El marxismo leninismo y su influencia en los Resolutivos del Segundo Encuentro de la Sierra, Heraclio Bernal
Marco Vinicio Dávila Juárez
Miembro del BP del CC del PCM
Artículo publicado en El Machete no. pp. 113-117.
Cerca del centenario de esa gran obra de Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, el Consejo Editorial de El Machete nos ha pedido que hagamos un aporte sobre la influencia del marxismo-leninismo en la historia de la lucha de clases en nuestro país. No tenemos más que remitirnos a la experiencia contemporánea, en donde la acción revolucionaria de un grupo de jóvenes transitó en un corto periodo de tiempo por la combinación de todas las formas de lucha, que culmina con la acción militar conocida como Asalto al cuartel de Madera, Chihuahua, un 23 de septiembre de 1965, hecho al que reconocemos como el inicio de la lucha armada por el socialismo en nuestro país.
¿Por qué remitirnos a este hecho histórico, que además es la culminación del accionar revolucionario de Arturo Gámiz, Pablo Gómez y el Grupo Popular Guerrillero? ¿Y por qué decimos que esta acción militar es el inicio de la lucha armada por el socialismo en México?
Hemos afirmado antes que los fundamentos teóricos de las acciones político-militares que desarrollaron estos muchachos fueron los Encuentros en la Sierra – sobre todo el Segundo, llamado Heraclio Bernal— porque ahí se presentan y se discuten seis documentos que tienen el carácter de Resolutivos y que están sustentados en el marxismo-leninismo.[1]
No quiere decir esto que no reconozcamos otros movimientos armados anteriores de carácter popular o campesino, pero estos fueron sólo de tipo reivindicativo o de autodefensa. El propio Grupo Popular Guerillero, antes de la acción militar del 23 de septiembre ya había realizado diferentes acciones armadas en la sierra de Chihuahua, y antes también hubieron transitado por diversas formas de lucha desde la electoral hasta la estudiantil, magisterial y campesina, de tal manera que la lucha armada fue el resultado natural de la forma violenta que alcanzó la lucha de clases en ese estado norteño. Pero dicha acción no debe ser considerada un acto desesperado o de aventurerismo, porque estuvo fundamentada en seis documentos discutidos de manera colectiva en un periodo de casi tres años y que alcanzaron el carácter de Resolutivos.
Dichos documentos, presentados en el Segundo Encuentro de la Sierra llamado Heraclio Bernal, manifiestan un profundo conocimiento de la obra de Marx, Engels y Lenin; la exposición de las tesis expresadas es un repaso por toda la obra de estos tres grandes pensadores del proletariado. Se pueden ver plasmadas en los textos las ideas descritas en diversas obras, desde el Manifiesto del Partido Comunista hasta El Capital, pasando por El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Pero sin lugar a dudas, dos son las obras que determinan el contenido de estos Resolutivos y la consecuente acción política derivada de estos Encuentros: El Estado y la Revolución y El imperialismo, fase superior del capitalismo, de Lenin.
Por eso nos remitimos a estos documentos para hablar de la influencia de la obra de Lenin en la lucha de clases en México. Se podría afirmar que anterior a este hecho ya había una larga tradición marxista en nuestro país, y es verdad; pero aun así, el devenir de los exponentes de dicha teoría demuestra que no la comprendieron a cabalidad. Fue este grupo de revolucionarios los primeros que comprendieron el carácter histórico del imperialismo, como la fase monopolista del capital. Entendiendo también el carácter terminal de éste y, consecuentes con ello, hicieron suya la afirmación de Lenin de que el imperialismo es la antesala de la revolución social del proletariado.
Es por eso que afirmamos que al asalto al cuartel militar de la ciudad de Madera, en la sierra chihuahuense, marca el inicio de la lucha armada por el socialismo en nuestro país. Para efectos de este trabajo sólo diremos que con respecto al Estado, de manera muy sintética, explican con la mayor claridad que éste sirve a los explotadores y debe, por lo tanto, ser destruido por una revolución. Contradiciendo las tesis vigentes que afirmaban que en México existía la posibilidad que la burguesía triunfante en la revolución democrático burguesa de 1910 pudiera impulsar a favor de las masas trabajadoras dicho proceso.
En cuanto al análisis del capitalismo en México, el manejo del cuadro de conjunto de toda la información económica de que pusieron hacer acopio y la manera en que presentan los resultados demuestra una comprensión completa del marxismo, ya que reconocen que la tendencia natural del desarrollo del capitalismo es la concentración de la producción y por lo tanto a la formación del monopolio. Por eso se puede afirmar que Arturo Gámiz y en general todos los integrantes del Grupo Popular Guerrillero habían comprendido claramente las leyes generales y fundamentales del desarrollo capitalista, y desenmascararon, incluso ferozmente, todas aquellas posiciones prevalecientes en la época que trataban de embellecer al capitalismo para ocultar la explotación o sujetarla a ella a millones de trabajadores.
Una cuestión importante es que entienden claramente que las particularidades del desarrollo capitalista, al amparo del Estado mexicano, no son determinantes para plantear un resultado diferente al de otros países con un desarrollo capitalista clásico; por ejemplo, la cuestión del proteccionismo o el capitalismo de Estado forjado por el proceso de nacionalizaciones que a partir de mediados de los años 30 del siglo pasado fue una constante en México, así como el reparto agrario. Esto sólo da como resultado diferencias no esenciales en cuanto a la forma de los monopolios o al momento de su aparición, lo cual se comprobó antes de que terminara el siglo pasado. Lo notaron a diferencia de quienes escribían a favor del tránsito “natural” pacífico del capitalismo al socialismo en México, producto de las características particulares del capitalismo mexicano, desechando la tesis de las vías nacionales al socialismo.
Podemos incluso hacer un recorrido por dos caminos paralelos en la lectura de los primeros cinco resolutivos con El imperialismo, fase superior del capitalismo; pero lo más importante es destacar las razones por las cuales ellos se dieron a la tarea, ya urgente en esos años, de revisar los objetivos del proletariado para el periodo. Y es que sus aportes teóricos no fueron sólo la buena costumbre marxista de hacer una exposición coherente y acabada de los fundamentos de las propias opiniones y de la propia táctica, sino que se dieron al calor de la lucha de clases, en un periodo en el que la figura era el destacado sindicalista latinoamericano de origen mexicano Vicente Lombardo Toledano, cuyas tesis eran preponderantes y en torno a las cuales se organizaban los trabajadores de México en una táctica que los sujetaba a las decisiones de la burguesía triunfante y su Estado surgido del proceso armado de 1910-17 conocido como la Revolución Mexicana. De esta manera, el esfuerzo teórico que realizaron no fue un ejercicio intelectual de carácter académico, sino de tipo militante, para resolver los problemas que planteaba la propia lucha de clases.
Así, los planteamientos lombardistas del desarrollo social del país quedaron evidenciados como interpretaciones erróneas cuando no meros deseos, arrinconados en el campo del idealismo, ante el rigor científico del análisis plasmado en los Resolutivos.
Podríamos sintetizar los Resolutivos del Segundo Encuentro de la Sierra Heraclio Bernal de la siguiente manera:
- Comprensión de la tesis leninista sobre los monopolios.
- Comprensión de que el imperialismo no es un espacio geográfico, no lo identifican con un país, ni siquiera con un continente, es un fenómeno histórico mundial.
- El imperialismo es el preludio de la revolución social del proletariado y la liberación de la clase oprimida es imposible no sólo sin una revolución violenta, sino también sin la destrucción del aparato del poder estatal que ha sido creado por la clase dominante.
- Explican la formación de los primeros monopolios en nuestro país.
- Comprensión de que la concentración de la producción da origen al monopolio.
- Estudian y desentrañan la fusión del capital industrial con el capital bancario y el surgimiento del capital financiero de origen mexicano.
- Concluyen que México es una nación en pleno desarrollo capitalista que se encontraba ya incrustada en la fase superior del capitalismo.
- Reconocen la desaparición de las economías nacionales y el establecimiento de la existencia de una economía mundial.
- La comprensión del parasitismo y la descomposición del capitalismo.
- No hay tampoco vías nacionales para la construcción del socialismo.
- No hay etapas intermedias en el tránsito del capitalismo al socialismo.
- Su correcta caracterización de la época y su comprensión de la inserción de nuestro país en la pirámide imperialista les permite advertir otro elemento a combatir: el oportunismo, al que combaten de manera frontal
Todas estas tesis tienen su origen en la correcta lectura de las obras de Lenin y en general de la obra de Marx y Engels; y como el marxismo es acción revolucionaria, con estas tesis se lanzaron a la lucha pues fueron, como lo afirmara Ché Guevara, de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades. Por eso, y porque la correlación de fuerzas en el mundo y en particular en América Latina permitían la posibilidad de la revolución socialista. Es verdad que hubo factores que permitían advertir no sólo el fracaso de la acción armada, sino del desarrollo de una fuerza de vanguardia para la conquista del poder por la clase obrera, pero no por eso descalificamos el riesgo que aceptaron correr aun a costa de su propia vida.
Lo importante por resaltar aquí no es el resultado de la táctica militar por la que optaron, sino el bagaje teórico que sustentó toda su trayectoria política que les permitió la certera caracterización de que vivimos en la época de las revoluciones proletarias. Los resultados de los Resolutivos, a más de cincuenta años de discutidos y aprobados, dan cuenta de la correcta lectura del marxismo de sus autores. Es decir, la experiencia, como criterio de la verdad, ha demostrado quiénes tenían razón en sus argumentos. Hoy, los principales exponentes del lombardismo siguen sin poder comprender ni explicar, a la luz del marxismo-leninismo, por qué en vez de avanzar hacia el socialismo por la vía mexicana, señalada por Lombardo Toledano, estamos ante el poder abrumador de la dictadura de los monopolios.
¿Qué implicaciones tiene en la actualidad aceptar todos estos argumentos? Si es verdad que fueron producidos en un momento histórico determinado, deben haber sido superadas por la propia realidad todas aquellas premisas que estos demostraron como falsas o equivocadas. Pues no. Resulta que de una u otra manera las tesis enarboladas por Vicente Lombardo y que trataron de superar los Resolutivos continúan siendo expresadas por diversas fuerzas políticas que actúan nacionalmente, algunas incluso con bastante fuerza como para no ser tomadas en cuenta por los comunistas.
Y esto no puede ser de otra manera si tomamos en cuenta lo que le propio Lenin señala en el libro en cuestión. Surge en todo el mundo una oposición política reaccionaria de la pequeña burguesía al imperialismo, pero deformando las principales características de éste para negar la posibilidad de las revoluciones proletarias, predicando la democracia, el pacifismo, la unidad por la unidad, y más actualmente, el combate a la corrupción –cuando la corrupción es congénita al capitalismo monopolista por las ganancias que tiene—, y toda esa sarta de argumentos que enarbolan los oportunistas y reformistas. Para los comunistas “[l]o esencial de toda la crítica del imperialismo estriba en saber si es posible modificar mediante reformas las bases del imperialismo, si hay que seguir adelante, exacerbando y ahondando más las contradicciones que el imperialismo engendra o hay que retroceder, atenuando dichas contradicciones.”[2]
Podemos concluir este aporte afirmando que los revolucionarios del asalto al cuartel de Madera, cumplieron aquella esperanza que abrigara Lenin, expresada en su prólogo a la edición rusa en 1917 de que su folleto ayudara “a orientarse en el problema económico fundamental, sin cuyo estudio es imposible comprender nada cuando se trata de emitir un juicio sobre la guerra y la política actuales: el problema del fondo económico del imperialismo.”[3]
[1] Dávila-Juárez, M.V. 201. “Aproximaciones a los fundamentos teóricos de la primera lucha armada por el socialismo en México”, El Machete, Revista Teórica del PCM, número 2. https://elmachete.mx/index.php/2015/10/24/aproximaciones-a-los-fundamentos-teoricos-de-la-primera-lucha-armada-por-el-socialismo-en-mexico/
[2] Lenin, V. I. 1979. El imperialismo, fase superior del capitalismo, Editorial Progreso, Moscú, URSS, p. 123.
[3] Ibíd., p. 6.
Un comentario en “El marxismo leninismo y su influencia en los Resolutivos del Segundo Encuentro de la Sierra, Heraclio Bernal”