Por: Ángel Chávez

Recientemente se ha vuelto polémica la declaración del presidente López Obrador respecto de su negativa a asistir a la Cumbre de las Américas si en esta se excluye a países del continente por motivos políticos e ideológicos. La Cumbre de este año se efectuará los días 6 a 10 de Junio en los Ángeles California, y el gobierno de EEUU ya descartó invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Para analizar este tema empecemos por mencionar que la Cumbre de las américas surgió vinculada al proyecto de integración económica capitalista Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) a la que se buscaba la integración de todos los países del continente exceptuando a Cuba. De igual manera en otros años la Cumbre de las Américas excluyó a otros países, cuestión que algunos gobiernos latinoamericanos critiquen a la Cumbre el arrogarse la representación o legitimidad del conjunto del continente.

En este marco la declaración de López Obrador es interpretada como un acto de crítica al gobierno de los EEUU, como una supuesta actitud de “dignidad” de los pueblos latinoamericanos y una oposición a los proyectos del gobierno de EEUU. Ante estas ideas debemos aclarar qué, en todo caso esa supuesta actitud crítica no es más que demagogia, pues la posible inasistencia no implica más que, un acto simbólico pero en ningún momento se da una ruptura de relaciones de ningún tipo con el gobierno de EEUU, ya que López Obrador afirma que si se excluye a otros países de la Cumbre él no irá. Es decir él como persona se ausentará, pero afirma que enviaría a una representación encabezada por el Secretario de Relaciones exteriores, es decir, el gobierno burgués mexicano seguirá teniendo representación en la Cumbre.

Sumado a esto, la relación de carácter económico y político entre los gobiernos de México y EEUU no cambiarán, pues de hecho se encuentran estrechamente vinculadas a futuro por medio del tratado interimperialista firmado por López Obrador: el T-MEC. En este sentido la inasistencia de López Obrador a la cumbre no implica que se revierta la política antiinmigrante en la que colabora con EEUU, ni tampoco alguna otra de las medidas anti obreras del T-MEC.

Es verdad que la exclusión de Cuba de la Cumbre es parte de la permanente política del gobierno de EEUU, contra el gobierno revolucionario de Cuba, no obstante, aún con la participación de Cuba, cuya economía no está basada en el capitalismo, los proyectos de cooperación latinoamericana convocados por la Cumbre de las Américas no cambiarían su esencia de clase y sus intereses de carácter imperialista. Así pues, todo proyecto de integración o “cooperación” económica y política regional es la suma de economías capitalistas, por lo que el resultado no puede ser sino una integración de carácter interimperialista. Esto incluye tanto al T-MEC como a los proyectos como el ALBA o cualquier otro proyecto de cooperación económica que se pueda expresar por medio de la cumbre de las américas.

Ya hemos dicho que las declaraciones de AMLO sobre la Cumbre de las américas en nada resarce la política anti obrera y anti popular de la alianza interimperialista del T-MEC. A esto se suma el hecho de que AMLO es promotor del proyecto de una vinculación económica continental que le sea benéfica a EEUU, tal como fue el proyecto de la Alianza para el progreso (1961). Esta posición de López Obrador la expresó también en su discurso en la CELAC insistiendo en la integración americana que incluya también a EEUU y a Cuba. Sin embargo, esto no implica sino la continuidad de la política norteamericana que promovió la alianza para el progreso con la que EEUU buscaba una cooperación entre países capitalistas en choque contra el avance del socialismo; pero ahora la integración latinoamericana no se prepara para un enemigo de carácter político ideológico, sino para la confrontación interimperialista donde el antagonista es la creciente economía China y los estados capitalistas vinculados a ella. De hecho Lopez Obrador ha señalado varias veces lo “peligroso” de la creciente economía China, mostrándose así como partidario del bloque o alianza iterimperialista que encabeza Estados Unidos.

De todo esto debe quedar claro que los comunistas criticamos toda unión interestatal capitalista, y sólo la lucha por lograr el socialismo en cada uno de nuestros países es una verdadera alternativa a las alianzas interimperialistas. En esto nos diferenciamos de la política oportunista de algunas organizaciones y referentes de “izquierda” que desean el fracaso de la Cumbre de las Américas y se alegran de las contradicciones al interior de EEUU con referencia a la Cumbre como si eso implicara una acción de carácter anti imperialista. Estas mismas fuerzas oportunistas consideran conveniente una integración Latinoamericana que excluya a EEUU, y apoyan como propuesta alternativa a la integración de países latinoamericanos que también funcionan con una economía capitalista.

Los comunistas no consideramos que la alternativa a los proyectos políticos y económicos de integración promovidos por EEU sean los proyectos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que de hecho se reunió recientemente en Cuba y a la cual asistieron Nicolás Maduro de Venezuela, Daniel Ortega de Nicaragua, y Luis Arce de Bolivia. La única oposición al sistema imperialista es la bandera del poder obrero y la construcción de una sociedad socialista, y no otra alianza de países cuya base económica es el capitalismo.