Hacia una alternativa revolucionaria; Crónica sobre la IV Conferencia Política del PCM
Por: Lorena Vargas
Cuidad de México, 28 de enero del 2024.
Algo que caracteriza a los comunistas es la voluntad de organizarse en todas las condiciones, ante cualquier circunstancia y con un horizonte común. Ante el panorama que abre la gran época electoral en México, el fantasma del comunismo resiste con la pretensión de seguir extendiéndose a cada rincón del país.
Frente a una gran manta que sostenía las líneas de Brecht “¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros. ¿De quién que se acabe? De nosotros también”, poco más de un centenar de militantes nos dimos cita en la Ciudad de México para realizar la IV Conferencia Política Nacional que decidiría el rumbo de nuestro Partido Comunista frente a las opciones que la burguesía ofrece al proletariado mexicano en la contienda por el poder.
Hasta este momento, el PCM había mantenido la política del abstencionismo en cada uno de los procesos electorales que abrían espacios de disputa en los diversos sectores de la composición política y social de México; nosotros sabemos bien que la política burguesa y sus plataformas nunca permitirían que un programa disruptivo, subversivo y, sobre todo, revolucionario, formara parte de la boleta que pondría en juego su papel como aparato opresor de nuestra clase. Pero eso no es ni ha sido jamás un impedimento para imponer sobre sus intereses los intereses de los oprimidos.
Con cuadernillos de trabajo en mano y muchas expectativas, militantes y simpatizantes escucharon las opiniones de la militancia sobre las tareas que se nos plantean para este nuevo periodo de lucha; Consolidar al Partido Comunista de México como la única alternativa para la clase trabajadora, que implica desenmascarar el falso dilema entre antineoliberalismo vs neoliberalismo como campo de batalla, a quienes encarnan los intereses de la clase opresora y poner sobre la mesa la labor que la Cuarta Transformación ha desarrollado en favor de los monopolios, a costa del proletariado.
A pesar de los obstáculos burocráticos que el poder burgués aplica sobre cualquier otra propuesta política que no represente alguna utilidad para la continuación de la gestión capitalista, la Conferencia se centró en la manera en que una campaña comunista fuera efectiva para trasladar nuestro programa a nuestros hermanos y hermanas de clase, desafiando los impedimentos por venir para convertir al Partido Comunista en la verdadera oposición, no sólo del gobierno actual, sino de todos los proyectos de gobierno de la oligarquía.
Como leninistas y el partido bolchevique que aspiramos a ser, no es una opción mantenernos alejados de la pugna que se disputan los grupos burgueses, donde nuestra clase es la carne de cañón, sino que, bajo el principio de “todas las formas de lucha”, es necesario impulsar una plataforma programática que choque con el programa que esos grupos pretenden colocar como una opción novedosa pero que en realidad se trata de las propuestas de siempre.
Con estos elementos de principio fue votado a favor, con la mayoría de la plenaria de la Conferencia, el proyecto de resolución sobre la participación del Partido Comunista de México en las elecciones del presente año con candidaturas a nivel federal y regional y la plataforma programática que guiaría la actividad de los comunistas en los siguientes meses. Aunque dichas candidaturas no contarían con un registro oficial ante el INE (cuestiones técnicas que no imposibilitan una campaña comunista), para los asistentes nos quedó claro que tenemos por delante un arduo trabajo que desarrollar en las calles, en los centros de trabajo, en las escuelas, en nuestros barrios y en todo lugar donde se encuentre la clase trabajadora.
Nuestra lucha no es por cuántos votos podríamos conseguir, sino por la necesidad de reagrupar y organizar a nuestra clase entorno a un único programa que ya concentra sus principales intereses y que solo es posible alcanzar mediante la lucha abnegada. La alternativa comunista, en este sentido, viene a rebatir lo que el actual gobierno ha caracterizado como “paz social”, pues para la burguesía la “paz social” significa su estabilidad, pero precarización y miseria para el proletariado.
De la misma forma en que se hicieron propuestas y ratificaciones a los documentos presentados, también se hicieron propuestas sobre aquellos militantes que representarían el programa de los comunistas en las respectivas candidaturas. A diferencia de los partidos burgueses, en donde negocian por debajo de la mesa y pelean a muerte con el fin de obtener un poco del botín que ofrecen los puestos en el poder burgués, las y los comunistas elegimos de manera democrática a quienes consideramos los más capaces para ejecutar las tareas asignadas en este periodo.
Fue así que, con una amplia mayoría, aludiendo a su experiencia, formación y abnegación como comunista, fue elegido el camarada Marco Vinicio Dávila como candidato a presidente de la república, y a los camaradas Ángel Chávez y Diego Torres como candidatos a Jefe de Gobierno de la CDMX y gobernador de Morelos respectivamente. Con un emotivo discurso, el camarada Marco Dávila asumió la labor que fue designada por la Conferencia, pero que no se contradice con la trayectoria que lo ha formado como militante del PCM, un comunista ejemplar que donde quiera que se pare, demuestra tener temple de acero y convicción por la construcción de un mundo mejor para nuestra clase, por la revolución socialista.
Al finalizar la jornada, el conjunto de camaradas, luego de algunas varias horas de discusión, entonamos fuertemente la canción al Partido Comunista y la Internacional; alzando las banderas rojas, lanzamos consignas por un mundo nuevo, obrero y socialista. Ahora las palabras de Brecht parecían tener aún más sentido que nunca, pues sólo de la clase trabajadora, junto al Partido Comunista, depende que la opresión llegue a su fin, pues los vencidos de hoy serán los vencedores del mañana.
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