Por: Héctor Ramírez Cuéllar

El Instituto Federal Electoral, dictó medidas de apremio en contra de 34 funcionarios públicos que participaron en los actos masivos efectuados en las ciudades de Toluca y de la Comarca Lagunera, en los cuales, de una manera clara y evidente, se presentaron los candidatos presidenciales de Morena, Adán Augusto López, Claudia Sheibaium y Ricardo Monreal, calificándoles como reuniones de proselitismo y de propaganda, en las cuales el principal propósito era obtener una cierta ventaja política con miras a las elecciones de 2024, aunque todavía no se haya establecido oficialmente el inicio de estas campañas, advirtiéndoles a dichos candidato no volver a incurrir en ese tipo de actos.

Los dos eventos masivos, que congregaron a miles de personas, provenientes, de diferentes estados de nuestro país, significaron un elevado costo económico, por lo que la siguiente investigación que realizará el órgano electoral deberá verificar el origen de esos recursos. En rigor, no se trató de presentar a los aspirantes a las gubernaturas de los estados de Coahuila y de estado de México, los cuales no fueron políticamente visibles, ya que, los reflectores se concentraron en los candidatos presidenciales, los cuales fueron ubicados en un primer plano, al lado del dirigente nacional Mario Delgado.

Habíamos afirmado con anterioridad, que Morena y el gobierno en todos los niveles habían participado en la enorme campaña publicitaria que se organizó a favor de la permanencia de López Obrador en la Presidencia de la República, con motivo de la jornada por la revocación del mandato, lo cual constituyó una trasgresión clarísima del orden legal vigente, señalando que, por lo tanto, el INE debía aplicar las sanciones correspondientes, advirtiendo que de no hacerlo se sentaría un grave precedente, con miras a las elecciones estatales y nacional próximas, considerado que no debería haber impunidad, pero hasta hoy el fincamiento de responsabilidades no ha sucedido, reconfirmando que se está mandado el mensaje a Morena y el gobierno actual para que actúe con una total libertad ejerciendo los enormes recursos económicos y políticos de que disponen, como está sucediendo hasta este momento.

Debemos recordar también que en esa ocasión se dictaron medidas cautelares contra 17 funcionarios públicos , empezando por el actual titular del poder Ejecutivo pero estos apercibimientos fueron ignorados por completo y en forma reiterada, reafirmando que ello hace pensar que el INE no tiene fuerza política para hacer valer las resoluciones que emiten sus órganos internos, como ha sido el caso de la Comisión de Quejas y Denuncias, dejando los procesos comiciales a merced del gobierno y de Morena, de los recursos con que cuentan, violando las leyes de la materia, sin experimentar ningún castigo importante.

En rígor, el INE se encuentra, bajo un asedio político permanente, tanto por parte del gobierno federal como de Morena, ya que, han llegado a la conclusión de que debe desaparecer ese organismo electoral, tratando de que desempeñe estas funciones la Secretaria de Gobernación, como sucedió en la etapa de la dominación del PRI.

Por lo tanto, como parte de esta ofensiva política, bloquean y rechazan todas las resoluciones que emite esa autoridad, para tratar de desprestigiar a sus representantes, de los cuales, se dice, pasarán a la academia, esto es, serán separados de sus cargos próximamente.

Aunque desde el punto de vista estrictamente jurídico todavía no se inician los procesos electorales, los candidatos de Morena han recibido grandes beneficios en materia de propaganda política, ventaja indebida que no tienen los otros aspirantes de los partidos de la oposición. En la práctica, en los hechos y esto es lo que cuenta, esos candidatos todos los días realizan actos de carácter proselitista o electoral, incluso al realizar las actividades políticas y administrativas más intrascendentes. Esto significa que su tratamiento no ha sido equitativo en los medios de comunicación, pues en ellos solo aparecen las llamadas corcholatas del Presidente y esta atención obsequiosa se presenta siempre en los eventos oficiales, en donde aparecen la señora Sheibaium y el licenciado López, habiendo ignorado por completo a Ricardo Monreal.

Tanto por su origen, sus antecedentes, sus miembros fundadores, su composición social, su programa, sus métodos de lucha, sus relaciones con el gobierno, la conducta de sus dirigentes nacionales, Morena manifiesta muchas similitudes y semejanzas con el PRI, en su desenvolvimiento histórico, de tal forma que se puede afirmar que se trata de un partido de estado o de gobierno, cuyo principal y único dirigente real es el Presidente de la República, el cual ejerce su mando en forma directa e inapelable o bien por conducto del secretario de Gobernación, papel que le otorga a licenciado López una ventaja muy considerable con respecto a los dos aspirantes presidenciales. A nivel estatal y municipal se reproduce exactamente este esquema de sometimiento y de enajenación. Esto explica la razón por la cual John Ackerman denuncia en forma sistemática que no existe estructura regular o funcional en el citado partido simple y sencillamente porque no la necesita para operar en forma exitosa para cumplir con los planes y órdenes que les indican sus auténticos jefes. Solo basta que hable por teléfono el señor Mario Delgado o la senadora Citlalli Hernández, para que se cumplan los designios superiores.