Por: Marco Vinicio Dávila Juárez,
miembro del CC del PCM.

 

El día mundial del medio ambiente se conmemoró el pasado 5 de junio, en todo el mundo, al ser una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas. Este día se considera por la propia ONU el principal mecanismo de concientización sobre los daños que produce la contaminación al medio ambiente.

En la 50 edición de celebración de esta fecha, las Naciones Unidas pusieron el acento en el tema de la contaminación por plásticos, problema que impacta a todos los ecosistemas del planeta y es un grave riesgo para la salud de los seres vivos, incluido el ser humano, ya que en el mundo se producen 430 millones de toneladas de plástico al año.

La representante de México, en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Dolores Barrientos, en su mensaje de ese día, después de presentar una numeralia, aterriza su participación en hacer responsables a “las personas” de los 66 kilos que en promedio consumimos al año en nuestro país. Y propone como solución que estas personas hablen con sus representantes para que vean qué pueden hacer para que disminuya la contaminación por plástico y, vuelve a responsabilizar a “todas las personas” que deben disminuir la contaminación con plástico.[i] Cuando dice que se consulte con los representantes, parece que se refiere a los representantes legislativos.

En México, desde luego que se hicieron las actividades comprometidas por el gobierno federal, aunque su esfuerzo principal se centró en el tema de la producción de alimentos, acusando a los grandes monopolios agroindustriales de ser los responsables de los impactos ambientales negativos por privilegiar la ganancia por encima de las actividades campesinas locales.

Y, propone como alternativa fortalecer los sistemas de producción local con una serie de medidas cuasi artesanales como el camino hacia la soberanía alimentaria; tomada esta afirmación de la página del gobierno federal[ii], promoviendo “las buenas prácticas” en el consumo de alimentos locales.

Las acciones principales se desarrollaron en las escuelas del país y se orientaron a fomentar la gastronomía local. Aunque, según  se puede ver en las redes sociales la mayoría de las actividades escolares fueron de llamar la atención con el tema de la siembra de árboles.

Ambos posicionamientos del gobierno federal son falaces, uno, el de Dolores Barrientos, porque traslada la responsabilidad de la producción de las 430 millones de toneladas de plástico anuales a “las personas”, el segundo, el de la SEMARNAT, porque propone una especie de regreso al pasado, a la comunidad primitiva, como solución a los problemas del abasto de alimentos y de la contaminación.

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Y es que así, con ese discurso oficial se evita señalar a quienes son los verdaderos responsables de los graves problemas de contaminación. Y por otra parte, se reparte la responsabilidad de estos graves problemas entre todos los individuos de la sociedad, que está dividida en clases sociales. No se habla de los grandes monopolios de los agroquímicos Syngenta-Chem China, Bayer-Monsanto, o los monopolios de los alimentos, como Nestlé o AMSA-ECOM Trading, por citar algunos de los muchos que cabildean en el Congreso de la Unión; así, tampoco se habla de los representantes de estos monopolios ocupando cargos de secretarios o subsecretarios de Estado, como Víctor Toledo o de responsables de programas como el Coordinador General de Agricultura, de la SADER, Santiago Argüello Campos.

Esto se entiende si reconocemos que es porque este gobierno, de la 4T, al igual que los gobiernos anteriores, sigue siendo un representante de los intereses de los grandes contaminadores.

Y en vez de que miremos hacia el futuro, el gobierno nos quiere hacer volver al pasado, desde luego que la experiencia y las prácticas locales que han demostrado ser efectivas para mantener o superar la producción de productos del campo deben ser respetadas e incluso apoyadas para que puedan desarrollar su potencial, pero también debemos tener presente que la ciencia y la técnica que hoy es usada por los monopolios para obtener la máxima ganancia cuya apropiación queda en manos de unos pocos, sea socializada en beneficio de toda la población.

Podemos tratar de reducir, o dejar de usar o comprar recipientes de plástico, sobre todo de un solo uso, pero eso no significa que las grandes empresas van a dejar de producirlos. Podemos tratar de dejar de contaminar, o sembrar árboles, pero eso no significa que las grandes corporaciones van a dejar de contaminar o a dejar de talar grandes extensiones de selva en la Amazonia, por ejemplo.

Tenemos que buscar verdaderas soluciones, soluciones radicales, como expropiar estos grandes monopolios y poner esos medios de producción al servicio de la clase proletaria. Para eso hace falta que la organización y la lucha clasista.

 

 

 

[i] https://mexico.un.org/es/234538-mensaje-de-dolores-barrientos-representante-en-m%C3%A9xico-del-pnuma-por-el-d%C3%ADa-mundial-del-medio

[ii] https://www.gob.mx/semarnat/educacionambiental/es/articulos/dia-mundial-del-medio-ambiente-306140?idiom=es