Buscar por

Discurso del Frente de la Juventud Comunista el 2 de noviembre de 2023

 

 

 

Discurso pronunciado por el FJC el 2 de noviembre de 2023 durante el
Altar en Protesta y Homenaje de las Muertes Políticas convocado
por el Frente Popular “Efraín Calderón Lara”
en Mérida, Yucatán.

 

Compañeras, compañeros:
¡Cuántos compañeros, cuántos camaradas tendríamos que honrar en un día como hoy! No bastarían todos los altares del mundo para rendir homenaje a todos aquellos que quisiéramos honrar. ¿Cómo podríamos darnos abasto si cada día este sistema de explotación en el que vivimos lleva a la muerte a miles y miles de compañeros y compañeras?
Obrero muere triturado en fábrica de materiales. Niño muere electrocutado al pisar un charco en su colonia. Joven es arrollada en motocicleta al salir del trabajo. Trabajadoras mueren en incendio de tienda departamental. Niñas mueren de asfixia por deslave tras lluvias torrenciales. Albañil sin equipo de seguridad muere al caer de un quinto piso. Mujer muere por desabasto de medicamentos. Adulto mayor pierde la vida esperando atención en sala de urgencias. Joven muere por control ineficaz de la pandemia. Niña enferma y muere por ingerir agua contaminada.
Esta es la vida (y la muerte) que atraviesa el día a día de la clase trabajadora y su juventud, marcadas por la precariedad, la negligencia de las autoridades y la violencia. Mientras tanto, hoy la burguesía puede honrar a quienes murieron plácidamente en sus mansiones, cerrando tranquilamente sus ojos en una enorme cama con todas las comodidades. Esa misma burguesía que mata a nuestra clase de forma directa e indirecta como parte intrínseca de su proceso de enriquecimiento. Las muertes de nuestra clase no son casuales. Sus muertes tienen responsables. Sus muertes tienen como causa el enriquecimiento de otros, con todo lo que ello conlleva. Más aún cuando el motivo inmediato que los llevó a la muerte fue la lucha por la vida que merecían y que todos merecemos.
Campesinos, obreros, estudiantes. El pueblo trabajador en su conjunto, mujeres y hombres. La historia de nuestra clase está repleta de su sangre. Donde ha crecido la organización popular la burguesía ha llevado sus armas para erradicar esa amenaza a sus intereses. Y se ha servido tanto de las fuerzas armadas del Estado como de sicarios y toda clase de agentes pagados con el fin de salvaguardar su posición. Y, todavía más que ayer, hoy es importante recalcar que estas fuerzas armadas están para arrancarnos la vida, y no para protegerlas. Policías, soldados, guardia nacional. Responsables indiscutibles de masacres contra el pueblo trabajador. Hoy como ayer, siguen asesinando a quien lucha, empezando por la juventud. Y se sirven de la fuerza bruta pero también de sustancias como las drogas, sembrando los vicios entre la juventud y haciendo negocios con burgueses.
La muerte es parte inevitable de la vida. En la vida está la muerte. Todo está en constante cambio. Todo lo que nace en algún momento perecerá. Pero no toda muerte es inevitable. La forma trágica e injusta en que han muerto tantos camaradas y compañeros nuestros no es inevitable. El hecho de que tantas personas deban el fin de su vida a la precariedad no es inevitable. El hecho de que se tenga que morir por luchar por la dignidad tampoco es inevitable. Como Juventud Comunista lo sabemos, y sabemos cuál es el camino que nos conducirá a un futuro en donde nadie tenga que morir ni por hambre ni por negligencia ni por jornadas extenuantes. Sabemos que la lucha por esa vida empieza con la organización, con el hecho de unir nuestros esfuerzos; eso que con justa razón temen nuestros opresores. Si unimos nuestros esfuerzos, estudiantes, trabajadores, trabajadoras, ¡ningún futuro es inalcanzable!
Estamos aquí para rendir un homenaje a nuestros compañeros, nuestros camaradas, cuyas luchas, cuyos legados, siguen dejándonos importantísimas lecciones y aprendizajes para nuestro día a día. En nuestras voces están sus voces. En nuestros puños están sus puños. En nuestros corazones están sus corazones. En nuestras banderas están sus banderas. Y no hay mejor manera de honrar esa lucha que luchando nosotros mismos contra este sistema que a tantos seres queridos nos ha arrebatado.
¡Viva la clase trabajadora!
¡Viva la juventud trabajadora!
¡Vivan los estudiantes!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *