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Las luchas proletarias en Querétaro, 1970-1981

 

 

 

Las luchas proletarias en Querétaro, 1970-1981

 

 

Por Kevyn Simon Delgado*,
colaborador invitado

 

En Querétaro, la élite capitalista y conservadora que ha gobernado la entidad desde hace décadas ha emprendido, con cierto éxito, un proceso de ideologización que se sintetiza en una sentencia: “En Querétaro no pasa nada”. Usualmente esta frase se dice en relación a las luchas sociales opositoras al régimen o el orden establecido. Y así, sin más, de un golpe retórico, han intentado borrar las luchas del proletariado en sus distintas facetas. Sin embargo, aquellas personas que vivieron el Querétaro de los setenta y principios de los ochenta habrán escuchado de las huelgas y movilizaciones de decenas y decenas de sindicatos en igual número de fábricas, instaladas en la cada vez más numerosa zona industrial; movilizaciones que abarcaban a decenas de miles de obreros y obreras.

Varios son los libros que abordan el proceso de crecimiento de la ciudad de la mano con la industrialización, sin embargo, las y los obreros están ausentes en la bibliografía de la entidad, dando la apariencia que la llegada y desarrollo de las industrias únicamente requirió de gobernantes y empresarios. ¿Y la labor de los obreros? ¿Y sus luchas por mejorar sus condiciones laborales y la vida de sus familias? Paradójicamente, la industrialización tan visible y palpable esconde la vida de sus obreros. En este breve artículo recuperaremos algunos momentos de su lucha, en particular las emblemáticas huelgas en Tremec y Kellogg’s de principios de los ochenta. Periodo en la historia en la que el proletariado organizado en partidos políticos como el Partido Comunista Mexicano (PCM) y, principalmente, el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) buscó arrancarle a las empresas más derechos laborales, un mejor salario, un trato más justo, etc., cuestionando, en ocasiones, el papel de las centrales oficialistas como la Confederación de Trabajadores de México (CTM) o la Federación de Trabajadores del Estado de Querétaro (FTEQ), relación de la que, no obstante, no se pudieron desprender.

Al iniciar el sexenio de Luis Echeverría, la ciudad de Querétaro ya había sido seleccionada por el Gobierno federal para formar parte del plan nacional de industrialización, por su ubicación geográfica, sus medios de comunicación y transporte, y su numerosa mano de obra. En los setenta la industria en el estado no dejó de crecer. El Día del Trabajo de  1970, fue, según el Diario de Querétaro, una “manifestación de apoyo y simpatía al licenciado Gustavo Díaz Ordaz, llamado ‘el presidente obrero’, y un aplauso general a la nueva Ley Federal del Trabajo, significó el desfile del día primero de mayo de alrededor de diez mil elementos de la industria local”. Los dirigentes de la CTM y la FTEQ, con traje, corbata y lente oscuro, recordaron a los mártires de Chicago, Cananea y Río Blanco, y los principios de la Revolución mexicana [1].

Al año siguiente, el 1 de mayo del 71, “en un ambiente de calma y tranquilidad se desarrolló la celebración”, en la que marcharon alrededor de doce mil trabajadores, entre obreros y burócratas, demostrando “el espíritu inquebrantable de la clase obrera queretana”, quienes demandaron mejorar los servicios del IMSS y “se criticó a los líderes deshonestos que sólo viendo sus intereses, se olvidan de atender las carencias y necesidades de sus representados”. El cartonista Águila Herrera ya retrataba al eterno dirigente cetemista Fidel Velázquez, de 71 años, como un adulto mayor que veía el desfile a través de la televisión [2].

En 1972, la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) inició el seguimiento a los obreros de la industria fabril en Querétaro y al sindicalismo en general, lo cual fue constante. Una caja con más de 300 informes está dedicada a la situación en la ciudad desde marzo de 1972 al mes de abril de 1981. Huelgas y emplazamientos fueron documentados por los agentes, aunque, por supuesto, no dieron cuenta de todos las acciones que se concretaron, y las referencias básicamente dan cuenta de las reuniones entre los sindicatos y patrones en Conciliación y Arbitraje. De lo anterior se desprende que los años de 1975, 1977 y 1980 fueron de los más activos [3].

Como explicó Lorenzo Meyer, “la disciplina impuesta a los obreros a través de la Confederación de Trabajadores de México y de todos los otros sindicatos y federaciones adscritas al PRI, sirvió menos para luchar contra el capital y más para que el trabajo se plegara a las necesidades de la acumulación capitalista”. Por ejemplo, durante el Día del Trabajo de 1972, el dirigente de la FTEQ, Jorge Padilla Bustamante, dijo que la marcha era “como un refrendo del pueblo trabajador a la doctrina y principios del Presidente Echeverría”, exhortando a sus compañeros a “actuar con protestas, pero con protestas con fundamentos, no con explosiones callejeras que no llevan a ningún lado”. A nombre de la CTM, Agapito Zamora Arriaga, “al abordar la tribuna más alta del proletariado queretano”, le pidió al Gobernador Juventino Castro, “amigo de la clase proletaria”, aumentar los inspectores y revisiones de las fábricas, respeto al derecho de asociación y cumplimiento del Artículo 123. Antonio Peña Zamora, Oficial Mayor de Gobierno, explicó que “Querétaro experimenta un momento de rápida industrialización como estrategia primordial para lograr su desenvolvimiento económico, en el sentido de la filosofía social de la Revolución Mexicana”, por lo que era necesario mantener “el equilibrio entre el capital y el trabajo” [4].

Sin embargo, en 1973 la carestía de la vida continuaba, los precios de los productos de primera necesidad crecían mes a mes y los aumentos salariales a la clase trabajadora no daban abasto para balancear los gastos de sus “miserables sueldos” (por ejemplo, el salario mínimo fue fijado en 38 pesos la jornada, pero un kilo de carne de res costaba 32 pesos). El 1 de octubre del 73, tras demandar la retabulación inmediata de los salarios mínimos desde principios de septiembre, estallaron las huelgas en Purina, Gerber, Singer, Link Belt, Clemente Jacques y Electroforjados Nacionales; cuyos trabajadores ya no soportaban el incesante aumento del costo de los alimentos y el proceso inflacionario, culpando “lo mismo a la insaciable voracidad de los comerciantes e industriales, que a la incompetencia del Gobierno”. La situación era tal que la CTM y la FTEQ respaldaron la huelga en conjunto, se dice que para que los sindicatos no les dieran la espalda [5]

Al iniciar 1974, los entonces 49 sindicatos adheridos a la CTM, más el sindicato de la Fábrica de Hércules, el Sindicato de Trabajadores Empleados de Querétaro, los electricistas y los ferrocarrileros, hicieron una manifestación el 27 de enero en protesta contra la situación económica, contra “los hambreadores y especuladores”, pero en apoyo al gobierno estatal y “cerrando filas” en torno al recientemente electo gobernador Antonio Calzada. El ordenado desfile acabó en un caótico mitin donde “por momentos pareció estallar la violencia; cuando el señor Antonio Domínguez y los miembros del Comité Ejecutivo de la CTM abandonaron el lugar obligados por las circunstancias, un grupo de asistentes se apoderó del equipo de sonido; obreros, estudiantes y una ama de casa, hicieron uso de la palabra”. Para los obreros había dos rutas: 1) ser ‘disciplinado’ y apoyar las medidas gubernamentales, sin quitar el dedo del renglón en cuanto a manifestar su descontento con la carestía, y 2), influenciados por la insurgencia sindical del momento, criticar al gobierno por no apoyar de manera más decidida al ‘movimiento obrero’. Lo que llevará a enfrentamientos intersindicales [6]. El sindicato de Tremec, en ese momento compuesto por muchos trabajadores que a la vez eran estudiantes (sobre todo de preparatoria), fue sin duda de los más aguerridos, manifestando su descontento contra Fidel Velázquez y la CTM, incluso planteando abiertamente una posible salida de la Confederación, la que nunca se dio [7].

 

Pies de foto. (Arriba) Mitin de obreros de Tremec en la plaza Mariano de las Casas. Noticias, 1 de abril de 1974. (Abajo) Fuerza Unida. Órgano de difusión del Sindicato Único de Tremec, marzo-abril de 1974, No. 1.

Pie de foto. (Arriba) Marcha de tres mil obreros de Tremec, en cuyas mantas se lee “mueran los esquiroles de nuestra organización” y “Tremec crece y los obreros padecen…”. Noticias, 22 de abril de 1974.

 

La huelga estalló en Tremec el 23 de abril de 1974 y debido a los malos tratos de la gerencia; afirmaba el Noticias, “en breve plazo detendrá la producción de la industria automotriz nacional que prácticamente quedará sin transmisiones para las unidades en proceso de fabricación” [8]. Durante la jornada, los obreros de Tremec recibieron el apoyo de los electricistas democráticos del SUTERM –quienes, a estas alturas, llevaban un par de años con su lucha–, así como de los estudiantes de Ingeniería de la UAQ, claramente inclinados hacia la izquierda. Con la mediación de Calzada –solicitada por el sindicato–, el acuerdo llegó y las banderas rojinegras fueron retiradas a las once de la noche del 27 de abril [9]. Sin embargo, los comités sindicales estaban llenos de contradicciones. Por ejemplo, José Cruz Guerrero, quien fuera despedido de Tremec, manifestó que había demandado al sindicato de esa factoría ya que le quitó su empleo mediante la cláusula de exclusión (que servía para deshacerse de las personas opuestas al comité sindical), por el hecho de haberse opuesto a la huelga realizada. Agregó que “el Comité Ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de TREMEC, no tolera la crítica y siempre se ha opuesto a que en las asambleas, alguien manifieste una ideología contraria a la que siguen sus integrantes; que dichos dirigentes cuentan con listas negras de obreros, pero que él invitará a otros trabajadores a quienes el Sindicato ha corrido injustamente, para que presenten su inconformidad ante las autoridades laborales” [10]. José, empezaría a militar en el Partido Mexicano de los Trabajadores, desde donde se buscaría formar células de obreros con la tarea de politizar las luchas obreras al interior de las fábricas. Rosalío Olguín Olvera, quien venía de “clase muy fregada”, recordó su paso por la lucha obrera y la labor del PMT:

Yo trabajé aquí en Tremec y bueno ahí, al principio, le hecha uno todo su empeño, todo lo que puede uno desarrollarse. A través del tiempo ve que no hay una respuesta por parte de los patrones y va surgiendo una especie de inconformidad, ¿no? Entonces empieza uno a tener conocimiento de sindicatos, de un Contrato Colectivo de Trabajo y empieza uno a darse cuenta que hay violaciones a los contratos, que las mentadas reacciones contractuales y por ahí se va generando una especie de descontento. Asistí yo a México y ya se llevó a cabo la asamblea del PMT y se formó una representación de Querétaro. Después yo entré a Industria del Hierro y empecé a tener contacto con líderes sindicales, algunos de la Universidad, en aquel tiempo recuerdo que andaba este [Salvador] Cervantes y traían un periodiquito [Voz Crítica] y ellos lo repartían y en la fábrica y yo, a veces, colaboraba con ellos. Empecé a leer a Ríus […], la introducción a El Capital, libros como El diario del Che en Bolivia, algunas luchas de Bolivia, de los mineros, Testimonio de Domitila […] tenía yo una especie de… ¡de deseos de aprender rápido! Y empezamos a generar algunos movimientos, primero nosotros hablábamos, ya cuando teníamos un poco más de conocimiento, un conocido que se llama Margarito, en la Industria del Hierro, él había sido líder sindical y empezamos a hacer un círculo de estudio sobre el Contrato Colectivo de Trabajo, sobre los estatutos y bueno, cómo generar un movimiento sindical. […] veíamos que nosotros hacíamos un tipo de trabajo, que nos pagaban menos y que estábamos haciendo lo que hacía otro trabajador, yo estuve trabajando de armador y, posteriormente, de mantenimiento. […] gente que no trabajaba en la fábrica, del partido [PMT], nos ayudaba a repartir volantes fuera de la entrada […] así también formamos un comité en Kellogg’s. Un comité de base era que se formaba a cuatro o cinco compañeros de un departamento y se platicaba con ellos y se les empezaba a dar una instrucción sobre cuestiones laborales, seguro, contrato colectivo y estatutos, ¡lo básico! Y empezar a detectar cuáles eran las violaciones que había para denunciarlas y cuando hubiera revisión o había cambios en la mesa directiva, se generara un movimiento sindical que se negara a los líderes que se les llamaban ‘charros’, así se les nombraba a los líderes corruptos [11].

Por su parte la Coparmex, inquieta por la “agitación obrera”, denunciaba una supuesta “conjura iniciada por grupos subversivos y agitadores profesionales” con el fin de romper el orden político y la estabilidad económica del país [12]. A principios de 1975 la formación de la Tendencia Democrática del SUTERM le dio otro impulso a la insurgencia sindical a nivel nacional, en su lucha contra el ‘charrismo’, alcanzando los sindicatos de los telefonistas, los mineros, de la industria nuclear, de la rama automotriz, los sindicatos universitarios, etc., con huelgas con gran repercusión, como la de Chrysler en Toluca; Volkswagen en Puebla; Nissan en Cuernavaca; DINA en Ciudad Sahagún; Tremec en Querétaro; así como en Spicer, Acermex y tantas otras [13].

Llegó nuevamente el 1 de Mayo. En la jornada de 1975 participó el grupo estudiantil ‘Voz Crítica’, perteneciente a la UAQ, el cual fue reprimido. En cambio, el Secretario General del sindicato de Singer Mexicana, Octaviano Camargo Rojas, afirmó en un banquete ofrecido al gobernador, al concluir el desfile, que: “Las provocaciones de pseudo-estudiantes y agitadores profesionales, no lograron sus propósitos y ante el pueblo, la clase trabajadora dio palpable y objetiva manifestación de unidad en torno a nuestro gobernante, al mantener peso a todo, el orden y espíritu cívico en la marcha de la libertad del Día del Trabajo. Pese a estas agresiones hechas a los auténticos obreros, buscando dividir a quienes han luchado juntos tantos años y desvirtuar una obra que se realiza en coordinación con las autoridades, a base de agitación y alteración del orden, seguiremos luchando por los ideales justos de nuestros agremiados, que siempre encuentran eco y apoyo en el gobernador obrerista de Querétaro”. Según el Noticias, “un grupo de agitadores profesionales, en el trayecto del desfile pretendieron crear un ambiente de violencia, agrediendo a los participantes, a quienes ofendían con el fin de que se generara una riña y de ella el desorden que pudiera suspender ese ejemplo de solidaridad”, acusando a estos “enemigos del progreso” como integrantes del Partido Comunista Mexicano. Lo mismo hizo el Diario de Querétaro. Lo que era falso. Calzada, condenó a los “grupos de trabajadores desorientados que pretenden alterar el clima de paz” [14].

La huelga más duradera de entonces ocurrió en la fábrica de hilados y textiles ‘La Concordia’, en la que, tras el emplazamiento, reuniones que no llegaban a nada y paros, los obreros iniciaron una lucha que duraría del 12 noviembre de 1975 al 4 junio de 1977, 19 meses en total, “permaneciendo las banderas rojinegras en sus dos puertas de acceso, con sus respectivas guardias de 5 trabajadores en cada una”; transcurriendo varios meses (por lo menos seis) sin que empresa y sindicato se reunieran para discutir sobre el 30% de aumento en los salarios que pretendían los trabajadores [15].

Por su parte, la empresa Tremec anunciaba a sus trabajadores que 1975 había “sido el más difícil de nuestra historia”, obteniendo utilidades “muy reducidas” que impactarían negativamente en algunas prestaciones laborales, esto debido a “la recesión mundial”, a los altos costos de las materias primas y materiales, además de la reciente expansión de la planta, en la que se invirtió en edificios, maquinaria y herramientas. Las malas noticias continuaron. Lucha Obrera señalaba que “apenas se están terminando de construir los edificios que ocuparán las ‘grandes industrias que traerán progreso y prosperidad a Querétaro, Polinova y Celanese’ y ya cuentan con su sindicato charro, y con sus charritos que se encargarán de someter y controlar a los obreros; que por buscar el sustento para sus familias, tienen que someterse a lo que dispongan los empresarios transnacionales y sus ayudantes los charritos. Hacen sindicatos sin trabajadores, a ver si producen sin ellos”. Aquel año, la Secretaría de Fomento Industrial del Estado informó que 50% de la mano de obra industrial era de origen campesino, sin ninguna experiencia de trabajo en fábricas o en la vida urbana, al grado que un gerente diría: “Nunca han visto una máquina, vienen del arado a la computadora”. Sólo una cuarta parte tenía experiencia industrial previa. Por su parte, empresarios con la intención de proteger sus intereses ante el Estado crearon el Consejo Coordinador Empresarial; varios de estos, poco a poco, se irían afiliando al PAN [16].

El 1 de mayo de 1976, autoridades gubernamentales afirmaron que en los últimos cuatro años los asentamientos industriales en Querétaro habían crecido en un 200%. Además, dijeron que “a 150 millones de pesos ascendió el año pasado la sangría económica de la entidad por accidentes de trabajo, sin tomar en cuenta las erogaciones por concepto de pensiones de incapacidad parcial o permanente, ni de viudez, que definitivamente repercuten de una manera muy seria la estabilidad económica del estado”. Tremec y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) reunieron los contingentes más numerosos entre un total de veinte mil trabajadores. La crítica a la liberación de los precios, la semana de 40 horas, la comprensión de las autoridades y empresarios, fueron algunas de las consignas. En esta ocasión las autoridades suprimieron el mitin y se observó un despliegue de militares “para evitar que como en otros años el público lance objetos a los trabajadores y evitar algún incidente”. En cambio, fue el primer año en que se realizó un desfile de este tipo en San Juan del Río, donde también había huelgas en diversas factorías. Ahí marcharon dos mil obreros afiliados a la CTM [17].

En el transcurso de 1976 José López Portillo sería electo Presidente, y quien buscó frenar las movilizaciones sociales (campesinas y obreras, sobre todo) suscitadas en el sexenio anterior. Se apaciguó a los empresarios, se recuperó el apoyo del sindicalismo oficialista, se impusieron topes salariales y se ampliaron los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, lo que repercutiría negativamente en los salarios durante todo su periodo. Ese año, la tasa de crecimiento cayó del 7.6% presentada en 1973 para ocupar el 1.9%, dándose una aparatosa fuga de capitales. La moderación del alza de los precios y la paridad monetaria fija con el dólar simplemente se desmoronaron [18].

Ese mes apareció la publicación obrera El Rebelde, dirigida por Antonio Rangel, muy probablemente de corta vida, pero que, en los números que abarcaron su existencia, incitaba a los obreros a manifestarse. Sobre la “política antiobrera” en Tremec apuntaba:

Castigos arbitrarios, despidos masivos, presiones de todo tipo aplicadas a través de personal déspota e ignorante, aparte de constantes violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, son parte de la política marcadamente antiobrera que, en contra de los derechos de más de tres mil trabajadores, es puesta en práctica por la empresa TREMEC. Ejemplo claro de esta política, es el caso del compañero Jesús Álvarez Vega, que después de dejar 10 años de su vida frente a las máquinas, sin ninguna causa justificada, se le castigó y finalmente se le despidió […] La causa señalada por la empresa respecto al despido del compañero Álvarez Vega es por ‘baja eficiencia’ o sea que después de 10 años de estar explotando a un obrero, los patrones se dan cuenta de que anda bajo de eficiencia y sin más ni más lo despiden, abandonando a su suerte al que por años les proporcionó ganancias y que a su vez aumentó sus riquezas. Hechos como este, no sólo suceden en TREMEC, sino en la mayoría de los centros de trabajo que existen en Querétaro, gracias sobre todo a la falta de sindicatos verdaderamente combativos que se dediquen a defender a sus agremiados y no a manipularnos y utilizarnos como medio para alcanzar sus fines políticos [19].

Los que editaron El Rebelde estaban aglutinados en una pequeña comuna vegetariana ubicada cerca del barrio de La Cruz, según relató Juan Carlos Beas Torres, integrante de la Federación Anarquista, quien vivió unos meses en la comuna y apoyó la organización. Retrato que da cuenta de cómo las luchas sociales se llegaron a entrelazar:

Hacia 1976 fue allanada la casa de vecindad que compartía con Ángel López Bucio, allá por la colonia Tránsito de la Ciudad de México, e inicié un largo peregrinaje, me refugié unos días en casa del maestro mixteco Jaime Ortiz y de ahí me trasladé a la ciudad de Querétaro, donde me acogieron en la pequeña comuna vegetariana que impulsaban entre otros José Antonio Dorantes ‘El Yerbas’ y Rita Avendaño, ahí trabajé en una constructora, editamos el periódico El Rebelde y participamos en la creación y en la lucha de la Unión Campesina del Estado de Querétaro (UCEQ), y en las inquietudes de los obreros de Tremec, Carnation y de la histórica fábrica Textil Hércules. Además del ‘Yerbas’ y de Rita, el núcleo de activistas estuvo formado por los dos hermanos de ‘el Yerbas’ que eran integrantes del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana; Teodoro; Benedicto Herrera; Piedad; Toño Rangel y al final se integraron ‘El Ponche’ y Eva de El Colorado. El Rebelde tenía un grupo de teatro, vinculado a grupos artísticos como el CLETA, a Los Nakos, Los Zopilotes, de San Luis Potosí. Hacia fines de 1975 e inicios de 1976 había un proceso de edición de periódicos independientes. En ese espacio de articulación coincidían diversos actores de diversos estados, y en una reunión que hubo en Querétaro conocí a Salvador Cervantes de Voz Crítica. Tiempo después, él sería arrestado y estuvo, creo, un mes en el Campo Militar Número 1. Me tocó participar en la lucha por su liberación. Incluso, el gobernador era Calzada, me tocó estar en una comisión que se reunió con él para exigir la libertad de ‘Chava’. Yo era parte de la Federación Anarquista que editaba el Regeneración desde México. Por febrero de 1977 fue reprimida la toma de tierras que organizamos en coordinación con la UCEQ [con vínculos con el Campamento Tierra y Libertad, de San Luis Potosí], por los rumbos de San Martín, municipio de Colón, en la cual fueron detenidos y golpeados más de 70 campesinos y desaparecidos algunos activistas de las facultades de Ciencias Políticas y de Química, de la UNAM. De Querétaro, y con una orden de aprehensión librada en mi contra, logré huir [20].

En lo nacional, el descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo permitió salvar la crisis del momento, pero la inflación y el desempleo continuaron [21]. En los últimos años de la década y a principios de los ochenta el Plan Nacional de Desarrollo Industrial, de la mano del gobierno estatal, había atraído a más empresas que se instalarían en los siguientes dos años: Turborreactores, Turbica, Vidriera Querétaro (del grupo ALFA), Ponderosa, Kimberly Clark y General Electric. A principios de los ochenta, llegarían Tecnomac, Industrias Astral (Mabe), Productos Nuba (Barcel) y Condutel. Todas de inversión privada. El Estado, por su parte, instalaría Fertimex, Termoeléctrica el Sauz, Liconsa y la Compañía Mexicana de Radiología. Sería el momento cumbre de la industrialización en el estado.

El 28 de enero de 1979, el sindicato de Tremec, que agrupaba a cuatro mil obreros, estalló la huelga a las cinco de la tarde, colocándose las banderas rojinegras por cuarta ocasión en su historia bajo la demanda de un aumento salarial del 30%. Unos meses después, el 10 de junio, la división entre los trabajadores de Tremec era palpable. Un numeroso grupo encabezado por Gil Mendoza desconoció a Antonio Domínguez Sánchez, quien durante dos periodos había sido Secretario General del sindicato y que ahora era candidato a Diputado local por el PRI. Gil Mendoza y los suyos le acusaban de no intervenir correctamente por los trabajadores ante la empresa, “por otra parte, se tiene conocimiento que en el grupo de Gil Mendoza, hay un numeroso grupo de trabajadores que han ingresado al Partido Socialista de los Trabajadores”, cuyo partido estuvo haciendo pintas en bardas con las leyendas: “Fuera de Tremec líderes corruptos”, “Líderes de Tremec vendidos, deben de salir” y “El PST apoya a Gil Mendoza” [22]. Gil Mendoza sería nombrado Secretario General interino por dos meses, en lo que se convocaron a elecciones y tras las que resultó electo Enrique de León Ávila –militante del PMT– con amplio apoyo de la base obrera. El Día del Trabajo, a diferencia de los últimos años, resultó más vigoroso; desfilando alrededor de 40 mil trabajadores [23].

En 1979, durante catorce días, del 17 de mayo al 31 de mayo, los trabajadores de Kellogg’s, representados por Sabino Villanueva, llevaron a cabo una huelga. Al acordarse un 50% de aumento a los salarios caídos, nuevas plazas de base y cursos de capacitación, regresaron a laborar el 1 de junio. Destacaba que en las empresas con una fuerte presencia de capital extranjero –de Estados Unidos, en este caso– la actividad sindical era casi nula [24].

Contradictoriamente, mientras Querétaro llegaba a su auge de crecimiento industrial gran parte de la población económicamente activa trabajaba con salarios muy por debajo del mínimo, lo que provocó que la carne y la leche salieran de la dieta de miles de familias, el nivel de mortalidad infantil creciera y las condiciones de las viviendas –siempre escasas– fuesen deplorables, sin agua potable, electricidad o drenaje. El costo de la vida (alojamiento, comida y servicios) se incrementó mucho más que en otras ciudades industriales como el D.F o Monterrey. 15 de los 18 municipios presentaron índices de marginación superiores a la media nacional. Sólo Querétaro, San Juan del Río y Tequisquiapan eran la excepción. El desmantelamiento de la reforma agraria y las duraderas y devastadoras sequías provocaron el abandono del campo, cuya mano de obra continuó alimentando la fuerza de trabajo industrial de reserva; a corto plazo destruiría la capacidad del país para alimentarse a sí mismo. Ese año el crecimiento económico del país llegó al 8%, superior al de los últimos once años, sin embargo el auge momentáneo sólo benefició al capital pues las y los trabajadores siguieron soportando el alza inmoderada de los precios en los artículos de primera necesidad. En cuestión de meses, entre 1979 y 1980, la inflación paso del 20 al 30% y el salario mínimo se depreció en 26.3% [25].

En abril de 1980 los trabajadores de Celanese Mexicana Unidad Querétaro se manifestaron. La empresa sostuvo el despido en bloque del comité sindical democratizador –muchos de ellos militantes del PMT–, ante el repudio generalizado de los obreros, quienes siguieron reconociendo al comité. Los paros continuaron, al grado que el personal de confianza y el gerente tuvieron que realizar labores de mantenimiento y empaque, “ello fue bastante significativo […] fue motivo de orgullo en los trabajadores”, dijo el exsecretario General Cruz Pérez. La dirigencia sindical optó por renunciar tras una demanda judicial en contra y la empresa acabó despidiendo a 500 trabajadores con el pretexto de hacer reajustes. Al final de este intento democratizador, “las condiciones laborales –señala Cruz Pérez– al interior de la fábrica eran las de un campo de concentración” [26].

El 1 de mayo de 1980 el nuevo gobernador Rafael Camacho Guzmán, proveniente de la CTM, publicó un desplegado: “Al conmemorarse universalmente el Día del Trabajo, el Gobierno del Estado de Querétaro ratifica su solidaridad con el pueblo queretano y particularmente con nuestro sector laboral, reafirmando el interés fundamental de encausar nuestros esfuerzos dentro del marco del derecho y el respeto a los valores fundamentales del individuo como el medio más legítimo para acceder a la comunicación recíproca, al cambio y a la superación de la clase trabajadora”. En cambio, el PMT, el Sindicato del Personal Académico de la UAQ y el periódico El Martillo compartieron un “Manifiesto a los trabajadores” en el que recordaban que este era “un día que le hemos arrancado a la clase dominante para manifestar nuestra decisión de seguir luchando contra la explotación que genera el sistema capitalista”. Sus demandas eran democratización de los sindicatos, contra los líderes ‘charros’, aumento general de salarios, control efectivo de los precios, el derecho a huelga, derogar las reformas a la Ley Federal del Trabajo, solidaridad con los obreros despedidos injustificadamente en Tremec y Celanese. Y concluían con las consignas: “¡Viva el primero de mayo! ¡Muera el charrismo sindical! ¡Viva la clase obrera! ¡Por la abolición del trabajo asalariado!” [27]. En esos mismos días, el IMSS informaba que en lo que iba del año 1604 personas habían fallecido y 13 mil quedaron incapacitadas permanentemente “como consecuencia de las lesiones sufridas en accidentes de trabajo”. Dramática cara de la industrialización [28].

En septiembre de 1980, en Tremec se dio una huelga de consideración, alimentada por un clima de inestabilidad creciente desde 1979. Tras una asamblea en abril con más de 400 trabajadores pertenecientes al sindicato (de los 4 mil 300 afiliados), desconocieron al comité encabezado por el Secretario General Nicolás Cano Villafaña y ante la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado presentaron la integración del nuevo comité, que quedó formado por el Secretario General José Rafael Adelaido Moreno Sánchez [29]. El nuevo comité en formación se propuso sacar a Cano Villafaña. Por su parte, Cano Villafaña dijo que “el grupo de inconformes son unos 200, y que varios de los que los encabezan son miembros del PMT y PCM, que él tiene el apoyo de los demás trabajadores que entre de planta y eventuales suman cerca de 4000” [30].

Fernando Galván Acosta, trabajador en Tremec desde 1973, formaba parte de los inconformes con el comité de Cano. Por lo que, con otros tres o cuatro trabajadores, empezaron a difundir la situación entre sus compañeros. A decir de ellos, “el contrato ya estaba vendido”. Al principio “no había conciencia política, la mayoría de la gente no respondía. Afortunadamente, vieron que el trabajo que se hizo estaba dando resultado, incluso se les tomaba en cuenta en la misma revisión del contrato”. Repartiendo volantes, reuniéndose y buscando asesoría jurídica, juntaron firmas para destituir al comité sindical. Sin embargo, inmediatamente empezaron a ser hostigados. La policía judicial los seguía hasta sus casas y vigilaba sus reuniones; “hasta el obispo nos presionaba para que ya paráramos eso”, recordó Fernando [31]. El grupo resistió y recibió asesoría y apoyo de diferentes lados. El Frente Nacional de Abogados Democráticos (FNAD) les dio una rápida capacitación en materia de leyes laborales. Y también por parte de estudiantes de Psicología y del Consejo Estudiantil Democrático Universitario de Querétaro (CEDUQ), quienes hicieron el enlace con el FNAD [32]. Finalmente, el 27 de septiembre, el turno nocturno inició un paro de labores y en la mañana del domingo 28 de septiembre, ante la asistencia de tres mil obreros a la asamblea general del sindicato fue destituido el comité de Cano Villafaña y elegido por aclamación el de Moreno Sánchez, quien presionó a la CTM para lograrlo [33].

A la par, desde finales de 1980, los trabajadores de Kellogg’s empezaron a organizarse ante los atropellos de la empresa y los malos manejos del Contrato Colectivo por parte del sindicato, encabezado por Primitivo Rodríguez García. En la asamblea de los trabajadores del 24 de octubre, el comité ejecutivo del sindicato fue destituido y fue nombrado un nuevo comité encabezado por Francisco Olvera Martínez como Secretario General, “a lo cual se opuso la empresa, los dirigentes charros y la Federación”. La empresa respondió despidiendo inmediatamente al nuevo comité y a numerosos trabajadores que simpatizaban con éste. Un mes después, y a pesar de presentar la documentación requerida, una vez más los miembros del comité fueron despedidos junto con los trabajadores que apoyaron al nuevo sindicato. Las indemnizaciones otorgadas a los despedidos fueron miserables. Por ello Victoriano Chávez, Olvera Martínez, Secretario de Trabajo y Conflictos, y Martín Rueda Segura organizaron las manifestaciones en enero del 81 [34].

 

Pie de foto: “Subsiste el problema intergremial en Kellogg’s. En la gráfica aparecen algunos de los lideres de la disidencia”. Noticias, 4 de enero de 1981.

Pie de fotos: “Muros que expresan la inconformidad de los trabajadores de Kellogg’s, profundamente divididos en lo sindical. El problema, al que se le han querido dar diversas soluciones, persiste como puede deducirse por estas gráficas”. Noticias, 9 de enero de 1981.

 

En la noche del 15 de enero, el exsecretario general del sindicato, Francisco Olvera Martínez fue detenido por la Policía Judicial acusado de hacer pintas en una propiedad privada con la leyenda “Exigimos la reinstalación de los trabajadores despedidos de Kellogg’s”, lo que provocó mucha indignación entre los trabajadores de la empresa, quienes interpretaron el hecho como una maniobra urdida por Kellogg’s para reprimir a Olvera Martínez e impedir el paro general convocado para el día siguiente, el cual ya no se llevó a cabo [35]. Dicho trabajador era miembro del PMT –de hecho, parece que la base del sindicato estaba adherida al mismo partido–, organización que exigió su libertad en una marcha realizada el 28 de enero. Dijo Olvera Martínez: “Hubo muchas pérdidas y además bastantes problemas, se perdió el movimiento, las demandas laborales, el objetivo central no se pudo recuperar y el trabajo político dentro del sindicato acabó por desviarse totalmente” [36]. Además, estaba el rumor de una posible intervención de la CTM que buscaría que el sindicato se uniera a sus filas. Recuerda Martín Rueda Segura, que había empezado a laborar en Kellogg’s:

Participamos en la organización sindical en Kellogg’s, un movimiento que en sus inicios fue asesorado y preparado por personas como Francisco Olvera Martínez, mejor conocido como ‘el Chiva’, por sus características físicas, y que llegó a ser Secretario General del sindicato de Kellogg´s, dirigente del movimiento y, finalmente, reprimido, tomado preso en el penal de San José el Alto. A partir de ahí descabezaron y destruyeron al movimiento de Kellogg´s, con el despido de cerca de 600 trabajadores. El movimiento fue asesorado por un personaje central en la vida de este país: Demetrio Vallejo. Él, directamente, trabajaba con Francisco Olvera, con otros tres compañeros, cuyos nombres no recuerdo, y conmigo. Empezamos siendo cien trabajadores de base de Kellogg’s y llegamos a formar, por lo menos, unos diez comités de base que eran las células a partir de las cuales organizábamos el análisis, la discusión y la estrategia contra un comité sindical ‘charro’, que para ese tiempo negociaba un contrato colectivo y, como era costumbre, el contrato colectivo se vendió. La venta del contrato colectivo comenzaba porque el mismo se negociaba en Acapulco, los incrementos salariales eran de risa, las prestaciones disminuían y el llevarlos a una playa, apapacharlos con alcohol y prostitutas era la forma de ablandarlos. Finalmente, las prebendas para los ‘charros’ fue lo que detonó el movimiento que lleva a un paro general de la fábrica, manifestaciones públicas, destitución del comité ‘charro’, la elección de un comité democrático y después de ahí una negociación, al siguiente año, de salarios, que termina con el despido injustificado de Francisco Olvera, la elección de otro comité sindical democrático, el despido de ese comité y un tercer comité en el que ya participé yo en la cartera de Trabajos y Conflictos también fuimos despedidos. La solución final de la empresa fue despedir a 600 trabajadores de los 900 que tenía la empresa […] no presentaron ningún argumento, todos ellos fueron despidos injustificados que se combatieron en los tribunales, los tribunales también son patronales y terminaron dándole la razón a la empresa y uno por uno fue recibiendo su liquidación [37].

La empresa remplazó casi a la totalidad de su fuerza de trabajo, dando de baja o liquidando a la mayoría de sus empleados y obreros con antigüedad [38]. Retomando el caso de Tremec, los trabajadores se querían distanciar de la CTM. En una asamblea general realizada el 25 de enero de 1980, los delegados de la CTM enviados por Fidel Velázquez fueron recibidos al grito de “fuera líderes vendidos, su presencia aquí no es grata, fuera, fuera”. Moreno Sánchez quiso calmar las aguas señalando que habían sido enviados con la intención de apoyarlos con asesoría para revisar el Contrato Colectivo. La “asamblea contestó en su totalidad que no querían saber nada de la CTM, no obstante que pertenecían a ella”. Finalizada la asamblea fueron marchando hasta el Jardín Obregón entre cánticos como “este puño sí se ve”, “fuera la CTM”, “abajo los líderes charros” y “no queremos nada con la CTM”. En el mitin “los oradores lanzaron ataques a la CTM, al Gobernador del estado, a líderes vendidos e hicieron saber que el Gobierno estatal estaba contra los trabajadores y a favor de los empresarios [39].

Esa misma mañana Homero Turrubiates Guerrero y Carlos Bustos, asesores del comité, junto a Crisóforo Alvarado y Fernando Galván Acosta, miembros del Comité Ejecutivo del mismo sindicato, fueron secuestrados. El Gobierno del estado negó categóricamente tener alguna “injerencia” en la desaparición, pronunciándose “respetuoso de la autonomía sindical y el derecho de huelga”. Por su parte, Fidel Velázquez advirtió a los líderes del sindicato “que deben expulsar la asesoría que están recibiendo de organismos ajenos al movimiento” por parte de “seudo partidos de tendencia de izquierda, la cual no puede ser admitida, puesto que se han pronunciado abiertamente como enemigos de esta central”. De igual modo el dirigente cetemista local Ezequiel Espinoza Mejía manifestó que la CTM Querétaro “redoblará su lucha en contra de los sindicatos blancos y de los radicales de izquierda seudorredentores de los trabajadores” [40].

Galván Acosta recuerda que en la mañana, horas antes de la asamblea, les avisaron que “‘va a haber problemas, va a haber represión’. Iban a hacer el cambio de comité, o sea nos iban a destituir o deslegitimar” [41]. Mientras Galván Acosta, Alvarado, Turrubiates y Bustos se iban trasladando en un coche desde la oficina del sindicato hacia el auditorio, un automóvil LeBaron café de la empresa con dos personas se les atravesó; el copiloto “bajó, sacó una pistola, ‘¡bájense, hijos de la chingada!’. Pues por la ‘buena’, ¡cómo chingados no nos vamos a parar! (risas). Nos bajamos. Inmediatamente nos ataron las manos y nos vendaron los ojos. Nos subieron al LeBaron café”, dijo Fernando. En el transcurso, en la salida hacia México, los cambiaron a una Combi. Debajo de un puente los retuvieron hasta las cuatro o cinco de la tarde. Es cuando en la asamblea los trabajadores forzaron a que los representantes de la CTM marcharan con ellos hasta Palacio de Gobierno, donde protestaron por la desaparición de los cuatro [42].

La noche les llegó al parecer por Pachuca, donde les amaneció el lunes. Dando vueltas, pasaron otra noche en el coche. Fueron entregados hasta la noche del martes, en una región boscosa. Finalmente una persona, tal vez un exmilitar, los colocó en unas celdas al interior de una granja. Las noches del miércoles y la del jueves las pasaron ahí. El viernes los sacaron, vendados. Fue cuando Galván pensó “hubo un acuerdo gobierno-CTM-empresa” para secuestrarlos. Otra vez los pasaron a la misma combi y los dejaron a los cuatro “acostados boca abajo” en la orilla de la carretera del pueblo de Cazadero, cerca de San Juan del Río. Les dejaron un mensaje en la bolsa de uno de ellos: “Si regresan a Querétaro, les partimos su madre. Recuerden que tienen familia”. Pero decidieron regresar, aunque primero fueron a la Ciudad de México, dirigiéndose a la oficina de la FNAD [43].

Dos días antes de su liberación, el 28 de enero de 1981, los trabajadores de Tremec volvieron a ondear las banderas rojinegras ya que el sindicato demandaba un aumento del 60% del salario (a los pocos días redujeron su exigencia a 50%) a lo que la empresa sólo accedía al 20%, por lo que los 4237 trabajadores iniciaron la huelga, comenzando las pláticas entre ambas partes, con la representación, por parte del sindicato, de Moreno Sánchez como Secretario General. Sin embargo, las pláticas se rompieron el 30 de enero a las 8:05 pm [44]. Tras cinco días desaparecidos, los dos asesores y los dos integrantes del sindicato fueron tratados “como toreros o boxeadores” por sus compañeros, pues los llevaron en hombros durante un mitin el 31 de enero de ese mismo año en el Jardín Guerrero. Fernando reconoció a un policía judicial que se había hecho pasar por obrero en una asamblea, por eso, una vez libres y de regreso a Querétaro, ni se molestaron en denunciar el hecho. [45].

Ricardo Pacheco Silva, obrero en Tremec del 78 al 85 e integrante de varios comités sindicales en la comisión de deporte, recordó sobre la huelga:

Tenía mucha participación política con el sindicato. Todos participaban porque había mucha militancia en los obreros pero sobre todo la influencia política que tuvo la UAQ a través de la OIR, el PMT, el PCM y la ACNR. En el CEDUQ había militancia en esos partidos pero todos muy activos y respetuosos de las posturas. No fue un movimiento fácil, también había muchos infiltrados de la empresa y gobierno que intentaron romper los movimientos pero hubo más unión entre todos. Fuimos más los que buscamos el beneficio colectivo. Recuerdo que giraron órdenes de aprehensión contra de cinco de nosotros por haber llevado a Nicolás Cano Villafaña a patadas desde la planta hasta Conciliación y Arbitraje a desistirse del Contrato Colectivo que habían firmado. A un compañero, de  apellido Galván, era profesor de primaria y obrero, lo secuestraron para poder presionar. Después nos acusaron de ‘Judas’ por querer romper el Contrato Colectivo. Fueron tiempos muy difíciles. La huelga que duró 36 días estuvo muy dura, habíamos quienes nos dedicábamos a elaborar volantes de información, íbamos a los mercados, la gente nos apoyaba mucho, también fuimos a botear al Estado de México, a Monterrey y a Hidalgo, el apoyo de universidades y la sociedad en general fue muy importante. Sí fue muy intenso [46].

El 7 de febrero de 1981, en una conferencia de prensa en la Ciudad de México, Moreno Sánchez, Olvera Hernández y Antonio Escamilla declararon que “nunca hemos pensado salirnos de la CTM”. Pasados los días, el 16 de febrero, el sindicato prescindió de sus asesores “identificados claramente  por sus ideas extrañas”, declarando Moreno Sánchez que tal decisión fue tomada “para bien de nuestra organización” [47]. Finalmente, con la intervención de Enrique Burgos García como representante del gobierno estatal, en la noche del 3 de marzo se llegó a un acuerdo del 33% de aumento salarial y el 50% de salarios caídos desde el inicio de la huelga, así como un mayor seguro de vida y aumento de las becas, siendo el paro más largo de Tremec en sus entonces 16 años de historia, con 37 días en huelga. Las banderas rojinegras fueron retiradas y los trabajadores volvieron a laborar al día siguiente, con un comité sindical dividido, cuyas siguientes asambleas acabaron en golpes [48]. Al paso de los días, el nuevo comité fue nombrado en contubernio entre empresa y gobierno. Un par de semanas después, todos los integrantes del comité de Adelaido fueron despedidos [49].

Tras las huelgas en Kellogg’s, Tremec y la desaparición forzada de Arnulfo Córdova Lustre en marzo de 1981 –militante del PCM, quien encabezó un paro de labores durante la construcción de la fábrica de Kimberly Clark en San Juan del Río, caso que trataremos en una siguiente entrega–la represión aumentó, incrementándose los despidos. Comentó José Manuel Dorantes Vega: “Quedamos prácticamente vetados, porque estábamos de fábrica en fábrica y llegábamos y nos votaban y de alguna manera nos empezaban a ubicar. Sin embargo, empezamos a trabajar por fuera, pero si ya antes estábamos muy descobijados y expuestos, pues ya fuera de la fábrica estábamos más”. Organizaron comités de lectura en donde estudiaban a Marx y Lenin, pero sobre todo historia sindical, buscando formar políticamente a los trabajadores, con gente que seguía en las fábricas, “a nosotros nos había ganado un poco el ímpetu. La cosa no es así, tenemos que ir más organizados… uno, chavo, cree que la revolución está a la vuelta de la esquina y así lo percibe uno” [50].

 

 

[1] Diario de Querétaro, 3 de mayo de 1970, “Manifestación de apoyo a GDO fue el desfile obrero” por Manuel Guevara Castro; 4 de mayo de 1970, “Exhorta CTM al obrero, a la lucha”.
[2] Diario de Querétaro, 3 de mayo de 1971, “Símbolo de unidad obrera, el desfile” por Manuel Guevara Castro.
[3] Caja 1665C/137734/2/Empresas y trabajadores-011, 1972-1981.
[4] Diario de Querétaro, 3 de mayo de 1972, “Manifestación obrera de unidad en torno al Gobernador, fue el desfile”. Lorenzo Meyer, La segunda muerte de la Revolución Mexicana, Ediciones Cal y Arena/De bolsillo, México, 2008, p.56.
[5] Amanecer, 25 de marzo de 1958, “Acontecimiento nacional fue la inauguración de Purina”. Noticias, 17 de abril de 1973, “Sin control el alza de artículos de primera necesidad”; 5 de mayo de 1973, “Denunciaron ante Ortiz Arana sus miserables sueldos”; 15 de agosto de 1973, “Salario mínimo de 59 pesos pedirá la FTEQ. Apenas si son suficientes, dice Jorge Padilla Bustamante”; 5 de septiembre de 1973, “Si no hay retabulación obreros queretanos irán a huelga”; 15 de septiembre, “Las dos centrales obreras unidas en su movimiento”. Diario de Querétaro, 30 de abril de 1973, “La industria rechaza la semana de las 40 horas”; 11 de septiembre de 1973, “Que los líderes obreros atentan contra la producción”, “Los primeros emplazamientos de huelga, ayer”; 2 de octubre de 1973, “Estalló la huelga en Purina, Gerber, Singer y Link Belt”; 3 de octubre de 1973, “Llegaron a un acuerdo tres empresas con los trabajadores” por Juan Álvaro Zaragoza Lomelí.
[6] Diario de Querétaro, 28 de enero de 1974, “Freno a la carestía exigen los obreros”. Estado de Querétaro, 5 de enero de 1974; AGN, galería 1, fondo DFS, “Gobierno del Estado de Querétaro”, exp.100-20-1, L.1, H.99.
[7] Estado de Querétaro, 12 de febrero de 1974; AGN, galería 1, fondo DFS, Ibíd., H.162-164, 168. Estado de Querétaro, 13 de febrero de 1974, por “Jorge Samael Ávila Avendaño”; AGN, galería 1, fondo DFS, Ibíd., H.170-171. Diario de Querétaro, 13 de febrero de 1974, “Se impuso la cordura en Tremec y volvieron al trabajo”; 7 de marzo de 1974, “Deciden hoy si el sindicato de Tremec se independiza de CTM”; 11 de marzo de 1974, “Confirmado, el Sindicato de Tremec no se separará de la CTM”.
[8] Estado de Querétaro, 25 de abril de 1974; AGN, galería 1, fondo DFS, Ibíd., H.148. Noticias, 22 de abril de 1974, “Estamos dispuestos al diálogo: Sindicato de Tremec” por Sergio A. Venegas; 23 de abril de 1974, “Tremec aceptó investigar a uno de sus supervisores” por Sergio A. Venegas; 24 de abril de 1974, “Desde anoche, las banderas rojinegras en Tremec” por Sergio A. Venegas.
[9] Diario de Querétaro, 28 de abril de 1974, “Se impuso la cordura en Tremec”. Ecos en Querétaro, 28 de abril de 1974, “Panal político” por Avispón, “Fin a la huelga en Tremec”.
[10] Estado de Querétaro, 20 de julio de 1974; AGN, galería 1, fondo DFS, “José Cruz Guerrero”, exp.100-20-1-74, L.9, H.53 y 54.
[11] Entrevista con Rosalío Olguín Olvera realizada el 23 de agosto de 2013. Rosalío Olguín Olvera (Querétaro, Qro., 1955), vivió muchos años en la Ciudad de México. Regresó a Querétaro y laboró en Tremec e Industria del Hierro. En 1976 se afilió al PMT, donde formó parte de la primera dirección provisional, posteriormente militó en el PMS y en los inicios del PRD, llegando a ser consejero nacional. A la par participó en la lucha urbano-popular, formando parte de la Unión de Colonias Populares, de la Unión de Comerciantes Populares, del Frente Independiente de Organizaciones Sociales y de Vía Campesina. Actualmente se ha alejado de la lucha social y la militancia.
[12] Lucha Obrera. MSR Sección Querétaro, “Notas obreras”, 1974 ca. Libre Opinión, 11 de junio de 1974, “La agitación obrera inquita a los empresarios”, “Disparidad entre precios y salarios”. Diario de Querétaro, 27 de junio de 1974, “Afecta la huelga a 950 obreros textiles”.
[13] Arturo Whaley, “Una década de insurgencia sindical, una década de resistencia: 1975-1985” en Arturo Martínez Nateras (Coord.), La izquierda mexicana del siglo XX. Libro 2. Movimientos sociales, UNAM, México, 2016, pp.269-276.
[14] Noticias, 3 de mayo de 1975, “El orden y el espíritu cívico, imperaron en la parada obrera, pese a las provocaciones”. Diario de Querétaro, 3 de mayo de 1975, “Expusieron su problemática al Gobernador”, “Fueron frustrados los propósitos de provocadores”.
[15] Estado de Querétaro, 24 de enero de 1976; AGN, galería 1, fondo DFS, “Gobierno del Estado de Querétaro”, exp.100-20-1, L.1, H.92. Estado de Querétaro, 7 de mayo de 1976; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981.
[16] Tremec Circular, 17 de diciembre de 1975, William F. Leonard, Director General. Lucha Obrera. MSR Sección Querétaro, “Notas obreras”, 1975 ca. Noticias, 16 de enero de 1976, “La empresa ‘Laboratorios Vineland’, no sólo se niega a reconocer el sindicato; toma represalias contra uno de sus miembros”. Donna J. Keren, Trabajo y transformación económica de Querétaro, INAH / COBAQ / Voz Crítica, México, 1997., pp.42-43. Bizberg, Ilán, “Auge y decadencia del corporativismo” en Lorenzo Meyer e Ilán Bizberg (Coord.), Una historia contemporánea de México, t. I, Océano / Colmex, México, 2003, p.331.
[17] Noticias, 21 de enero de 1976, “Coincide el líder de CTM: es grave el problema del ruido en varias factorías”; 3 de mayo de 1976, “Accidentes de trabajo: 150 millones en pérdidas”. Diario de Querétaro, 3 de mayo de 1976, “Con todo orden se celebró el desfile del Día del Trabajo en esta ciudad”. Heraldo de San Juan, 21 de febrero de 1976, “Surgió un conflicto laboral resuelto prontamente”; 5 de mayo de 1976, “Día del Trabajo en San Juan”; 31 de julio de 1976, “Una filial de Uni-Royal se establecerá en San Juan del Río”, “Cía. Ind. Cerillera concedió aumentos salariales”.
[18] Hasta estos momentos, los trabajadores de la Industria del Hierro continúan con su movimiento de huelga, 28 de junio de 1976; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981. Ilán Bizberg, Ibíd., p.332.
[19] El Rebelde, 17 de septiembre de 1976, “Política antiobrera en la empresa TREMEC”.
[20] Entrevista con Juan Carlos Beas Torres realizada el 5 de agosto de 2020. Juan Carlos Beas Torres (Guadalajara, Jal., 1955), es Licenciado en Economía por la UNAM. Inició en la Federación Anarquista en 1974, con la que se articuló con el grupo ‘El Rebelde’ en Querétaro. Tras salir de la entidad, estuvo escondiéndose durante mucho tiempo gracias a las redes de apoyo de distintas organizaciones, hasta llegar a Quintana Roo, lo que no evitó, que en un momento dado, fuera secuestrado por la DFS.
[21] Noticias, 11 noviembre de 1976, “Continúan los despidos en la industria local” por Sergio Venegas A; 20 de febrero de 1977, “Apoyo al desarrollo industrial de Querétaro”.
[22] Diario de Querétaro, 29 de enero de 1979, “Estalló en Tremec la primera huelga del año; piden el 30%” por Ezequiel Martínez A. Profunda división en el sindicato de trabajadores de Tremec, 10 de junio de 1979; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981.
[23] Noticias, 3 de mayo de 1979, “El apoyo de todos para RCG pidió Calzada”.
[24] Anoche terminó la huelga de los trabajadores de la planta Kellogg’s, 1 de junio de 1979; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981. Diario de Querétaro, 22 de mayo de 1979, “Iniciarán pláticas obreros y Kelogg’s sobre la huelga”, “Obreros y Kellogg’s piden a Fdo. Ortiz A. su intervención”. Raúl Trejo Delarbre, Crónica del sindicalismo en México (1976-1988), Siglo XXI / UNAM, México, 1990, p.268.
[25] Noticias, 1 de julio de 1979, “Cuarto día de huelga e IH”; 2 de julio de 1979, “Más de dos mil quinientas familias queretanas afectadas por huelgas textil  y la de IH”; 5 de julio de 1979, “Estalló la huelga en Compacto; afecta a cuatrocientos setenta trabajadores”; 21 de octubre de 1979, “Estalló la huelga en Remex al no encontrarse punto de equilibrio entre peticiones y ofrecimientos”; 30 de octubre de 1979, “La semana de cuarenta horas no frenará la industrialización del país: Camacho Guzmán”. Diario de Querétaro, 21 de septiembre de 1979, “De aceptar Uniroyal la propuesta”. Raúl Trejo Delarbre, Ibíd., p.246. Donna J. Keren, Ibíd., p.36-37, 45 y 129.
[26] Luis Fernando Flores Olague, “Análisis de los factores de acción social de los obreros en Querétaro y su expresión organizativa”, en Gilberto Silva (Coord.), Movimientos sociales en Querétaro, UAQ, México, 1984, pp.143-150.
[27] Noticias, 1 de mayo de 1980, “A la clase trabajadora. Al pueblo de Querétaro”, “Manifiesto a los trabajadores”.
[28] Diario de Querétaro, 21 de mayo de 1980. Noticias, 13 de mayo de 1980, “Mil 604 personas murieron por accidentes de trabajo en 1979”. Los accidentes habrían aumentado un 18.9% de 1978 a 1979.
[29] Noticias, 6 de septiembre de 1980, “Beneficio personal, objetivo de quienes buscan el liderazgo en Tremec: Cano”. Luis Fernando Flores Olague, Ibíd., pp.163-168.
[30] Sigue la división entre los trabajadores de la industria Tremec, 10 de septiembre de 1980, Querétaro, Qro.; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981.
[31] Entrevista con Fernando Galván Acosta realizada el 19 de marzo de 2020. Fernando Galván Acosta (1947, San Juan del Río, Qro.), laboró en distintas fábricas, como Industria del Hierro y Tremec. Ahí, participó en el grupo disidente que destituyó a Cano Villafaña. Después trabajó en el magisterio. A principios de los noventa, participó en el Frente Independiendo de Organizaciones Sociales y fue simpatizante del PRD y el PT, sin afiliarse a ninguno. Posteriormente, se afilió a Morena.
[32] Entrevista con Fernando Galván Acosta, Ibíd.
[33] Entrevista con Fernando Galván Acosta, Ibíd. Es ratificado por mayoría el nuevo comité ejecutivo del sindicato de Tremec, 28 de septiembre de 1980; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981.
[34] Manifestación y mitin de 30 trabajadores de Kelogs [sic], 13 de enero de 1981; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981. Noticias, 4 enero de 1981, “Sin resolverse aun el problema del sindicato de Kellogg’s”.
[35] Francisco Olvera Martínez, líder del sindicato de trabajadores de la industria Kelloggs, fue detenido anoche, 16 de enero de 1981; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Ibíd.
[36] Luis Fernando Flores Olague, Ibíd., pp.150-159.
[37] Entrevista con Martín Rueda Segura realizada el 28 de julio del 2014. Martín Rueda Segura (Querétaro, Qro., 1963), es Licenciado en Sociología y Maestro en Análisis Político por la UAQ. Inició su vida laboral a temprana edad como obrero, donde participó en la lucha obrera de la fábrica Kellogg’s. Militó en el PMT, donde fue dirigente estatal; en el PMS, donde fue el presidente del comité de elecciones en el 88, dejando la militancia tras ese proceso. Reingresó a la militancia en el PRD entre el 2000 y el 2002, separándose del mismo hasta el 2012-2013. Actualmente milita en Morena y es docente y directivo en el COBAQ desde 1999.
[38] Donna J. Keren, Ibíd., p.90 y 110-121.
[39] Junta sindical de trabajadores de Tremec, 25 de enero de 1981; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981. Marcha y mitin de los trabajadores de Tremec, 25 de enero de 1981; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981.
[40] Diario de Querétaro, 31 de enero de 1981, “Ninguna injerencia estatal en la desaparición de 4 líderes” por Juan Álvaro Zaragoza y Lorenzo A. Caraveo, “Apoya la CTM a la base obrera de Tremec”, “El caso, detonante de un movimiento a nivel nacional”, “Diálogo, cuando haya propuesta razonable: Tremec”. Según un informe de la organización maoísta Línea Proletaria, habría tenido participación en esta lucha en Tremec, pero no queda claro el cómo. “Informe: Línea Proletaria”, Organización, n.4, agosto de 1981, pp.13-21, citado en Arturo Anguiano, Entre el pasado y el futuro. La izquierda en México, 1969-1995, UAM, México, 1997, p.34. Platicando con dos exmilitantes de Línea Proletaria, Agustín Acosta Zavala y Antonio Guzmán Vázquez, a decir de ellos, no hubo ‘brigadas obreras’ en Querétaro. Dijo Acosta: “un servidor fue miembro del aparato organizador de la Zona Centro de LP (Hidalgo, Guanajuato, D.F., San Luis Potosí), no hicimos trabajo político-ideológico en Querétaro en el periodo 1976-79, que fue el periodo en que LP abrió su presencia en estos estados. Lo mas cerca que estuvimos de ese estado fue en Tula, Hidalgo, donde intentamos, sin éxito, hacer trabajo en la Refinería. Hasta ahí mi información y mis recuerdos. Después del año 79, ‘colitas’ de LP llegaron a Qro.  Es otro tema que ya no conocí, porque en el 79-80 LP, como corriente, desapareció con todos sus aparatos”. Pláticas realizadas en marzo de 2020.
[41] Entrevista con Fernando Galván Acosta, Ibíd.
[42] Ibíd.
[43] Ibíd.
[44] Estalló la huelga de la negociación Transmisiones y Equipos Mecánicos, S.A., Tremec, 28 de enero de 1981; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981. Estado. Diario de Querétaro, 29 de enero de 1981, “Tremec en huelga… pero siguen las negociaciones”.
[45] Se presentaron voluntariamente los 4 asesores del sindicato de Tremec, 1 de febrero de 1981; AGN, galería 2, fondo DGIPS, Caja 1665 C/137634/2/Empresa y trabajadores 1651-B-011, 1972-1981. Diario de Querétaro, 1 de febrero de 1981, “Aparecieron ayer los 4 líderes y asesores”. Entrevista con Fernando Galván Acosta, Ibíd.
[46] Entrevista con Ricardo Pacheco Silva realizada el 5 de septiembre de 2020. Ricardo Pacheco Silva (Querétaro, Qro., 1960), fue trabajador en Kellogg’s y en Tremec. Posteriormente, fue docente en la UAQ. Fue fundador del PRD, del cual se alejó.
[47] Diario de Querétaro, 5 de febrero de 1981, “Reanudaremos pláticas cuando haya una postura razonable del sindicato: Tremec” por Ezequiel Martínez, “FTEQ. A los trabajadores de Tremec”; 14 de febrero de 1981, “Sin reanudarse las negociaciones entre sindicato y empresa de Tremec”; 17 de febrero de 1981, “Incompatibles aún la demanda obrera y oferta empresarial” por Anatolio J. Colorado. Excélsior, 8 de febrero de 1981, “Cumple 11 días la huelga en Tremec, y las pláticas siguen suspendidas”.
[48] Estado de Querétaro, 3 de marzo de 1981; AGN, galería 1, fondo DFS, “Enrique Burgos García”, exp.022-048-002. Diario de Querétaro, 5 de marzo de 1981, “Prestaciones y mejoras que lograron en Tremec” por Ezequiel Martínez; 4 de mayo de 1981, “Persiste la división sindical en Tremec” por Ezequiel Martínez. Noticias, 4 de mayo de 1981, “Destituyen al Secretario de Trabajo de Suttremec”. Raúl Trejo Delarbre, Ibíd., p.198.
[49] Entrevista con Fernando Galván Acosta, Ibíd.
[50] Entrevista con José Manuel Dorantes Vega realizada el 20 de agosto de 2013. José Manuel Dorantes Vega (Querétaro, Qro., en 1955), inició su participación política en la lucha obrera por la democratización sindical a principios de los ochenta. Separado forzosamente de esta, inmediatamente entró de manera casual a la lucha urbano-popular, siendo miembro fundador del Comité de Defensa Popular en Querétaro y, posteriormente, del Partido del Trabajo, también en la entidad, del cual se separó entre 1994-1995, continuando en la lucha urbano-popular.

 

 

Fuentes documentales
AGN, Fondo DFS y Fondo DGIPS
Amanecer, Diario de Querétaro, Noticias, Lucha Obrera. MSR Sección Querétaro, Libre Opinión, Ecos en Querétaro, Heraldo de San Juan, El Rebelde.
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Bizberg, Ilán, “Auge y decadencia del corporativismo” en Lorenzo Meyer e Ilán Bizberg (Coord.), Una historia contemporánea de México, t. I, Océano / Colmex, México, 2003.
Flores Olague, Luis Fernando, “Análisis de los factores de acción social de los obreros en Querétaro y su expresión organizativa”, en Gilberto Silva (Coord.), Movimientos sociales en Querétaro, UAQ, México, 1984.
Keren, Donna J., Trabajo y transformación económica de Querétaro, INAH / COBAQ / Voz Crítica, México, 1997.
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Simon Delgado, Kevyn, “El desarrollo de los partidos políticos de izquierda y su articulación con las luchas sociales en Querétaro, 1968-1988”, Tesis de Maestría en Estudios Históricos, UAQ, México, 2015.
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Entrevista con José Manuel Dorantes Vega realizada el 20 de agosto de 2013.
Entrevista con Rosalío Olguín Olvera realizada el 23 de agosto de 2013.
Entrevista con Martín Rueda Segura realizada el 28 de julio del 2014.
Entrevista con Fernando Galván Acosta realizada el 19 de marzo de 2020.
Entrevista con Juan Carlos Beas Torres realizada el 5 de agosto de 2020.
Entrevista con Ricardo Pacheco Silva realizada el 5 de septiembre de 2020.
Pláticas con Agustín Acosta Zavala y Antonio Guzmán Vázquez realizadas en marzo de 2020.

 

*Texto inédito para El Machete. El autor es Maestro en Estudios Históricos.

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