El Frente de la Juventud Comunista conmemora al camarada Vladimir Ilich Lenin en el aniversario 100 de su partida física, luego de toda una vida dedicada a la más grande causa de la historia: la emancipación de la clase obrera y la construcción de una sociedad liberada de la explotación del hombre por el hombre.

El legado de Lenin es de un valor incalculable. Fiel discípulo de Marx y Engels, terminó de perfeccionar el socialismo científico, colocándolo a la altura de la nueva situación de desarrollo del capitalismo en su fase última, época en la que era una necesidad que la clase obrera pasara a la ofensiva, luego de años de predominio de posiciones oportunistas en el movimiento obrero.

Gran organizador, Lenin se abocó a la tarea de construir un partido de nuevo tipo, conformado por revolucionarios profesionales que se dedicaran de tiempo completo a la agitación entre la clase obrera y le dotara de las orientaciones revolucionarias capaces de atacar las fortalezas del capital. Lenin entendía que solo una organización de este tipo podría triunfar bajo la metralla de toda clase de represión y persecución.

Estudioso de manera minuciosa del desarrollo del capitalismo en su fase última, Lenin reveló a la clase obrera que no puede esperar un desarrollo pacífico del capitalismo, en el cual las contradicciones interimperialistas podrían llevar a acuerdos entre ellas de las cuales el proletariado podría beneficiarse, como aseguraba los teóricos oportunistas de la II Internacional. El gran maestro del proletariado, Lenin, demostró que las contradicciones imperialistas solo conducen a guerras imperialistas de las cuales el proletariado no debe participar ni colocarse bajo bandera ajena.

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Lenin terminó de colocar el asunto del papel del Estado, ya desarrollado antes por los padres del marxismo, como una cuestión de orden urgente, pues ante la inminente toma del Poder por parte de la clase obrera, ésta debía comprender cómo utilizar la maquinaria estatal a través de su Partido, el Partido Comunista, para destruir las relaciones de producción explotadoras y sobre sus cenizas erigir el edificio de las relaciones socialistas de producción.

Para la juventud obrera de todo el mundo, el genio de Lenin debe ser el gran faro que oriente su actividad revolucionaria de manera creativa. En la época actual, ante la irrupción de concepciones ideológicas pequeño burguesas, posmodernas, anarquizantes, de culto al espontaneísmo, de culto al movimiento por el movimiento, que con tanta facilidad permean entre la juventud proletaria y de los sectores populares, es necesario propagar de manera masiva las enseñanzas teóricas, ideológicas y político prácticas de Lenin.

Para los comunistas, para los marxistas-leninistas, Lenin no ha muerto, pues su pensamiento sigue siendo, no solo vigente, sino necesario mientras siga existiendo el capitalismo y no se alcance la sociedad comunista. Somos los jóvenes comunistas quienes hemos de sostener en alto la consigna de lucha y rebeldía frente a la opresión del sistema capitalista, la rebelión no es una bandera derrotada, ni vencida, y por eso continuamos las tareas de organización entre la juventud proletaria. Tenemos la certeza de que otro mundo es posible y tenemos claro que la mejor manera de alcanzar la libertad es luchando por ella.

Los jóvenes comunistas trabajamos para ser los portadores de una sociedad nueva, una sociedad en donde la explotación asalariada, la precariedad laboral, la inseguridad, la falta de acceso a la educación, la salud, la cultura y el ocio, no sean más que parte de un mundo que quedó atrás. Los jóvenes comunistas hemos decidido luchar, a pesar de las tan difíciles situaciones que azotan a la clase obrera y trabajamos todos los días para ser dignos discípulos de Lenin.

¡Larga vida a Lenin, el gran maestro de proletariado internacional!

Comité Ejecutivo del Consejo Central del Frente de la Juventud Comunista

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