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Lo que no se cuenta de la consulta de revocación de mandato

 

 

Por: Emiliano Zepeda

 

El pasado 10 de abril se llevó a cabo la consulta de revocación de mandato, misma que, se decía, tenía la intención de dar voz al pueblo a través de la democracia participativa en la cual “El pueblo pone y el pueblo quita”.

Con una participación que ronda entre el 17.0% y el 18.2% del padrón electoral, desde las altas oficinas de la política oficialista se quiere hacer creer que este ejercicio fue un rotundo éxito, sin embargo, como en todo ejercicio supuestamente democrático realizado por los partidos y políticos de la burguesía, en realidad se esconde un trasfondo algo turbio.

De entrada, desde meses antes de la consulta de revocación, en diversas ciudades del país se llevó a cabo una ardua campaña publicitaria por medio de carteles espectaculares, bardas pintadas, folletos, cartulinas y postes con carteles de la mano de una empresa privada denominada como “Que siga AMLO” donde se invitaba no a participar en el ejercicio como tal, sino directamente a votar a favor del presidente para que continuara con su gobierno.

Lo curioso de todo este asunto es que, aparte de que las leyes en la materia prohíben expresamente estas actividades, hasta el sol de hoy no se ha identificado quien o quienes son los titulares de dicha empresa ni de donde obtuvieron fondos millonarios para llevar a cabo semejante campaña publicitaria a nivel nacional.

En pocas palabras, tal y como sucedía en los sexenios del PAN y del PRI, empresas fantasmas apoyan abiertamente a uno u otro partido o personalidad política, en este caso a MORENA y al propio presidente Andrés Manuel.

Otra forma que adoptó esta labor de propaganda a favor no de la consulta como tal, sino de votar a favor de la continuidad del mandato actual fue realizada por el mismo presidente. A través de las mañaneras, unas veces de manera explícita, otras de manera implícita, el presidente se encargaba de hacer propaganda a su favor seguido de ataques al Instituto Nacional Electoral (INE), lo que deja ver su doble discurso, ya que durante las campañas presidenciales para las elecciones del año 2006, AMLO criticó como ilegal e injusta la propaganda y el abierto apoyo del entonces presidente Vicente Fox al entonces candidato presidencial Felipe Calderón, pero hoy que él está en el poder realiza las mismas prácticas que en un momento criticó.

Otro aspecto que no se dice y que es necesario analizar es que, para que la consulta de revocación de mandato sea vinculante, es decir, para que el resultado sea obligatorio de acatar por todas las instituciones gubernamentales, se necesitaba una participación de por lo menos un 40%. En dado caso que no se llegue a ese mínimo establecido (tal y como sucedió), los resultados de la consulta no serían válidos y el presidente seguiría por defecto en el cargo. Todo esto nos lleva a una serie de preguntas:

Si desde meses previos se veía una tendencia de participación por debajo del mínimo requerido para que los resultados de la consulta sean vinculantes, ¿Qué sentido tenía invertir millones y millones de pesos en este ejercicio innecesario?, ¿Qué sentido tenía realizar esta consulta si ya se sabía de antemano que el presidente seguiría en su cargo?, ¿Por qué no mejor esos recursos, en lugar de gastarlos en una consulta inútil, no se gastaban mejor en solucionar los problemas candentes de la clase trabajadora (vivienda, salud, educación, etc…)?

Ante estas preguntas los políticos burgueses se suelen hacer de la vista gorda, pero los comunistas lo tenemos claro.

En el capitalismo, por más que se vaya a votar en las elecciones, los que realmente eligen son los monopolios. En las elecciones presidenciales del 2006, por ejemplo, a pesar de que digan lo contrario, la realidad es que AMLO obtuvo más votos que Calderón, pero los monopolios apoyaron y decidieron elegir a éste, por lo que al final fue Calderón quien llegó a la presidencia. En las elecciones del 2012 sucedió lo mismo, en realidad fue AMLO quien obtuvo la mayor cantidad de votos, sin embargo, fueron los monopolios los que eligieron a Peña Nieto y por ello resultó ganador. En el 2018 es cierto que nuevamente AMLO tuvo la mayoría de votos, pero esa no fue la razón de que ganara, sino que en realidad los monopolios que en sexenios anteriores se decantaron por el PRI y el PAN, tras el aumento de la insumisión obrera, las revueltas, protestas, movilizaciones y organizaciones sindicalistas y estudiantiles que amenazaban sus intereses, eligieron a AMLO para así calmar las aguas y por ello resultó ganador a la presidencia.

Aunque en un principio AMLO si logró calmar las aguas y funcionar como un extintor para apagar la llama de las protestas, huelgas y movilizaciones populares, lo cierto es que a 3 años y medio de lo que va de su sexenio y debido a las políticas impulsadas por él (precarización de la fuerza de trabajo mediante tratados imperialistas como el T-MEC, el descontento entre los pueblos indígenas por megaproyectos como el Tren Maya, el aumento de la inflación, la disminución real del salario a pesar de un aumento nominal del mismo, charrismo sindical a través de centrales como la CATEM al viejo estilo del PRI con la CTM, mercantilización de la educación pública, recortes presupuestales a ciencia y tecnología, recortes a educación pública, programas sociales que benefician al capital privado como Jóvenes Construyendo el Futuro o Sembrando Vida, aumento de la militarización, etc…), el apoyo popular que una vez tuvo se ha venido reduciendo cada vez más, las movilizaciones y protestas de trabajadores, estudiantes, indígenas y sectores populares poco a poco han ido en aumento.

En este sentido, la burguesía monopolista necesitaba saber que tanta aprobación tiene el presidente, qué tanta confianza existía aún en MORENA tras todo este cúmulo de políticas anti-obreras y anti-populares. En pocas palabras, la consulta de revocación de mandato no tenía la intención de dar voz al pueblo para que decidan sobre la continuidad del gobierno actual, sino de medir qué tanto apoyo tenía aún AMLO y su partido MORENA para así, en las próximas elecciones presidenciales, teniendo las estadísticas en mano, elijan al candidato del partido que mejor les convenga y pueda funcionar nuevamente como un “apaga fuegos” en caso de que las protestas y movilizaciones sigan aumentando.

En cualquier caso, los comunistas tenemos clara una cosa, la verdadera democracia para la clase trabajadora solo vendrá cuando el poder lo tenga la misma clase trabajadora, cuando el Estado no sea el instrumento de la burguesía, sino de la clase trabajadora, cuando se derroque al capitalismo y se comience a construir el socialismo.

Por último, es bueno siempre recordar, para evitar equívocos, que los comunistas no apoyaremos a ningún gobierno burgués, sea del partido que sea. Por eso los comunistas no estamos ni estaremos con el PRI, ni con el PAN, ni con MORENA, sólo estaremos con la clase obrera.

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