La situación de los trabajares de “Grupo Zet” (Primera entrega)
Por Israel Trejo
El año 2020, y lo que ha transcurrido del 2021, fue un periodo de lo más difícil para los proletarios debido a la pandemia del Covid-19. La mayoría de los muertos son de la clase trabajadora y los empresarios, con el gobierno y los sindicatos colaboracionistas a su servicio, han hecho todo lo posible por proteger sus ganancias a costa de la miseria, la salud y la vida de los trabajadores. Tal es el caso de la empresa “Grupo zet” mejor conocida como “Intima Hogar”.
Dicha empresa está ubicada en el parque industrial “El convento” del Estado de México. Allí el salario apenas rebasa por unos pesos el mínimo, y los niveles de explotación han llegado al grado de medir a los trabajadores el tiempo para ir al baño. Ocurren permanentes atropellos a los derechos de los trabajadores: multas por retardos, la retención del salario para tratar de forzar a los trabajadores a comprar en ventas organizadas por la empresa, como si de una tienda de raya se tratara. Las jornadas exceden los términos legales (2 horas la jornada diurna y hasta casi 5 la nocturna) sin que se pague tiempo extra por las excedentes.
También se obliga a los trabajadores a laborar tiempo extra, en algunos casos con duración de toda una jornada completa cuando se trata de un día de descanso y sin pagar conforme a la ley, omitiendo el pago de horas triples, argumentando que es su obligación “apoyar” y amedrentándolos con despedirlos. A todo esto se le suma el acoso permanente por parte de la empresa y el sindicato a quienes alzan la voz, despidiendo a quienes han intentado formar un sindicato independiente. Los trabajadores ni siquiera conocen su contrato colectivo real, ya que el sindicato les entrega una copia totalmente diferente a la que está depositada en la Secretaría del Trabajo.
Cuando se declaró el paro de actividades no esenciales en el sector privado, la patronal optó por una serie de medidas obligando a algunos a tomar vacaciones sin siquiera consultarlos a pesar de que los días en que los trabajadores deben disfrutar sus vacaciones están claramente estipulados en el contrato colectivo. Además de esto la empresa nunca detuvo sus actividades obligando a los trabajadores a seguir exponiéndose al contagio, con ello exponiendo a sus familias.
También se ha utilizado como pretexto la pandemia para comenzar a liquidar prestaciones plasmadas en el contrato colectivo. Tal es el caso del servicio de comedor, que con el pretexto de evitar aglomeraciones se les arrebató primero diciendo que sería algo temporal y después mediante intimidación. El secretario general del “sindicato progresista de la industria textil de la manufactura corte y confección de artículos de tela, ropa en general, similares y conexos de la república mexicana”, Salim Kalcach Navarro obligó a los trabajadores a aceptar la liquidación de esta prestación en una clara violación al contrato colectivo de trabajo, evidenciando que este sindicato no es una herramienta de lucha sino un aparato de represión y control al servicio de diferentes empresarios. Estas mismas condiciones se replican en otros centros de trabajo del mismo ramo como “Fiber Home S.A. de C.V.” mejor conocida como “Concord” y “Royal Soft S.A. de C.V.” por mencionar algunas de la región, donde este mismo sindicato pro patronal mantiene la titularidad de los contratos colectivos.
Además de todos estos atropellos a los trabajadores en esta empresa y en general en todos los centros de trabajo, aquellos que son considerandos población de alto riesgo de contagio al Covid-19 han sido despedidos. Otros empezaron a enfermar y fueron enviados a su casa con recortes al salario o definitivamente sin goce de sueldo. Otros han contagiado y perdido a sus familiares al haber tenido que exponerse al salir a trabajar y otros más han muerto para que el patrón mantenga sus ganancias mientras la clase obrera sigue siendo carne de cañón.
Éste es el panorama. Además de atropellos constantes a los intereses de los trabajadores los abusos se han venido recrudeciendo con la pandemia y la llamada nueva normalidad. El gobierno socialdemócrata de López Obrador manda a los trabajadores a morir ya sea de Covid-19 o de hambre para salvaguardar los intereses de los capitalistas. De esta y muchas otras experiencias es preciso que la clase obrera extraiga lecciones, se agrupe y organice para luchar por un sindicalismo de clase, para que en medio de esta lucha descubra su fuerza y la necesidad de una transformación radical de la sociedad para solucionar de forma definitiva sus problemas y carencias.