La Lucha del Magisterio en Tiempos de la 4T
Entrevista para El Machete
Profesor Pedro Hernández Morales, maestro normalista, egresado de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros en, con estudios de Pedagogía en la UNAM y de Sociología en la UAM Iztapalapa. La trayectoria laboral ha sido un espacio de participación y de lucha en el movimiento magisterial. En 1989, la primavera magisterial logró la democratización de la sección 9 democrática, donde participó en el Primer Comité Ejecutivo Democrático como secretario de Finanzas y ha sido parte de la Dirección Nacional de la CNTE, de su Comisión Nacional Única de Negociación. Se ha mantenido en el trabajo pedagógico, de organización, de representación de los maestros y en la construcción de un proyecto de educación alternativa. Actualmente es el secretario general de la Sección 9 Democrática que agrupa a los maestros de preescolar, primaria y de educación especial de la Ciudad de México. Es director de la Escuela Primaria “Centauro del Norte” de Iztapalapa, participando de su fundación desde hace 30 años.
- Desde inicios de este siglo, el magisterio se ha enfrentado a diversos golpes contra sus derechos laborales y ha respondido de manera contundente para revertir las reformas, ¿cuáles serían las problemáticas a las que se enfrentan actualmente?
Los maestros en las últimas 4 décadas nos hemos organizado en la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), que es la representación de los maestros al interior del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), sindicato vertical y corporativo que ostenta la representación formal de los maestros mexicanos. Al interior, la corriente democrática nos denominamos la a Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación. Desde hace 4 décadas estamos en una lucha permanente bajo tres ejes principales que son la democratización del SNTE, la democratización de la educación y la democratización del país. Estos tres ejes nos han llevado en las últimas 4 décadas a una lucha constante por democratizar al Sindicato, por defender los derechos de los trabajadores de la educación, por lograr mejores condiciones de vida y de trabajo, y contribuir de manera importante a la democracia en nuestro país. En este último momento, varias son las demandas que nos siguen agrupando. Una muy importante es lograr la estabilidad en el empleo, que significa que la inmensa mayoría de maestros estén basificados, no tengan una situación de inestabilidad laboral, que implica tener subcontratos, interinatos… situaciones que no le permiten tener la estabilidad laboral. Esto se vuelve una demanda principal. Por supuesto, la demanda económica sigue siendo muy fuerte. En cuanto al salario, seguimos reivindicando el incremento del salario del 100%. En lo que va de este gobierno llamado de la Cuarta Transformación, una preocupación muy importante es lograr una verdadera transformación educativa. Veníamos de una lucha que significó un costo muy alto contra la Reforma Educativa de Peña Nieto, y ahora vemos que, si bien cambiaron algunas cosas punitivas, sobre todo en la evaluación de permanencia de los docentes, en lo general se mantienen varios aspectos que combatimos en el anterior sexenio. Es decir, ahora hay una Reforma Educativa que se le han cambiado algunos conceptos, pero que en esencia sigue llevándonos a una situación de excepción laboral. Nosotros como trabajadores de la educación, pertenecemos al apartado B del artículo 123 constitucional, y pareciera que estamos en un apartado C, es decir, en una excepción donde se conculcan varios de nuestros derechos, como es el de la basificación. Esta lucha en los últimos 3 años ha sido por lograr una interlocución ante el Poder Ejecutivo Federal, veníamos de una serie de reuniones con el presidente. En algunas reuniones habíamos avanzado, pero desde diciembre pasado está prácticamente detenido. Hay una lucha que en los últimos meses la Coordinadora ha dado a pesar de la pandemia, y sobre la difícil situación de confinamiento obligatorio, nosotros hemos dicho que los derechos no están cuarentena y que tendríamos que salvaguardar las conquistas históricas que había logrado el magisterio.
- A nivel sindical, ¿considera que existe una tendencia a la democratización, o bien una plena democracia sindical? ¿Cómo diría que es la relación del Sindicato con la gestión de la 4T?
En el discurso de campaña se hablaba de lograr la democracia en los sindicatos, y esto debe ser básicamente una tarea de los trabajadores, no esperamos que el gobierno nos resuelva esa parte, pero sí que posibilite algunas condiciones básicas para que el ejercicio democrático pueda realizarse. El presidente en su momento habló de un “piso parejo”, es decir, que tanto en el caso del SNTE, la dirigencia formal del Comité Ejecutivo Nacional y la disidencia, que es como llaman a la Coordinadora, tuviéramos las mismas condiciones en cuanto al acceso a las cuotas sindicales y a los comisionados sindicales. Nosotros como CNTE hemos ejercido una representación de facto de los trabajadores de la educación. La articulación la ostenta el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato, y basa su poder en dos premisas fundamentales. Una es en la relación estrecha con los gobiernos en turno, y la segunda es el poder económico que le permite disponer arbitrariamente de las cuotas sindicales de un millón y medio de trabajadores de la educación. No hay una rendición de cuentas ni una claridad de cómo se utilizan estas cuotas sindicales, e invariablemente a todos los trabajadores cada quincena se nos descuenta el 1% de nuestro salario. A las representaciones democráticas, que estamos en distintas secciones, no se nos entrega parte de esas cuotas sindicales y esto dificulta hacer el trabajo de representación de los docentes. Nos parece que aún falta mucho en este periodo de la Cuarta Transformación, se ha quedado solamente en el discurso. Cosas como la Reforma Laboral quedó a medias, y permite que en los sindicatos el control corporativo se siga dando, como es en el caso del SNTE por parte de la dirigencia formal que ha estado ahí muchísimos años. Actualmente Alfonso Zepeda es el secretario general de nuestro Sindicato, y antes Juan Díaz de la Torre, y antes que ellos Elba Esther Gordillo. Hay una larga historia de cacicazgos al interior del Sindicato, y una permanencia de líderes que han querido ostentarse como líderes vitalicios. Juan Díaz de la Torre fue eliminado al inicio de este gobierno, pero que quedó para cubrirle las espaldas Alfonso Zepeda. Nos parece que aún hay un camino largo por recorrer en la democratización de los sindicatos y particularmente del SNTE.
- Desde inicios del año, el Gobierno de México ha venido insistiendo en el pronto regreso a clases presenciales, lo que al día de hoy parece ser ya una realidad, ¿cree usted que el regreso a actividades presenciales es lo más recomendable?
Nosotros hemos dicho que se ha mantenido el trabajo constante con los alumnos del ciclo anterior y este último que terminamos a principios de julio. El pasado 7 de junio se pretendió regresar a clases y nosotros señalamos que aún no había condiciones. Eso llevó a una discusión fuerte, sobre todo mediática y finalmente como se decidió que las comunidades escolares definieran si era posible, la mayoría de las escuelas no volvieron a clases el 7 de junio. Algunas que lo hicieron, y particularmente las particulares, tuvieron desafortunadamente contagios incluso de niños y de adolescentes, y eso llevó a que volvieran a cerrarse. En estos momentos la Ciudad de México está en semáforo naranja, que significa que estamos en alto riesgo. Parece poco responsable que se diga que el 30 de agosto regresaremos a clases independientemente de que tengamos o no las condiciones. Nos parece que habría que esperar la evolución del semáforo epidemiológico y cómo se avanza en los niveles de vacunación, si se han arreglado las escuelas y las carencias que tiene, por ejemplo, si se está proveyendo de agua potable y revisar los protocolos. Nos parece que hay la necesidad de que los maestros, junto con las autoridades educativas, podamos definir cómo tendría que ser ese regreso presencial a clases; aún hay un largo trecho que recorrer y esperamos que esto no sea una imposición y se atienda el principio básico que es garantizar la vida y la salud de niños y adolescentes, de maestros, de padres de familia y en general de las comunidades educativas.
- La lucha del magisterio en México ha tenido una larga trayectoria y sin duda ha estrechado lazos con muchos sectores de trabajadores, de estudiantes y populares, ¿cuál es el papel que el magisterio lleva a cabo en relación con las demás luchas sociales?
Históricamente los maestros han sido actores importantes en las luchas sociales en este país, prácticamente tanto en la guerra de Independencia, en la Reforma, en la Revolución hubo maestros destacados en esas luchas, precursores intelectuales, como por ejemplo Otilio Montaño a quien se atribuye parte de la redacción del Plan de Ayala de Zapata, y al final los maestros han sido intelectuales del pueblo, en el mejor sentido de proveer a las capas populares de elementos importantes de cultura, conocimientos de leyes incluso, y eso ha ayudado a que los procesos sociales en nuestro país avancen. Es decir, que el papel de los maestros ha sido muy importante en los movimientos sociales en este país, y en las últimas décadas los maestros de la CNTE hemos participado en otras luchas importantes. Cada vez que hay alguna movilización importante por derechos básicos, de salud, el derecho a la vida, al agua, al territorio, encontramos maestros participando ahí desde sus comunidades. Nos parece que los maestros están llamados a eso que decía una maestra dirigente de la Comuna de París: que los maestros eran los intelectuales del pueblo, y que estaban llamados a iluminar al pueblo. Han sido importantes las figuras que nosotros reivindicamos en nuestro logotipo, aparecen cuatro maestros que en los años mas recientes han sido muy significativos en la lucha del pueblo mexicano: está Arturo Gámiz, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y el profesor Misael Núñez Acosta. Los cuatro en su momento fueron muy importantes en la lucha del pueblo y representan al maestro comprometido, militante, que se involucra con las luchas del pueblo. La CNTE ha hecho esfuerzos importantes de unidad con otros sectores; ha impulsado coordinadores y frentes de masas para enfrentar los estragos de la crisis capitalista. Ahora con la pandemia, seguimos contribuyendo a los procesos de unidad importantes, donde buscamos que en fechas importantes, por ejemplo el 1° de mayo, confluyamos distintos sindicatos independientes, democráticos y de lucha, pero también cada 26 de cada mes la CNTE impulsa la reivindicación de la aparición con vida de nuestros compañeros de Ayotzinapa, y así podemos ir revisando y expresando cada una de las luchas importantes en este país la participación ejemplar de los maestros.