Exportación china en crecimiento; ¿Qué esperar?
Por: Alejandro Mígalo
Hemos visto de primera mano una y otra vez que cuando el capital extranjero toma mayor injerencia en nuestro territorio, somos nosotros los trabajadores quienes son perjudicados por las demandas de los polos imperialistas, quienes constantemente están en busca de reservas vulnerables para su industria, y así poner al proletariado en contra de sí mismo para arrebatarnos más y más de nuestro valor.
Es indudable que el interés de los monopolios chinos se debe a la calidad de la mano de obra mexicana en capacitación y el hecho de que tienen un costo menor al mercado laboral de su territorio nativo. El salario mínimo menor en China, perteneciente a la región de Liaoning, es de 10.6 renminbi la hora, lo cual es equivalente a 32.69 pesos mexicanos, lo cual es 1.3 veces mayor que el salario mínimo en nuestro país.
Según estimaciones de Abraham Fernández, director de la división Bajío de la empresa Newmark, las exportaciones a la nación de China incrementarán entre un 10 y 20% para 2035. Las mismas han crecido en 15 mil millones de dólares durante el primer trimestre del año, lo que representa un alza de 9.8% comparado con el año anterior.
El directivo de Newmark señala que las industrias de las que se espera mayor ingreso son la manufacturera, textil, automotriz y tecnología, así como la infraestructura de parques y edificios industriales. Se estipula también la presencia de personal calificado en la industria automotriz y aeroespacial.
Estas industrias presentan ambientes precarios y de sueldos miserables que muchas veces no bastan para sobrevivir; mientras que presentan altos riesgos para aquellos obreros que tienen la necesidad de aceptar puestos en ellas. Al mismo tiempo, son el grueso del ingreso de la burguesía, por lo que los beneficios de este tipo de ingresos a las mismas nunca se ven reflejadas en las manos del proletariado mexicano, y solo sirven para incrementar su concentrado de capital y su poder.
La naturaleza de estos tratados comerciales también es de nuestra preocupación, y debería ser de la de toda nuestra clase; pues ya todos conocemos los términos del famoso TLCAN, el cual otorgó grandes privilegios a industrias extranjeras para explotar las condiciones de nuestra materia prima y personal laboral, ayudando a los monopolios extranjeros a precarizar la mano de obra mexicana y, a su vez, permitiendo que monopolios mexicanos se extendieran por territorio extranjero y pudieran exprimir toda riqueza disponible del proletariado de esos países.
Nosotros los comunistas rechazamos las posturas reformistas que buscar exigir tratados justos e informarnos de los ya existentes para señalar sus fallas y buscar enmendarlos, pues podemos demostrar que, en nuestra actual realidad en el capitalismo, nunca podremos llegar a un acuerdo beneficioso para nosotros. Aquellos que dirigen estos acuerdos entre países, solo buscan usarlos como otro método de repartirse los recursos del mundo entre los grandes monopolios, de la misma manera que lo es la guerra.
Por este medio llamo a todos los trabajadores y simpatizantes a organizarse, pues nunca tendremos un trato justo bajo el capitalismo, y mientras los burgueses deciden cómo intercambiar nuestras vidas y nuestro suelo a su placer, no nos dejan ni las sobras de los frutos de sus ganancias. Por más que busquemos la paz con los imperialistas, mientras no sea nuestra clase la que decida su futuro directamente, nunca tendremos justicia.