La Discreción del Sindicalismo Magisterial
Por: Pléyadie D.
Durante estos años del gobierno de López Obrador y la 4T, la situación de las maestras y maestros en todo el país no ha sido nada buena, sino todo lo contrario ha empeorado y lo que es más difícil de comprender aún, es el silencio del magisterio ante los atropellos constantes.
En realidad dentro de lo que ahora se llama Reforma Derogada, pero que más bien es la misma Reforma Educativa impuesta por Peña Nieto pero con uno que otro artículo y/o fracción cambiada, coloca a los maestros en una posición aún más deplorable, no solo por el hecho de tener que “aprobar” un examen que no tiene un enfoque contextualizado a la realidad educativa de México, sino que también se usa cómo una táctica para evitar a toda costa la continuidad de una serie de derechos laborales, por los cuales el mismo magisterio lucho antes y durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, un ejemplo claro es la baja de los salarios, que aunque, cada año la SEP diga que “aumento en un 6.0% el sueldo”, en la práctica se convierte en ISR, y uno que otro tipo de impuestos, valga la redundancia, impuestos, por el mismo gobierno.
Pero entonces, ¿Cómo intervienen los sindicatos ante tal atropello? En México existen dos grandes sindicatos que conforman en su mayoría al magisterio nacional, que son la CNTE y el SNTE, en dónde el 90% de sus agremiados está conformado por Maestras y Maestros de educación Básica y el otro 10% pertenecen a la educación media superior, a su vez cada estado tiene pequeños y diversos sindicatos, compuestos por Maestras y Maestros de la Educación Medio Superior y Superior los cuales van a depender de cada subsistema de educación existente en cada estado, luego tenemos a los docentes de escuelas privadas que No tienen sindicato, y al final están los Normalistas quienes ni siquiera tienen la oportunidad de participar por una plaza, cómo se puede ver, el magisterio en México, convenientemente estaba casi dividido, con el gobierno de la 4T ahora si está dividido por completo, esto a causa de la vendida representación sindical de quienes dirigen dichos sindicatos.
Recordemos que durante el gobierno de EPN el magisterio, es decir, las Maestras y Maestros, en todos los estados, salieron a las calles a luchar en contra de la Reforma educativa, pues estaban convencidos de que el nuevo gobierno de la 4T erradicaría de raíz la Reforma Educativa, mientras tanto sus representantes sindicales pactaban, a escondidas, con el nuevo gobierno, las nuevas directrices sobre materia laboral y mostraban todo su apoyo a AMLO, duro golpe fue el que recibieron los millones de Maestras y Maestros, al darse cuenta de que AMLO no sólo no eliminó la RE sino que también sometió al magisterio a aceptar la nueva reforma con todos sus contras laborales; Bajos salarios, aumento de impuestos, eliminación de plazas docentes en todos los niveles, lo que provoca buscar doble y hasta triples lugares de trabajo, declaración a detalle del patrimonio de cada docente, despidos de personal con la excusa de la austeridad republicana, tampoco podemos dejar de lado la falta de cursos y talleres para mejorar la profesionalización del docente (el cual no es ni por tantito, el objetivo de la reforma educativa) y lo que fue más evidente aún, con el mal manejo de la Pandemia, que justo con la excusa de austeridad republicana, se vendió la educación a los monopolios de la comunicación que ya conocemos todos, pero que siempre es indispensable NO Olvidar, Emilio Ascárraga (Televisa), Salinas Pliego (tv azteca), Francisco A. González S. (Grupo multimedios) entre otros, también sometió a jornadas laborales de más de 12 horas, sin pago de horas extra alguno, dejo que las Maestras y Maestros pagaran de su propio bolsillo, luz, internet, equipo de cómputo y papelería, equipo de videograbación, etc. en conclusión, dejo que todo el peso de la Educación en México cayera en los hombros de todo el personal de la Educación, un peso que no solo fue social y emocional, sino también un peso ético y moral, al dejar de lado toda convicción de mejorar el rendimiento y calidad académico de cada niña, niño y adolescente y sin duda un peso económico del que el magisterio aún no se ha recuperado ni se recuperará, puesto que la Pandemia permitió aun con más fuerza transformar el esquema laboral y desmovilizar al magisterio en todos sus niveles educativos.
Y ahora con el nuevo regreso a las aulas a finales de agosto y con el anuncio del nuevo Acuerdo, que dice que quienes cumplan con el esquema completo de vacunación, ya no se consideran personas vulnerables, obligan al regreso presencial y una vez más se nota la turbia discreción del sindicalismo magisterial y la nula representación a sus agremiados.
Sin embargo, en diversos estados del país, existen destellos de Maestras y Maestros de diversos niveles educativos movilizándose ante tal atropello, tratando de conformar nuevos y verdaderos sindicatos, que dan luz y veracidad de que el movimiento revolucionario sigue y seguirá brotando aunque lo cubra la oscuridad del capitalismo, pues dicha contradicción es inevitable y es ahí donde muchos seguimos abonando para que de nuevo se escuche la voz del magisterio unido.