Por: Juan Recabarren

Hoy 2 de septiembre, murió el compositor y militante comunista heleno, Mikis Theodorakis, el cual obtendría renombre mundial por las bandas sonoras de dos filmes comerciales en las décadas de los 60’s y 70’s, Zorba el Griego (famosa por la actuación de Antony Quinn cuya escena de la danza se volvió símbolo de Grecia), y Serpico (con Robert DeNiro). No obstante, Mikis Theodorakis también fue reconocido por su militancia comunista y su labor revolucionaria desde muy joven contra los invasores nazifascistas, como de los monárquicos griegos durante la guerra civil, por lo cual paso algunos años en prisión y persecución.

Theodorakis siempre declaro con orgullo su inclinación y militancia con el Partido Comunista de Grecia, al grado de componer y musicalizar los poemas del también comunista y poeta nacional Yannis Ritsos, Las campanas de la resurrección y Empuñan las manos -por mencionar estás obras que recalcan y homenajean a aquellos comunistas que han sufrido la penuria de la cárcel o han sido muertos a manos de la tiranía pero que su caída no ha sido en vano, porque no solo su sangre será vengada sino dará frutos con más explotados unidos a la lucha por la revolución y el socialismo.

Durante la dictadura de los coroneles en la segunda mitad de la década de 1960 nuevamente será detenido después de ser parte de la organización en resistencia, torturado y enviado a una isla prisión tomando la misma suerte de muchos comunistas, declara una huelga de hambre y ante la presión mundial, sale al exilio para no callar sino denunciar lo que sucede en Grecia bajo la bota de los militares, muchas de sus piezas de esa época en prisión serán interpretadas en el exterior por Maria Farantouri.

En el exilio compondrá una cantidad de obras como la trilogía de Mauthausen, canto sobre el holocausto no solo judío sino de los deportados a los campos de la muerte por los nazis. Así como una de las mayores obras de la poesía que serían musicalizadas, el Canto General de Pablo Neruda, y que sería un homenaje no solo al poeta comunista chileno, sino de los pueblos oprimidos del mundo.

Hasta la caída de la dictadura de los coroneles, Mikis Theodorakis compondrá una gran cantidad de obras musicales tanto sociales como populares, además de denunciar la opresión de los militares, a ello es mencionar su paso y participaciones en los Festivales de la canción política llevados a cabo en la República Democrática Alemana, o cuando recibió el premio Lenin por la paz en la Unión Soviética en 1983

Las bandas sonoras de diferentes filmes como Z (un filme sobre el asesinato de Lambrakis un político de izquierdas griego, promotor del desarme nuclear), Estado de Sitio (un filme sobre los Tupamaros), ambas de Kostas Gavras, Actas de Marusia del chileno Miguel Littin, sobre una huelga de los obreros de las salitreras por mencionar algunas.

En los años recientes a pesar de la edad la figura de Mikis Theodorakis estaba presente en las protestas contra las medidas de austeridad contra la clase obrera y el pueblo griego por el gobierno, como de los bancos y la Unión Europea. En protestas donde muchas veces la represión fue parte de los monopolios en callar el descontento del pueblo heleno en pagar la crisis económica.

La vida y obra de Mikis Theodorakis, más allá de lo que hoy varios medios al anunciar su muerte como el compositor griego que mostró la música de su país al mundo, no podrán nunca ocultar es que a la par de ello, fue un compositor de conciencia revolucionaria que bajo la música y la composición mostró que era una forma, no solo de denuncia, sino de lucha a las injusticias de los trabajadores y explotados no solo de Grecia sino del mundo.