Por: Héctor Ramírez Cuéllar

Las medidas cautelares que tomó el INE sobre la actuación a que se deben someter los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena son, en términos generales, las siguientes: no podrán abordar temas de carácter electoral, no deberán referirse a un partido en forma específica, no realizarán propaganda, no mencionarán ningún programa de gobierno, no lanzarán ataques contra los candidatos de otros partidos, no utilizarán recursos públicos en sus recorridos, rendirán un informe financiero acerca de sus actividades. Por su parte, Morena informó que otorgaría a cada uno esos aspirantes 5 millones de pesos para sus giras la cuales deben terminar en el mes de agosto, en vísperas de las encuestas que se levantarán en el momento indicado. Por lo tanto, el organismo electoral no considera que estemos en la etapa de las precampañas son en un periodo anterior en la cual existe una gran incertidumbre jurídica, la cual se está explotado políticamente por Morena para evitar que pudiera sufrir algunas sanciones.

Si estas medidas se aplicaran en términos estrictos, exclusivamente formales, propias de abogados tradicionalistas, los aspirantes de Morena no tendrían temas políticos algunos de importancia qué abordar ya que las prohibiciones son de tal minuciosidad y gravedad, que no lo podrían hacer y, por lo tanto, sus giras serian recorridos de carácter turístico y gastarían una cantidad de dinero que no tendría ningún beneficio concreto. Todos los ciudadanos de este país sabemos que los denominados aspirantes son en realidad precandidatos, a un puesto de elección popular y el único que no lo sabe es precisamente el INE. Así se inventó el artilugio legaloide de no son eso, aspirantes a un cargo de elección popular, sino que están realizando su labor porque pretenden ocupar el cargo de Coordinadores de Morena, pero si revisamos los estatutos de esta organización dicho puesto no existe sino que ha sido una invención que Morena ha utilizado en el pasado para violar la legislación electoral, afirmando en forma falaz y engañosa, que no son aspirantes a un cargo gubernamental sino a uno de carácter partidario, y esta farsa jurídica se manifiesta claramente al concluir estas actividades en que finalmente se comprueba que se trata, en efecto, sí de candidatos a un cargo público y por lo tanto ya han obtenido una considerable ventaja política con respecto a los otros partidos y candidatos.

Siguiendo con esta trampa, tanto el Presidente de la Republica como el Presidente de Morena aprobaron las medias cautelares tomadas del INE afirmando que en efecto no se trataba de candidatos a un puesto de elección popular sino que pretendía ocupar el cargo de Coordinadores de partido y todos ellos así se han presentado a los actos públicos con esa denominación, pero al estar ya en las reuniones, según los reportes de la prensa, todos los asistentes saben y están conscientes de que son los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena y que por lo tanto admiten tácitamente que están violando las normas legales, ya que desde el año pasado esos aspirantes han estado formando un estructura propia, que ha incluido a miembros de Morena y a muchos que no lo son y que son precisamente los que han efectuado las pintas de bardas, la colocación de anuncios espectaculares en calles, avenidas y carreteras, organizado las concentraciones masivas, en la cuales están participando muchos gobernadores, y funcionarios públicos estatales y municipales.

Si de verdad el INE fuera partidario del llamado “piso parejo”, es decir, de la equidad en la contienda electoral, debería ordenar que ese enorme despliegue publicitario fuera anulado por parte de quienes efectuaron los pagos, ya que se trata de propaganda elaborada en forma ilegal, es decir fuera de los periodos que señalan las leyes y segundo, no se conocen las fuentes de financiamiento de estas actividades que deben sumar cientos de millones de pesos. Incluso se ha llegado al extremo de que se han dejado apartados muchas de estos espacios por parte de Morena con el propósito de que cuando los partidos de oposición los soliciten ya estarán contratadas ya que solo han aparecido dos palabras escuetas en los espacios en blanco o un simple grabado en que hacen alusión a los candidatos del partido oficial.