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Las escuelas como territorios del terror contra los profesores. Una crítica a las autoridades administrativas

 

Por: Mtro. Edgar Stalin Méndez Alcaraz

Las partes del presente texto, un mosaico extraño que invita al lector(es) a una profunda e inmediata reflexión y ¿porque no? a la discusión que verse sobre la situación que en la actualidad crece considerablemente en las escuelas y que afecta de manera directa al magisterio, que no es un hecho aislado, sino un descarado intento de normalizar la violencia, las agresiones, las amenazas, la sumisión, la opresión, que ejercen “autoridades” con mentiras tergiversando y torciendo el marco normativo a modo.

“Autoridades” que alguna vez fueron docentes frente a grupo (o eso dicen) pero que abandonaron las aulas, la enseñanza, a los niños y a las niñas (a quienes hoy usan como pretexto) por desinterés, porque ya se cansaron, porque no era su vocación, por cuota política (de esos está llena la SEP), porque pasaron el examen o porque ya se lo merecían, se sumaron a la burocracia administrativa desde donde planean y ejecutan acciones que están abismalmente distantes de fortalecer mínimamente la educación en nuestro estado, país, pero muy cercanamente a boicotear los entornos “armónicos” escolares que se requieren.

Amenazas y sicariato administrativo

El pasado reciente consejo técnico escolar estuvo marcado por una seña muy particular, que nunca se había visto en el entorno escolar, y es que aunque las escuelas han sido caldo de cultivo para diversas interacciones, socializaciones entre docentes, era raro ver acciones gansteriles abiertamente: la situación comenzó cuando por medio de los directores se dio a conocer una lista de PRESUNCIONES y/o DELITOS que obviamente no están fundadas en ningún marco jurídico por ende no lo realizaron por escrito como debe de ser, y que según ellos ameritan castigo/sanción inmediata, que va desde un acta administrativo hasta el descuento del salario y/o remoción del puesto, ¡háganme ustedes el favor!

La terrible lista de delitos la encabeza el beber refrescos, y queda prohibido tajantemente que a un docente se le vea bebiendo refresco porque eso es un mal ejemplo para la sociedad, ¡si tanto les preocupa que demanden a las empresas refresqueras! Y lo peor viene cuando exigen que les prohibamos a los NNA tomar refresco, ya quiero ver y escuchar cual será la respuesta de los padres de familia ante tal pretensión, quienes por x o y motivo se les hace más fácil darles un refresco a sus pequeñines, para eso se necesita una gran campaña de concientización bien organizada, pero como los que van a dar la cara son los docentes. Continuando, se prohíbe el uso del celular desde el primer segundo de entrar a la escuela hasta el último segundo en que se vaya el ultimo alumno, quizás esta pretensión no sea tan absurda, porque tenemos una responsabilidad dentro de las aulas, pero estoy seguro que el uso del celular es por causas de fuerza mayor y no por gusto, es la forma en la que en la actualidad nos mantenemos comunicados hasta con ellos (autoridades), que fuera de horario y en fines de semana por las noches, están mande y mande instrucciones, circulares, y pidiendo documentos sin sentido, si quieren quitar el uso del celular que se borren todos los grupos de WhatsApp en donde te obligan a estar porque es el “canal oficial” de comunicación, (como si ellos me pagaran el saldo) y que la comunicación sea personal e intransferible, ¡o todos coludos o todos rabones! Prosigo, los permisos económicos que son un derecho institucionalizado y previsto en todo el marco normativo (si quieren saber más investiguen y lean) y del cual rendimos cuenta por que son E-C-O-N-O-M-I-C-O-S, estarán condicionados “según” por lo siguiente: solicitarlos con 15 días de anticipación, y 15 días antes y después de vacaciones o receso, esperar la “autorización” del director(a) ¿Cuándo un derecho se tiene que autorizar? ¡NUNCA! Por eso se llaman derechos, y la cereza del pastel en este tema, no pueden salir más de dos elementos de la escuela, ¿Dónde lo dice? Por eso hay que leer y documentarse para que no sean sorprendidos, mucho menos chantajeados. Y la joya de la corona, la eterna obsesión de las “autoridades” obcecadas en arrebatarles toda conquista sindical lograda a base de sangre, sudor y lagrimas a los docentes: la media jornada para el cobro de su salario, ¡que insensatez! Con artilugios y con conocimiento de que la mayoría de los docentes no están documentados en estos temas y aprovechando la inexperiencia de los jóvenes docentes que no distinguen bien sus derechos de sus obligaciones, ante la falacia del reconocimiento al merito docente, intentan coartar, menoscabar logros reconocidos y acordados con el estado, quien a sabiendas que se requiere legislar para cambiar las leyes que dan sustento a este derecho, no pretende actuar contra el magisterio, mejor aún, acuerda con las organizaciones sindicales convenios que reafirman la irrenunciabilidad, inalienabilidad de las conquistas sindicales, así que ¡por favor no se dejen engañar! Cuando se reforme la ley, hablamos.

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Con el petate del muerto

Hay que decirlo con todas sus letras, la mayor parte de la responsabilidad de que en la actualidad estemos padeciendo acoso laboral, mobbing, burnout, hostigamiento, abuso emocional, psicoterror, discriminación y demás acciones que atentan contra los docentes y la educación, son los mismos docentes, y lo someto al escrutinio y juicio de los lectores, están tan atemorizados que los asustan con el petate del muerto, la falsa idea de que el director es el “jefe”, o que el supervisor es el “jefe” y así me voy hasta el último eslabón en la jerarquía administrativa, que ellos son los que saben, los que mandan, y yo les digo ¡NO!, aquí todos somos iguales, nadie es más ni nadie es menos, todos le servimos a los contribuyentes, por medio del estado, quien administra los recursos, aquí no hay clases superiores e inferiores, no existen los jefes, existen los lideres educativos, solo los delincuentes, los bandidos, la mafia, tienen jefes, los docentes no entramos en esa clasificación, las responsabilidades son distintas, si es verdad, pero todos somos responsables, no solo unos y otros no, eso debe quedar claro.

¿Qué hacer? Primero demanda, después demanda y por último demanda

Dejar de esperar que llegue alguien a defenderte, a que otro luche tus batallas, para que desgastarte en acusar que si tú, sindicato no me defiendes. Hay que actuar inmediatamente, DEMANDA ante las instancias correspondientes, no vayas a la SEP porque ahí no te resuelven nada, son cómplices de los agresores, puedes demandar a la PROFEDET si es laboral, a la FISCALÍA si son agresiones, usa las instituciones que el mismo estado te provee, demanda, demanda, demanda ese es el camino.

Ahora bien, si tienes una organización que se atreve a defender tus derechos pues adelante recibe todo el apoyo, mejor aún si están dispuestos a darte asesoría, acompañamiento pues hay que aprovecharlo, el punto más importante es detener esta ola de violencia contra el magisterio.

Y recuerda que el primer paso es la redacción de un acta de hechos donde narres puntualmente lo sucedido, que no se te pase ningún dato y si puedes grabar los hechos grábalos, todo lo que funde y motive tu demanda.

Esta es nuestra realidad narrada tal cual es.

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