Por: Héctor Ramírez Cuéllar

La Comisión de Quejas y Denuncias  del INE,  en su pasada sesión, acordó autorizar las actividades que realizan los candidatos de Morena a la Presidencia de la República, contra  todas las evidencias políticas que incluso se han publicado en la prensa, relativas a la realización de actos de proselitismo y de campaña que se efectúan  todos los días y al hacerlo está asumiendo una actitud de tolerancia y de complacencia que, de continuar, tendría graves repercusiones políticas en las próximas elecciones nacionales.

Aunque todavía está a la mano recurrir al Tribunal Federal Electoral para que esta resolución sea invalidada, lo cierto es que  se está presentado un panorama político sombrío  y complicado en el que existen indicios de que el INE ya ha sido capturado por el gobierno federal,  ya que  las maniobras que ha promovido y ejecutado sobre todo el Presidente para apoderarse de este organismo han tenido éxito, por lo menos parcial hasta este momento, ya que estamos informados que todavía existen varios Consejeros que se resisten a asumir un papel subordinado y entreguista, pero no sabemos hasta cuándo podrán soportar las grandes presiones políticas que desde luego están en marcha.

Los precandidatos presidenciales de Morena han actuado de la siguiente forma, según lo detallan  los medios de prensa:  han hecho alusiones frecuentes y   reiteradas a la llama Cuarta Trasformación, incluso uno de ellos propuso la creación de un nueva Secretaria, la del Bienestar,  se han referido a algunos aspectos del programa que tiene ese organización, han mencionado a los candidatos de los otros partidos,  atacándolos y  criticándolos, han erogado fuertes sumas de dinero para financiar sus actividades, admitiendo Adán Augusto que había gastado en una semana 320 mil pesos,   en las asambleas informativas  se han dedicado a efectuar pronunciamientos políticos diversos, continúan apareciendo cientos de anuncios propagandísticos  y en términos generales han violado las medidas cautelares que  el propio  INE tomó  hace  mes, es decir, estas actividades continúan vulnerando  no solo la Constitución en su parte conducente, la que se refiere a las campañas anticipadas sino que también se han burlado del órgano electoral , tomado un actitud de desacato y de reto.

La situación política nacional es muy preocupante ya que el INE no tiene la capacidad jurídica y política suficiente para cumplir sus altas responsabilidades ya se ha  supeditado a las instrucciones e indicaciones del Presidente y por lo tanto Morena desvirtúa  y evade a   ese organismo ya que está convencida de que no sufrirá ninguna sanción por  los actos que está  realizando, es decir, ya se cubre con un manto de impunidad. Por ello, la ex jefa de gobierno de la ciudad de México colocó ahora cientos de anuncios espectaculares en  las unidades de trasporte urbano y también  ha hecho Adán Augusto, al extremo de que Ebrard declaró que  había  una “desproporción “ en materia de gastos de campaña, recordándole nosotros que ese fenómenos ilegal está presente desde por lo  menos  dos años y el INE no ha tomado ninguna medida concreta, sobre todo eficaz,  sobre este asunto  que seriamente   afecta la equidad en la contienda política.

Otra fuente nutricia y sistemática de vulneración de las normas legales, son los ataques diarios que desde su conferencia de prensa lanza el Presidente  en contra de los candidatos de VA POR MEXICO,  ignorando que ese  alto funcionario público no debe observar una conducta beligerante en esta lucha. No se trata de  prohibir que el jefe de estado emita opiniones políticas sin que se debe tomar en cuenta de que por su ubicación en el sistema estatal vigente, tiene un gran  poder y que por lo tanto, sus declaraciones y afirmaciones tienen una determinada repercusión   en la política nacional. El INE la ha aplicado muchas medidas cautelares, en  varias  ocasiones, en muchas otras no la hecho, pero el Presidente  al siguiente  día, incurre en la misma conducta, presentándose como un orientador político electoral, como un jefe por lo menos ideológico de la campaña que está en marcha, ignorando la obligación constitucional que tiene de conducirse con imparcialidad y respeto para todas las  fuerzas políticas, incluida la derecha.

El Presidente siempre ha despreciado políticamente  al INE sobre todo por las grandes atribuciones que tiene en materia electoral ya que solo ha aceptado como válidas aquellas resoluciones que le benefician, es decir, que  benefician a  Morena y por  lo tanto ha  decidido tener a su disposición un órgano electoral que solo legitime y avale sus victorias y sus triunfos y no los de los partidos de oposición de cualquier tendencia. Para él el INE debe ser una oficina  más de la administración pública federal, ubicada en la Secretaria de Gobernación como sucedió durante muchos años,  en la cual solo se cumplan sus órdenes e instrucciones y en este camino estamos con miras a las elecciones más grandes de la época moderna, las del año próximo.