Reflexiones sobre la grilla y otras cosas en la UADY
Por: Samuel Pech
Hace poco un amigo me preguntó que por qué critico demasiado a las Federaciones Estudiantiles, que cuál sería la razón más tajante para fundamentar dichos juicios. Mi respuesta fue: el mundo necesita un cambio, y las federaciones irremediablemente perpetúan aquella politiquería que nos tiene hundidos y que tanto daño nos ha hecho.
Antes de seguir, debemos comprender cómo funciona el sistema en el que vivimos, he aquí un resumen:
Existe una clase dominante (burguesía) formada por grandes empresarios, que acumulan la mayor parte de la riqueza producida, clase que echa mano de políticos a su servicio para mantener el control del Estado, de las instituciones y de las leyes a su merced. Todo esto con el propósito de mantener su dominio económico y social a través de la explotación y precarización de la clase oprimida (proletariado). O sea, que los políticos no son más que unos títeres movidos por empresarios de su misma clase.
¿Y qué creen? Así es y ha sido la UADY por décadas: cuna de los títeres. El terreno propicio para que los partidos renueven sus juguetes. La forma en que lo han logrado es a través de las Federaciones Estudiantiles.
“¿ESTO QUIERE DECIR QUE QUIENES SON CANDIDATOS A CONSEJO Y SOCIEDAD POR PARTE DE LAS FEDERACIONES SON PERSONAS MALAS?”
Yo no lo diría así, yo les llamaría: poco conscientes. Pues más allá de la moral, es una cuestión política y económica la que siempre está en disputa, y parecen no dimensionar las consecuencias materiales que se han de manifestar de repetirse las conductas colaboracionistas con la burguesía de la política actual. Y el hecho de continuar con ello —a pesar de conocer los daños históricos que desde, hace algunos años, han causado las federaciones— habla de un grado de inconsciencia muy alto, no importa qué tan buenas intenciones o qué tantas ganas de cambiar el mundo aparenten, lo que hacen es “buscar hueso” bajo este sistema capitalista, solo es pura pantalla, poco valor o ingenuidad.
Pudiera parecer que la crítica solo va dirigida de forma personal a quienes se postulan o a las y los dirigentes, pero también es una crítica estructural de lo que hay detrás de todo esto, pues las federaciones estudiantiles no son fallidas solo por ser federaciones, sino por servirle a los fines para los cuales fueron creadas, a los de la burguesía.
Las Federaciones y los partidos políticos burgueses que hay detrás de ellas (PRI, PAN, MORENA, Movimiento Ciudadano, PRD, etc.) tienen muy en claro sus objetivos de cada ciclo escolar: identificar a chicos y chicas con características particulares de las cuales se aprovecharán para ser los siguientes títeres de este sistema.
Características requeridas para candidatura estudiantil:
- Persona sociable.
- Capacidad de liderazgo.
- Amigable.
- Facilidad de palabra.
- Que pueda relacionarse sin tanto esfuerzo.
- Carismática (o).
- Etc.
Todo lo anterior es de reconocerse, se aprecian esas cualidades, pero es una lástima que los intereses para los cuales los preparan no sean para buscar un cambio real, sino para posicionarles como figuras políticas burguesas y causar cierta simpatía con la comunidad estudiantil para obtener el primer paso a su popularidad y con ello, tener un grupo que los apoye sin condiciones.
Al lograr la permanencia de este tipo de política, la burguesía asegura su dominio en futuras generaciones y en el sector estudiantil del presente, no permitiendo la injerencia de políticas revolucionarias o desmovilizando a las organizaciones genuinas.
No obstante, como las federaciones ya están tan quemadas, no van a faltar quienes se postulen como supuestos “independientes”, pero solo lo serán de nombre. O son candidatos ya pensados por las mismas Federaciones que se pintan como “independientes” o son quienes, de ganar, no resistirían aceptar presupuesto de alguna Federación o Partido (revisemos hace un par de años ciertas candidaturas), dinero del erario público mal destinado y además con fines de tener acarreados jóvenes para sus mítines y encuentros para las próximas campañas de 2024.
“¡PERO LAS FEDERACIONES NOS ESTÁN REGALANDO COSAS!”
Esto es algo de todos los años, luego de la precampaña y la campaña no se ven tantas actividades ni acciones como en estas épocas.
Algo que debemos entender es que donar dispensadores de agua, poner luminaria donde no había, meter solicitudes a las dependencias sin darle seguimiento, regalar pan con café, hacer convenios con bares o restaurantes, dar cuponeras de descuentos, son sólo acciones que, en la mayor parte de los casos, a lo mucho sirve para posar para la foto y simular que se está trabajando. No tiene sentido “solucionarle” todas las cosas a los estudiantes, pues esto le resta obligaciones a la Universidad, quien es la que debe cumplir en primera instancia con la satisfacción de esas necesidades. La labor de los candidatos que resulten ganadores es presionar en todo momento porque la Universidad y el Estado cumplan con sus obligaciones proporcionando lo que el alumnado necesita, convocando a la movilización de ser necesario.
De lo contrario solo se reproduce el asistencialismo y que las figuras políticas se cuelguen de nuestras necesidades con el afán de obtener reconocimiento público, para posteriormente subirlo a redes sociales, buscar un #hashtag y casi casi, obligar a sus equipos de trabajo a comentar cosas de ánimo y admiración a esas acciones, mismas que son sólo paliativos y para nada buscan un cambio radical en las condiciones académicas y estructurales de la comunidad estudiantil.
Hacemos una exhortación a la comunidad estudiantil en general. El cambio no va a venir de ninguna Federación, ni de ningún supuesto candidato “independiente” de mentiritas que prometa solucionar problemas casi por arte de magia. Nadie debe colgarse de nuestras necesidades para conseguir sus mezquinos fines personales que se traducirán en un futuro como formas de dominación burguesa. Por desgracia, ya desde antes de que salgan siquiera las convocatorias para las futuras elecciones de Consejo Estudiantil y Sociedad de Alumnos, ya han salido hasta por debajo de las piedras individuos que prometen soluciones mágicas a sus compañeras y compañeros estudiantes, con la intención de atraer los reflectores hacia sus personas y desde ahora irse construyendo la imagen que les permitirá ganarse votos en unos meses. La realidad es que muchas de esas personas precandidatas, están siendo manipuladas, y han sido presa del engaño de las federaciones (y por consiguiente de partidos políticos burgueses), haciéndoles creer que a través de esas formas de política pueden lograr cosas buenas para la comunidad estudiantil. Pero sólo serán usadas como títeres, pues no hacen que estas personas se cuestionen sobre lo que realmente se necesita, y se aprovechan de su intención de querer hacer algo en pro.
Otras tantas personas precandidatas, son parte de este problema, pues son conscientes que replicando está politiquería no se logra nada más que posicionarse como figuras públicas para obtener su puesto, cuando nunca antes habían movido un solo dedo para con el estudiantado. Pero ya seremos testigos de cómo su farsa se cae más adelante, tanto si ganan como si pierden. Un estudiante que realmente tiene la intención de impulsar cambios reales no requiere ni de reflectores ni de elecciones, pues sabe que esos cambios se trabajan todos los días con paciencia y esmero, junto a personas con intereses similares a quienes trata como iguales, y no como subordinados esperando órdenes.
La única vía es la organización estudiantil, combativa, consciente de clase, democrática, autónoma, permanente, en constante crecimiento, vinculada a la clase obrera y su lucha social, y genuinamente independiente de los partidos burgueses y sus brazos estudiantiles. Ya no permitamos que la política se reduzca a la temporada de elecciones y campañas, participemos activamente en la política estudiantil, estamos a tiempo de rectificar nuestros pasos y sumar esfuerzos organizativos con vistas a la creación de una política estudiantil organizada, capaz de conseguir sus objetivos en conjunto, representada por quienes de verdad padecemos las necesidades, sin la intervención de políticas tradicionales, burguesas. Una política estudiantil solidaria con la clase oprimida, capaz de tener un papel de mayor relevancia en nuestra sociedad, con verdaderos cambios revolucionarios. Hagamos de la independencia una realidad, y no un mero discurso como tantas veces se ha hecho.