Corresponsal de El Machete
en Baja California

 

El viernes 12 de abril la candidata Sheinbaum se reunió en Tijuana con representantes de cámaras empresariales como CCE, Index, Coparmex, Canacintra, etc., y con capitalistas en lo individual. No es intrascendente que haya sido a ellos a quienes ofreció resolver los añejos problemas de la regularización de la tenencia de la tierra y el agua en la frontera norte. 

Tanto el problema del agua como de la regularización de la tenencia de la tierra, o bien de la vivienda como patrimonio popular, son dos de los principales problemas del pueblo trabajador en la frontera. No obstante, la candidata no eligió reunirse con los directamente afectados para tratar estos temas; acaso les reservó un lugar de pie en sus mítines públicos. 

La exigencia popular de regularización de la tenencia de la tierra data de 35 años a la fecha. Cabe mencionar que la candidata tampoco se reunió con las organizaciones sociales que encabezan dicha lucha en la ciudad: Unión de Posesionarios del Poblado Maclovio Rojas Márquez, Frente de Posesionarios del Este de Tijuana o habitantes de la colonia 3 de octubre. 

El hecho que Sheinbaum, de la Coalición “Sigamos Haciendo Historia” –formada en Baja California por Morena, PT, PVEM y Fuerza por México– ofrezca agua y tenencia de la tierra a los principales representantes empresariales en el estado significa que las acciones en este sentido serán, en esencia, a su favor; más que en beneficio de las y los trabajadores. 

Desde ya Sheinbaum anuncia su plan de gobierno: miles de millones del presupuesto público para mega proyectos en la frontera; implícitamente, expropiación de importantes volúmenes de tierra para ello; y, probablemente, demorar aún más tal regularización para los posesionarios populares, haciendo valer los intereses de los capitalistas inmobiliarios. 

Parte de la burguesía, sea con Sheinbaum o Gálvez, está atascada en su miopía política y económica. Y han vuelto un verdadero fetiche el llamado nearshoring. Esta clase social tiene como objetivo extender la explotación a todo el país, vinculando los centros nodales y arterias. Más capitalismo en el sur y en el norte: a costa de la clase obrera y los trabajadores. 

En ello se inserta la propuesta de Sheinbaum de 100 parques industriales en todo el país. Para que la burguesía logre tal ampliación de la producción maquiladora de exportación y amplios desarrollos de diversos medios de comunicación se requerirá proseguir la expropiación del patrimonio popular y perpetuar la incertidumbre en cuanto a la tenencia de la tierra para abaratarla de cara a amplios procesos de compra-venta “en interés nacional”. 

La industria vitivinícola, eléctrica, de transformación, de la “hospitalidad”, etc., requieren modernizar para éstas, en BC, las reservas y fuentes disponibles de agua. En este otro caso tampoco se priorizará el abasto popular y la infraestructura urbana doméstica; sino se moverá cielo, mar y tierra para que los capitalistas monopolicen aún más el agua. 

A diferencia de los 12 años de campaña de AMLO, en los que éste con hábil demagogia hizo compromisos de solución a los problemas populares con las organizaciones sociales, laborales y de izquierda; la precampaña y campaña oficial de Claudia Sheinbaum han sido dirigidas, en lo fundamental, al compromiso con la burguesía: a limar las diferencias particulares con el actual gobierno y restarle aún más fuerza a Gálvez.  

Las campañas electorales de los partidos burgueses, y de Sheinbaum en particular, dejan ver que los grandes problemas de la clase obrera y los trabajadores no serán atendidos ni satisfechos en el próximo sexenio. Así, sólo resta la más resuelta organización y lucha popular contra el Poder; hasta convertirla en una lucha cada vez más plenamente anticapitalista.