El Gobierno De Finlandia Atiza El Conflicto Con Ucrania
Por: Héctor Ramírez Cuéllar
En otro artículo, habíamos afirmado que tanto en Finlandia como en Suecia se estaba realizando preparativos nacionales para solicitar oficialmente su ingreso a la OTAN. Estas naciones, que están consideradas dentro de las economías más prósperas del mundo capitalista, en donde las políticas de bienestar y de derechos sociales han avanzado en forma preponderante, gobernadas por partidos socialdemócratas, en estas semanas han logrado que la mayoría de la población, alrededor del 70%, apoyen esta adhesión y que la mayoría que domina en sus parlamentos ya haya hecho suya esta propuesta por lo que en estos días, esa solicitud se presentará formalmente y pronto, muy pronto el Consejo de la OTAN resolverá al respecto.
Ha sido el gobierno de Finlandia el que ha culminado este proceso, su primer ministro, Sauli Ninistri, ha comunicado esta decisión de una manera oficial a Vladímir Putin, quien una vez más amenazó a Finlandia con aplicar una serie de represalias, tales como la instalación de cohetes nucleares en el Mar Báltico, cortar el suministro de electricidad por no haber realizado los pagos correspondientes, enviar un mayor número de tropas a la frontera de ambos países, ya que, afirma, una vez más que la OTAN está avanzando en el cerco militar y político contra Rusia, lo cual tendría “serias consecuencias” en el marco de un conflicto bélico que se extiende a otras regiones europeas y del cual no encontramos visos de solución.
La maniobra política realizada por el régimen de Finlandia confirma una vez más que estamos ante un enfrentamiento entre países capitalistas e imperialistas, en el que no se toman en cuenta los intereses de los pueblos, ni de la clase trabajadora sino que los administradores del capital y de los monopolios solo buscan asegurar sus fronteras, sus intereses hegemónicos y fortalecer su integridad política y territorial, esgrimiendo una serie de amenazas que son más especulativas e hipotéticas que reales pues en efecto Finlandia es desde el término de la Segunda Guerra Mundial, un país neutral, posición que ha sido respetada por Rusia y por el resto de las naciones del viejo continente, a pesar de que tiene más de 1200 kilómetros de fronteras con esa nación y, por lo tanto, la neutralidad es un principio político que nadie ha atacado, que todos lo han hecho suyo porque así conviene al funcionamiento del sistema económico y político imperante en Europa.
Aunque desde el punto de vista jurídico, Finlandia no es, todavía, miembro de la OTAN, al igual que Suecia, ya ha participado con sus tropas, que están sumamente modernizadas y tiene armas muy sofisticadas, en una serie de ejercicios militares conjuntos, dirigidos por el Comando Supremo de esa organización. Ahora lo que se pretende es legalizar esta situación, de hecho, lo cual beneficia, primero, al gobierno socialdemócrata de Finlandia, que así dispondría de una mayor asistencia técnica y económica, y a la OTAN, que, como estructura, incluiría a un cuerpo armado muy bien equipado, soportado por una estructura económica muy sólida, en el contexto del fortalecimiento de los bloques que se están formando en el mundo, sobre todo para contener a China en el nuevo diseño estratégico global.
Tanto la OTAN como el gobierno de Rusia constituyen el principal peligro para la paz mundial, ya que con sus acciones y decisiones están alentando los afanes belicistas de otras naciones. Por ejemplo, el régimen conservador de Alemania, que se había mantenido cauteloso sobre todo por su alta dependencia de las importaciones de petróleo y gas de Rusia, ya censuró abiertamente a Putin y anunció que canalizaría ayuda militar y económica a Ucrania, pero también el primer ministro de la Gran Bretaña declaró que enviaría tropas a Finlandia en el supuesto de que Rusia le aplicara represalias armadas, todo lo cual presagian un escalamiento del conflicto actual que todos sabemos cuándo se inició, pero que no sabemos cuándo y cómo concluirá pues nuevos elementos políticos están incursionando para echar leña a la hoguera.