todavía se trata de una fuerza política y de opinión pública que no es mayoritaria. Prevalece el criterio de que las capacidades que en todos los órdenes tiene China están en crecimiento acelerado y en cambio, las potencialidades de Estados Unidos están en descenso y por lo tanto solo es cuestión de tiempo para que China alcance, una evidente y clara superioridad en todos los órdenes de la existencia entre los estados y que pueda surgir un nuevo orden multipolar dominado por las potencias capitalistas.

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