Naturaleza De Las Pugnas Interburguesas
Por: Héctor Ramírez Cuéllar
Hemos definido a la pugna planteada por Marcelo Ebrard como una pugna que se da en el seno de un gobierno burgués, de un partido de similar orientación y contenido y por lo tanto también entre miembros que pertenecen a la misma clase social ya que sostienen similares intereses políticos y principios de orden doctrinario comunes. Tanto en los años 2026 como el año 2012, momentos en los cuales el ex canciller perteneció al grupo de Manuel Camacho Solís, que fuera excluido de la posibilidad de ser el candidato presidencial, como en la actualidad, ocurrió el mismo fenómeno, hubo un conflicto serio en el seno del grupo gobernante, que finalmente se inclinó por respaldar a Andrés Manuel López Obrador, pero Ebrard insistió en una actitud separatista y disidente y por lo tanto la respuesta fue excluirlo por un serie de causas o razones políticas que solo conocen realmente los miembros de ese grupo que se ha apoderado el gobierno y que conducen al país por el camino del capitalismo dependiente y por las normas de la democracia representativa capitalista, a la que dicen defender pero que la violan cuando así conviene a sus intereses de dominación.
Marcelo Ebrard, egresado del Colegio de México, estuvo estrechamente vinculado con Manuel Camacho Solís, quien actuaba políticamente como impulsor de la vía nacional revolucionaria, que se consideraba progresista en aquella época y por lo tanto se podían identificar como miembro de la izquierda del PRI. Era un político conciliador y pragmático, que siempre trataba que las diferencias policías se superaran por métodos pacíficos o por negociaciones y no por rupturas o enfrentamientos, nunca formuló ni sostuvo planteamientos de fondo para modificar la estructura económica y política del país , siempre permaneció al mismo grupo que estuvo en el poder en la últimas décadas, pero que a la hora de asumir posiciones políticas más avanzadas que implicaran un rompimiento con las posiciones burguesas, como seria rectificar el rumbo neoliberal y la supeditación del país a los Estados unidos, nunca lo hizo y prefirió generar un pugna interna la cual se resolvió de la misma forma, es decir, en forma interna, sin romper con la unidad del sector al que siempre perteneció.
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En este contexto, Ebrard se relacionó con los grupos que habiéndose separado del PRI después formaron el PRD y de una manera particular con López Obrador al estar consciente, durante el régimen de Enrique Peña Nieto que el partido oficial se encontraba en una seria y grave crisis de legitimidad políticas por los efectos antipopulares y antinacionales que estaba causando la política neoliberal y que por lo tanto era necesaria una ruptura más clara y muchos de ellos se afiliaron al PRD que estaba influido por las la tesis del nacionalismo revolucionario primero y de la socialdemocracia después, pero no obstante estos traslados de una partido a otro, esos políticos siguieron manteniendo una actitud moderada desde el punto de vista político, conciliadora con los grandes intereses económicos de la nación.
Ebrard jamás se afilió al PRD, pero creo un movimiento político que tenía una postura socialdemócrata, el cual no tuvo éxito, intensificó y fortaleció sus relaciones con el grupo de López Obrador, que había adquirido una gran fuerza popular, en donde demostró que tenía una gran capacidad operativa que le permitía realizar algunas acciones que produjeron resultados positivos, en el corto plazo, presentándose como un funcionario muy eficaz, se vinculó estrechamente con el grupo de los Clinton, en los Estado Unidos , después con altos colaboradores del régimen de Trump con los cuales llevó a cabo muchas negociaciones políticas y económicas directas, sin pasar por las oficinas burocráticas, muy exitosas, que los hizo concluir que se trataba de un diplomático muy hábil , de un político disciplinado y oportuno, que podía resolver asuntos importantes, siendo uno de ellos la compra masiva de vacunas durante la etapa más dramática y destructiva de la epidemia de coronavirus y la movilización de la Guardia Nacional, en ayuda de la Border Patrol , para contener la afluencia masiva de migrantes en nuestra frontera sur , previa amenaza de Trump de que de no hacerlo se aplicarían aranceles a nuestras exportaciones, entre otras. Sin embargo, tratándose de las continuas agresiones verbales que el inquilino de la Casa Blanca lanzó contra México, al que llamó en reiterada ocasiones, un país de terroristas y narcotraficantes, prefirió el silencio con el propósito de no enfrentarse con ese político conservador.
La predilección política de López Obrador por Claudia Sheinbaum fue notoria desde un principio y de ello fueron conscientes no solo Ebrard sino también el resto de los aspirantes y por ello no deben llamarse a engañados y por lo tanto la intromisión y la manipulación de la Secretaria de Bienestar y de los gobernadores tampoco resultan una novedad política. En realidad, esa forma antidemocrática de seleccionar candidatos se realizó en forma sistemática en el seno del PRI durante muchos años, no se decía que se levantaban encuestas sino que se consultaba los militantes, pero este ejerció nunca se poda verificar sino simple y llanamente se designaba al seleccionado afirmando que era el mejor posicionado, es decir, era el que nombraba el Presidente.
Esta forma de operación se trasladó a Morena ya que la mayoría de los miembros y los dirigentes de esa organización provienen de las filas del tricolor y por lo tanto se formaron en las prácticas internas que caracterizaron a este partido. El PRI nunca fue una agrupación democrática en sus vida interior, nunca fue autónoma sino dependía directamente del Presidente que empleaba a la Secretaria de Gobernación para manejarlo imponiendo sus instrucciones; ese papel lo desempeña Morena, ya que el dirigente principal , único e inapelable es el Presidente, mientras que a los dirigentes formales y a los órganos estatutarios solo les corresponde llevar a la práctica las decisiones previamente tomadas, aunque existen nominalmente millones de miembros y afiliados, solo es importante y decisivo uno de ellos, el jefe del estado; esta dependencia y esta subordinación que existe nivel nacional se reproduce en cada una de las entidades federativas en donde el gobernador es el jefe político auténtico del partido y los líderes que señalan los estatutos solo ejecutan sus órdenes.
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Esta es la razón por la cual el Presidente, cuando se trata de asuntos de carácter político electoral como fue el caso de la selección del candidato de Morena no convocó a los titulares de los comités estatales de ese agrupamiento sino a los gobernadores, 23, que son mayoría en la República y les dio una serie de instrucciones al respecto.
En este contexto, los miembros de los grupos que integran Morena al igual que ocurría en el seno del PRI en el pasado solo mantienen una lealtad transitoria con el representante o jefe que los encabeza pero una vez que triunfa o fracasa ese movimiento se reaviva la necesidad de conquistar un cargo público. Ello se observó la semana pasada con el numeroso grupo de diputados marcelistas, unos 57 en total, que ahora han disminuido ya que muchos de ellos recibieron la promesa de que serían tomados cuenta en la próxima reelección legislativa y ya no asistieron a la reunión a la que los convocó el ex canciller, y se inclinaron ante Sheinbaum. Lo mismo sucedió con la estructura que armó Monreal quien ha declarado que se desintegró en virtud de que el ya no sostuvo ninguna impugnación al proceso anterior, ya aceptó los resultados, los métodos y los procedimientos empleados y se disciplinó a Morena, es decir, al Presidente, a la doctora Sheinbaum y por lo tanto todas críticas políticas que se hicieron en el pasado ya no están vigentes y ahora existe unidad y cohesión.