El hipócrita desenmascarado: la llegada de Javier Milei al poder
Alejandro del Toral
El pasado 10 de diciembre del presente año, el presidente electo Javier Milei tomó protesta como el nuevo presidente de la República de Argentina. Con esta nueva responsabilidad en sus manos y aunada con las promesas de campaña que hizo, como el combatir la inflación, su llegada al poder fue recibida con mucha esperanza por miles de argentinos, entre ellos, personas de la clase trabajadora que en él creyeron ver una alternativa, alternativa que al poco tiempo se vio que era una farsa.
Desde que tomó el poder hace poco más de dos semanas, Javier Milei admitió, con todo el descaró e hipocresía posible, que la inflación sería “combatida” aumentado los precios de algunos bienes de consumo, con una devaluación del 118% y la caída del salario en dólares a la mitad, entre otras medidas de la misma naturaleza. Estas noticias dejaron impactados no solo a los trabajadores argentinos, sino a todo el mundo, que fue testigo de las declaraciones del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Milei. Una de las medidas más llamativas es el “ajuste a la inflación”, el cual, en lugar de ser realizado – como dijo en campaña – combatiendo a la “casta política”, será aplicado “cuando la demanda no soporte los precios”, es decir, cuando los argentinos no puedan afrontar sus gastos ni satisfacer sus necesidades y tengan que precarizar su calidad de vida de una forma inimaginable.
Con todas estas medidas marginales para el proletariado argentino, miles de personas han salido a las calles para protestar en contra de estos cambios que, con certeza, podemos decir que ocasionará una terapia de choque que traerá un descontento social mucho mayor que el que se vivió en años anteriores y provocará que decenas de miles de trabajadores sean víctimas del hambre y la represión que el nuevo gobierno impulsa y justifica, siendo este respaldado, de facto, por el silencio y la desmovilización del peronismo y los sindicatos colaboracionistas.
Sin importar si el gobierno liberal de Milei ostenta el poder por mucho tiempo, o no, las consecuencias en la calidad se verán afectadas como ya ha comenzado a presentarse. Esto nos debe de dejar dos enseñanzas: por una parte, comprender que, sin importar las apariencias y discursos de los partidos burgueses, estos siempre servirán – de forma más o menos discreta – a las élites gobernantes; por otra parte, los comunistas debemos fortalecer nuestros lazos con la clase trabajadora en medio de la lucha contra las reformas políticas anti obrera y anti populares que impulsa la burguesía, para así fortalecer la alternativa revolucionaria, que en Argentina está representada por el Partido Comunista Argentino.