Editorial. El “Pla México” un proyecto a favor de los monopolios del T-MEC
El carácter antiobrero y antipopular del gobierno mexicano se confirma con el “Plan México”, que regirá el desarrollo de la economía mexicana en los siguientes años. Este Plan materializa el proyecto de integración económica interestatal imperialista T-MEC, pues forma parte del fortalecimiento de los monopolios mexicanos y norteamericanos frente a la economía imperialista de China.
El Plan México fue anunciado como un proyecto en beneficio de los trabajadores gracias a que la economía mexicana crecería por el aumento de la producción manufacturera en México, la sustitución de importaciones y la implementación de la relocalización de empresas o nearshoring. Pero la realidad es que los monopolios son los únicos beneficiados del Plan México con el que se busca fortalecer a la economía mexicana para que esta sea la número 10 a nivel mundial. Esto se comprueba ya que, aunque México hoy está entre las primeras quince economías del mundo, cuenta con más de 55 millones de pobres, es de los países con los salarios más bajos y la precarización de la vida ha seguido aumentando. Esto significa que el crecimiento de la economía mexicana no beneficiará a los trabajadores y por tanto no existe la “prosperidad compartida” que anuncia el Plan México.
La tendencia anti obrera del Plan México se constata desde ahora con el hecho de que el Presupuesto de Egresos de la Federación del 2025, disminuyó la cantidad de recursos a la Secretaría de Salud, Secretaría de Educación Pública, Secretaría de Cultura y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Y al tiempo que hizo recortes que afectan los servicios de salud y educación de los trabajadores, el gobierno federal incrementó el presupuesto a otras secretarías para transferir más recursos a los empresarios, veamos dos ejemplos:
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) incrementó su presupuesto 183.3%, para que por medio de esta dependencia se entreguen territorios a los empresarios ahí donde se construirán los nuevos parques industriales de los llamados polos del desarrollo, y poder desarrollar la infraestructura para que estas zonas industriales se desarrollan. Esto es en beneficio de los empresarios y no de los trabajadores que serán sometidos a condiciones de viviendas precarias en los polos del desarrollo, entregando los servicios urbanos centralmente a las fábricas y no a las zonas de vivienda de los trabajadores.
Otro ejemplo es el aumento del presupuesto de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en 72%. Esto para financiar el plan de desarrollo carretero y de trenes que requieren los monopolios que invertirán en la construcción de nuevos polos industriales “polos del bienestar”. Es decir, el presupuesto federal se usa a favor de los monopolios, pues para ellos se construirá la infraestructura de comunicación y transporte que se necesita para trasladar las mercancías por el país y hacia los Estados Unidos. Ni las carreteras ni el “tren para pasajeros” serán para los trabajadores, esto se comprueba con el Tren Maya que tiene un alto costo y que se ha consolidado como una ruta de transporte de carga a favor de los empresarios.
Sumado a esto, el Plan México prevé subsidios fiscales a favor de los empresarios, algunos alcanzan el porcentaje de entre el 91% y el 86%. Para estos subsidios el gobierno destinará 30 mil millones de pesos, que es más de la mitad del presupuesto que se asigna anualmente a la UNAM (58 mil millones se asignaron para 2025). Además, se contemplan apoyos para la industria minera, la producción de autos, la rama de la construcción y el desarrollo tecnológico.
El panorama es claro: la planificación de la economía mexicana fue diseñada para favorecer los intereses de los monopolios y no de los trabajadores y los sectores populares de nuestro país. El Plan México es la ruta de los monopolios para someter a mayor explotación a la clase obrera dentro de los marcos del T-MEC y la disputa interimperialista entre Estados Unidos y China.
Frente a esta política de explotación y sometimiento, la clase obrera debe fortalecer una política independiente y de choque con el gobierno burgués que hoy está encabezado por el partido socialdemócrata Morena. En la lucha contra sus explotadores, la clase obrera cuenta con su partido, el Partido Comunista de México que expresa verdaderamente los intereses de la clase obrera y tiene por tarea inmediata la lucha por el socialismo.
Enfrentar el plan México, las políticas anti obreras de la “Cuarta Transformación” y romper con el T-MEC, son tareas encaminadas derrocar el poder de los monopolios y construir el socialismo, única alternativa a la barbarie del capital que amenaza a la humanidad con una nueva guerra inter imperialista.