Frente al resultado electoral de julio, el socialismo sigue siendo la tarea inmediata
Editorial
El poder de los monopolios a momentos parece avasallador, pues además de contar con las fuerzas represivas como la policía, juzgados, cárceles, el ejército y la Guardia Nacional que busca llegar a 130 mil elementos; resulta que hay 36 millones de votos que según la democracia burguesa significan que hay un apoyo mayoritario para que continúe gobernando Morena ahora con la figura de Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, ni las fuerzas represivas, ni el supuesto consenso con que cuenta hoy el Estado burgués, podrán impedir el consecuente resultado de la precariedad en que vive la clase obrera en México: el regreso de la insumisión y la gestación de una situación revolucionaria para derrocar al capitalismo. Los atisbos de esto los pudimos conocer y constatar durante la campaña que los comunistas hicimos para las elecciones del pasado 2 de junio. Por todo el país encontramos pueblos y grupos de trabajadores en lucha y otros más dispuestos a luchar, por aumento salarial, por el respeto a los derechos laborales y contra el “charrismo”, sectores populares en contra del despojo de la tierra, otros agrupados para garantizar la seguridad de sus comunidades, otros más reclamando atención médica y servicios como el agua.
Es decir, la situación de precariedad continúa y ha aumentado, el poder adquisitivo del salario sigue sin recuperarse, la inflación no cede, y frente a esto, los programas sociales como un paliativo insuficiente e insostenible a la larga, no logran resolver el problema de los bajos salarios y el aumento del costo de la vida. Sumado a esto, existen contradicciones al interior del partido Morena, debido a que parte de las bases que deseaban cambios favorables para los trabajadores, ahora ven que Morena es partido al servicio de los monopolios, a cuya cúpula no le ha importado dejar de lado a quienes tiene intensiones legítimas a favor de la clase obrera para dar cargos públicos a expriistas.
Parte de los votantes de morena en 2024 fueron las bases corporativizadas de sectores del PRI, PRD y hasta del PAN que pasaron a las filas de Morena, otra parte es de trabajadores que desean ver un cambio y pese a las dudas que ha despertado la gestión de los primeros seis años de morena, han decidido apoyar a morena en la elección, pero ya no dan un cheque en blanco, sino que están dispuestos a pasar a la lucha. Ex militantes de morena no han querido pasar a sectores más reaccionarios de los monopolios.
La defensa de la soberanía nacional no es posible bajo el capitalismo, Morena ratificó el tratado de libre comercio, y cumplió acuerdos como permitir la intromisión de EEUU en el sindicalismo mexicano e imponer una política antiinmigrante; garantizar empleo, salarios dignos, atención medica de calidad, agua, vivienda y demás servicios, es solo posible desapareciendo el carácter privado de estos servicios, el pleno empleo y mejores salarios, implica la socialización de las grandes empresas, y ese es el camino del PCM, el camino de Morena es continuar extendiendo el poder de los monopolios, ser un buen gestor acrecentando la fortuna de los empresarios, aprovechando el nearshoring, que significa mayor explotación para los trabajadores y cuantiosos beneficios para los monopolios.
El resultado electoral en nada cambia la política del PCM, la tarea sigue siendo unir el socialismo con el movimiento obrero, organizar a los sectores populares, colonos, campesinos, comerciantes cuentapropistas, con miras a transformar la sociedad radicalmente. No hay tiempo ni espacio para el desánimo o el derrotismo de aquellos que se dicen socialistas y se suman al proyecto de Morena para convertirse en cómplices de la dictadura de los monopolios y la explotación; tampoco es válido pensar que el problema es de las masas por seguir dando su apoyo a MORENA.
Motivos para la organización y la lucha los encontramos por todos lados, la tarea de los comunistas es activar la insumisión de los trabajadores, pues por más invencible que parezca el poder de los monopolios, la marcha de la historia, las contradicciones internas del capitalismo y el escenario de guerra interimperialista que se gesta a nivel mundial, dan las condiciones para que el factor subjetivo, es decir, el partido comunista vinculado a la clase obrera pueda irrumpir para derrocar al capitalismo.
El socialismo sigue siendo el horizonte inmediato, y avanzar hacia el, implica el trabajo cotidiano en el centro de trabajo, el sindicato, la colonia, la organización de vecinos, creación d la organización por la solución de las demandas inmediatas conectadas con la idea política de la necesidad de un sistema social distinto, la construcción del socialismo.