El Machete

Entrevista para el periódico El Machete:

Abril 2021, Cd. de México. “El hecho de que nuestra generación no goce de estabilidad y derechos laborales es algo que podemos cambiar organizándonos. Identificando el origen económico que causa la precariedad, no sólo de los trabajadores profesionistas, sino de todos los que componen a la clase trabajadora del país”, comenta Alicia M., licenciada en Diseño Gráfico egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Alicia es una extrabajadora de la máxima casa de estudios y en esta entrevista nos cuenta la situación que viven las y los trabajadores calificados en nuestro país, la cual se enmarca en las recientes movilizaciones que han protagonizado docentes y algunos sectores de trabajadores administrativos de dicha institución.

El contrato de trabajo que la instrucción ofrece, contiene una vigencia de 5 meses y medio, posteriormente de 3 y finalmente, se firma un contrato mensualmente, comentó Alicia M. para El Machete, “Es un tipo de contratación donde se nos denomina PRESTADOR DE SERVICIOS / HONORARIOS. Y es importante mencionar que nunca se nos otorgó una copia del contrato, sólo fotografías que tomamos al momento de firmar”.

Una de las situaciones que más afectan al personal que labora bajo este tipo de contratos, es la tardanza en el pago de honorarios mensualmente, “Nos pagan por transferencia electrónica, es decir por contratación de honorarios, cada mes recibíamos nuestro salario y al estar bajo este esquema, implicaba hacer por nuestra cuenta la deducción de impuesto para declarar al SAT. De igual forma había veces que el pago se retrasaba hasta dos meses y jamás hubo empatía por parte de la Institución por agilizar los procesos”.

Alicia comentaba que las condiciones laborales a las que se encuentran estos trabajadores, son de precariedad, ejemplo de ello es donde ella trabajaba, “Era un espacio que inicialmente fue construido para ser bodega, tenía techo de lámina y paredes de tabla roca, no tenía salida de emergencia y las instalaciones eléctricas estaban dañadas. Hubo varios cortos circuitos que pudieron ser bastante graves”. Hay que destacar que a pesar de que los compañeros, que trabajaban en el proyecto, expusieron sus inquietudes con respecto a su seguridad, las autoridades nunca hicieron nada, “Sólo nos prometieron un lugar digno que jamás llegó. Y que, hasta el final del proyecto, continuamos en instalaciones muy peligrosas”.

Las condiciones precarias en las que se enfrentan los y las trabajadoras en la UNAM, no solo van desde poner en riesgo su seguridad, al contar con pésimas instalaciones donde laboral, sino que también en el cuidado de su salud, ejemplo de ello son los criterios con los que la institución acepta las situaciones de enfermedad, sin importar las condiciones en las que se enfrentan por el trabajo que realizan, “Siempre se nos indicó que los permisos por enfermedad se limitaban a las situaciones de gravedad, es decir, en sus criterios, la gravedad solo implicaba el estar cerca de morir o que no nos fuera posible movernos”, recalcó Alicia M.

La pauperización laboral en la que estos trabajadores son objeto, bajo el argumento de pertenecer a este tipo de esquema, van desde la ausencia de derechos básicos y una sobre carga de obligaciones. “Debíamos cumplir con las obligaciones propias de contratos con prestaciones, como acudir a oficina y respetar un horario. Pero por otro lado, las jornadas de trabajo podrían extenderse incluso hasta tarde, en una ocasión el equipo se vio obligado a quedarse toda la noche para cumplir con una entrega”.

Las diferentes situaciones que viven los y las trabajadoras de la UNAM, han convergido en una serie de manifestaciones en busca de destapar las condiciones pésimas en las que laboran dentro de la institución, y parte de las demandas han sido la obtención de prestaciones de ley para todos los trabajadores y salarios dignos. “La precariedad laboral en la UNAM es un tema que tiene muchos años y sólo fue evidenciada de forma más clara con esta pandemia. Creo que, si bien son luchas importantes, necesarias y hasta cierta parte lógicas, se debe analizar desde un objetivo de clase y no sólo desde la perspectiva de la corrupción administrativa, que, si bien es un problema, no creo que sea el origen de tal explotación y precariedad”, resaltaba Alicia M.

Por último, Alicia M. comento que es necesario organizarse como trabajadores, dejando a un lado los intereses particulares sino uniendo las diferentes luchas bajo un mismo fin.  “Debemos tener claro que, el hecho de que nuestra generación no goce de estabilidad y dignidad laboral es una realidad que podemos cambiar organizándonos desde la conciencia de clase. Identificando correctamente, el origen que causa la precariedad, no sólo de los trabajadores profesionistas, sino de todos los que componen a la clase trabajadora del país. Considero muy importante empezar a pensarnos como una totalidad y no priorizar los intereses particulares de un gremio, sino organizar cada lucha sabiendo que lo hacemos por todos”.