De héroes a desempleados: El caso del personal de salud
Por: Iván Carreño
Al inicio del 2019 cuando recién empezaba la ya prolongada pandemia producida por el COVID-19 inicio la contratación de cientos de médicos, enfermeras y especialistas para hacer frente a la nueva amenaza de salud en todo el territorio nacional, cubriendo las necesidades de los trabajadores de México, pues es sabido que muchas empresas y de los grandes monopolios nunca pararon actividades a costa de la salud y vida de los trabajadores y sus familias, algo no exclusivo de los grandes monopolios sino también de los mismos contratados por el gobierno que sufrieron en carne propia la enfermedad que combatían, como es el caso de los médicos que es un sector especialmente afectados por esta patología, llegando a ser el país con más fallecimientos entre los profesionales de la salud, algo no difícil de imaginar si tenemos en cuenta que la precarización de los galenos es palpable.
Condiciones como la inestabilidad laboral con contratos cada 3 meses, en algunos hospitales teniendo que comprar su propio equipo de protección personal, horarios extenuantes, sin derecho a vacaciones, y lo que es el colmo sin derecho a la salud o la seguridad social.
Una vez que el gobierno calculo que ya se había paralizado demasiado el sistema de consumo de la población y para alimentar más la industria empezó a forzar la semaforización para que se normalizaran las actividades, hablando del regreso a clases, reactivación económica e incluso empezó a disponer de hospitales covid para otras patologías y los trabajadores que hace unos meses eran indispensables que recibieron honores, reconocimiento y medallas en el desfile del 16 de septiembre, empezaron a ser despedidos, así fue el caso de muchos a lo largo y ancho de la nación, pero en especial hubo 40 compañeros de la Unidad Temporal Citibanamex (UTC-19) que fueron despedidos sin ser reubicados al cierre de esta unidad, como si no fueran necesario tener médicos en los añejos centros de salud o en los turnos sin personal de los hospitales.
Sin embargo, los galenos se empezaron a organizar para exigir su recontratación por lo que no solo se organizo su defensa legal sino la movilización en las calles y la presión social de las masas. Aún así con todo tipo de maniobras y burlas el gobierno se quiso deslindar de su responsabilidad apostando por el desgaste y desesperación de los trabajadores sin embargo los compañeros y sus lideres entre ellos el doctor Juan Daniel Cázares, gracias a sus capacidades organizativas, de disciplina y claridad pudieron al fin obtener su recontratación.
Ahora una vez más trabajando en los nosocomios de la ciudad se encuentran con nuevas condiciones laborales como la disminución de salarios, contratación condicionada, amenazas de despido, una mayor explotación y la misma falta de derechos laborales, la lucha anterior solo seria el preámbulo para una lucha aún más grande la lucha por el empleo digno en el rublo de la salud.
Otro ejemplo fue la Unión Nacional de Salud y su principal portavoz el enfermero Rafael Soto que fue de los primeros en denunciar el desabasto del equipo de protección y el que impulso el reconocimiento de covid-19 como riesgo laboral para todo el personal intrahospitalario cuestión que se logro solo a través de la lucha legal y la movilización, cosa que en adelante le costo sus derechos políticos dentro del sindicato del IMSS, otra lucha que también se esta librando en estos momentos.
Estos son solo algunos ejemplos de las luchas que van multiplicando en diferentes puntos de la república siendo posiblemente los síntomas de la ya conocida enfermedad de la explotación que genera el sistema del capital y sus administradores socialdemócratas que no han dado señal de buscar una mejoría para los que algún día llamaron héroes que no son ni más ni menos que trabajadores de salud que el día de mañana pueden pasar a ser un desempleado más como los miles que ya hay en el país.