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Cuenta la leyenda… Acerca de los accidentes laborales en Tijuana, Baja California

 

Por: Alexandra Gómez

 

Como parte de la clase obrera día a día somos partícipes de la producción de mercancías para poder llevar el sustento a la familia. Dentro de nuestras problemáticas se encuentra la disyuntiva de sobrevivir en esta sociedad que precariza cada vez más nuestras condiciones de vida, arrebatándonos un techo o  forzándonos a adquirir uno con deuda por más de veinte años; que encarece comida, educación, salud, privándonos de éstas y dejándonos las migajas por las que debemos de pelear entre nosotros mismos en el campo laboral. Esas razones son suficientes para vernos involucrados directamente en las diferentes ramas de la producción, manejadas por empresas médicas, de plásticos, automotrices, del sector aeroespacial, etc. Incluso soportamos cualquier tipo de violación a nuestros derechos por el temor de perder nuestro empleo cuando rondamos ya los 40 años de edad, pues el desarrollo de la industria exige la contratación prioritaria de jóvenes. En esta sección podemos puntualizar que uno de los problemas comunes que enfrentan los trabajadores es el hostigamiento laboral, el acoso; así como la inexistencia de seguridad e higiene que, entrelazada con la ambición de más producción y mayor ganancia, ocasiona graves accidentes de trabajo.

Primero hay que aclarar una cosa: los accidentes de trabajo no son sólo aquellos ocurridos dentro de la empresa donde se trabaja, sino también según la ley federal del Trabajo (Titulo 9, art. 474) son aquellos que suceden en nuestro camino al trabajo y del trabajo a nuestro hogar, ya sea por medio del transporte público o al viajar en aquél contratado por el patrón.

Sabemos que la ley protege a quien mejor le viene, y en este caso siempre es a la patronal, porque en cuestión de intereses económicos así es “mejor”. Han sucedido grandes accidentes en el transporte urbano, que suelen pasar desapercibidos o son irrelevantes para la prensa privada. Tal como ha sido el trágico accidente del pasado 8 de junio del 2021, el cual dejó mutilados a seis jóvenes trabajadores de la cantina Coco Beach Bar, sin olvidar a los siete muertos y múltiples heridos sin apoyo por parte de ninguna dependencia gubernamental y frente a quienes la empresa ha reconocido una mínima responsabilidad hasta el momento.

Otro hecho por subrayar es la gran influencia que tienen las grandes empresas en Baja California, lo cual seguramente es familiar para todos los estados en que tiene presencia la Industria Maquiladora de Exportación (IME). En los sectores de la industria todo gira en torno a los intereses capitalistas.

Eson Multiwin de México, S.A de C.V., perteneciente a la rama de la industria automotriz y de la televisión, es proveedor de talla mundial, asociado y certificado por firmas como Ford, Mabe, Sony, Whirlpool, Tesla y Vizio, entre otras. Con presencia en Tijuana desde el 2009, y cuyo proyecto de expansión arrancó en 2019 durante la alcaldía de Arturo González Cruz, quien en la actualidad es Diputado Federal.

En Eson Multiwin es larga y preocupante la lista de accidentes sucedidos en su interior. Es para preguntarse por qué sigue abierta esta empresa. Sin embargo, en este caso son pocos los accidentes ventilados ante la opinión pública de 2017 a la fecha; en algunos se ha distorsionado la información publicada para desviar la atención, por ejemplo al asegurar que peritos y miembros policiacos se encontraban dentro de la enorme nave de la empresa por un hallazgo de drogas. Hombres, mujeres y jóvenes obreros han resultado mutilados, otros aplastados por grandes máquinas, sin que haya ningún tipo de justicia para ellos y sus familiares. A pesar de la inseguridad, los trabajadores prosiguen ahí por necesidad, lo cual no absuelve a la empresa de no respetar condiciones realmente seguras para los obreros en el transcurso de la producción.

El manejo de grandes prensas de moldeo demanda buena capacitación, adecuado equipo de protección que la empresa no provee; a eso sumemos que las máquinas usualmente cuentan con sensores alterados para conservar acelerado el proceso de producción, sin el mantenimiento indicado para resguardar a los empleados. Lo que tenemos aquí es algo que no deja de suceder: a los empresarios de la IME, de INDEX, lo único que realmente les interesa es el incremento ilimitado de sus ganancias, no importa que suceda por encima de la vida de los obreros.

En la actualidad Eson Multiwin si bien ha perdido credibilidad en la región dentro de la clase obrera, lo cual muy probablemente ha disminuido el flujo de solicitantes de empleo; incluso esto último no frena sus posibilidades ni la continuidad de sus actividades. Ahora, al igual que otras empresas como CamPlastics de México, se aprovecha de las condiciones de vida de las familias trabajadoras del sur-sureste, en cuyos campos y ciudades prevalecen ingresos aún más precarios, para realizar “atractivas” ofertas de empleo y propiciar la migración interna hacia la frontera norte con Estados Unidos. Eson Multiwin promete pagar el costo del traslado a trabajadores jóvenes, que por ejemplo residan en Chiapas, hasta la ciudad de Tijuana, así como hospedaje y un salario promedio de dos mil semanales. Estos trabajadores, los cuales cada vez afluyen en mayor cantidad, migran a la frontera sin tener la más mínima certeza de si regresarán con sus familias a sus lugares de origen, sin conocer las circunstancias que predominan en su nuevo centro de trabajo, sin la más elemental certidumbre de que no serán víctimas de uno más de los accidentes, mejor dicho, crímenes de industria, que solapa el Estado a Eson Multiwin.

Los trabajadores tenemos una labor muy importante. Parte de ésta es no dejarnos engañar con las ideas que el patrón industrial difunde sin parar en la prensa, las cuales culpan al obrero de su tragedia y procuran mantener divididos a los trabajadores: “quién les manda trabajar ahí, hay mucho trabajo en Baja California”, “están en esa empresa porque quieren”, “eso le pasa a los obreros por no seguir instrucciones”, etc., y las cuales sirven al patrón para lavarse las manos y quedar liberado de cualquier responsabilidad. Los obreros debemos hacernos escuchar, así como realizar la suficiente lucha a través de organizarnos bajo el estandarte de que los mismos trabajadores conduzcamos los destinos de las ciudades, los estados y tanto de este como de todos los países. Debemos en conjunto exigir mejores condiciones de trabajo, mejores salarios, seguridad a nuestras propias vidas sobre todo. Esto y más es parte de nuestras demandas y exigencias, las cuales únicamente pueden ser resueltas por nosotros mismos en colectivo. La ley del capitalista no es esperanza para los trabajadores. Debemos trazar un camino en busca de una nueva sociedad en la que terminemos de tajo con la explotación del capitalismo.

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