Posicionamiento ante la violencia contra las mujeres en México 2024
En México, el número de mujeres asesinadas ha aumentado vertiginosamente en los últimos años, la violencia contra las mujeres provenientes de la clase trabajadora y los sectores populares se ha exacerbado. Acorde con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el país existe un promedio de 10 asesinatos a mujeres cada día, durante este sexenio ha habido más de 5000 feminicidios y tan sólo en 2023 se registraron 976. Además, se suman los datos del senado que diariamente registra 234 violaciones a mujeres en el territorio nacional.
Para comprender mejor la magnitud del fenómeno, es importante contextualizar que, las promesas del presidente López Obrador y del Partido MORENA fueron vil letra muerta, pues las mujeres trabajadoras hemos sido mayormente expuestas a situaciones de violencia durante este período, es mentira que la violencia haya disminuido, es mentira que la agenda burguesa tenga como tarea hacer “tiempo de mujeres” cuando las cifras registran todo lo contrario y no será verdad aun habiendo una propuesta femenina en el gobierno. El Estado es responsable de incurrir en la desatención de las denuncias, negligencia e irregularidades, así como en la procuración de las condiciones mínimas que garanticen la vida de las mujeres obreras.
Desde el Frente de la Juventud Comunista, aplaudimos el esfuerzo de mujeres que ante el contexto de violencia y precarización han salido a protestar y organizarse en denuncia de las oprobiosas políticas de explotación y desigualdad. Rechazamos la respuesta del gobierno socialdemócrata y de cualquier otro partido burgués, que además de desprestigiar estas formas de lucha, en la campaña política se apropian de los logros históricamente logrados a través de las huelgas y protestas, tales como han sido el 8 de marzo, el 25 de noviembre y los derechos político-sociales históricos como el derecho al aborto, el ejercicio de la maternidad y decisión sobre el cuerpo, el sufragio, entre otros.
La hipocresía de la burguesía asciende al grado en que, actualmente nos encontramos a tan sólo unos meses para que, América del Norte tenga a su primera mujer presidenta. La democracia burguesa se vende como revolucionaria, mientras que, en la práctica, se oprime, violenta y aniquila todo intento serio de emancipación de las mujeres. Los candidatos de los partidos burgueses no hacen más que representar el interés de los monopolios, y a pesar de que en esta ocasión la burguesía haya decidido feminizar su rostro, la explotación hacia la clase obrera se mantendrá.
Como comunistas, sabemos que la raíz de la violencia hacia la mujer no es una condición social y no sólo se limita a las distintas formas de acoso y agresiones sexuales, nos es claro que, para las mujeres trabajadoras la violencia tiene un trasfondo de clase, y proviene del sistema capitalista que nos explota, precariza y oprime. Son los monopolios los que toman las decisiones sobre cómo deben desarrollarse las condiciones de trabajo y las relaciones en sociedad. Tenemos claro que, la única forma de poder eliminar la violencia hacia las mujeres trabajadoras, es con el derrocamiento de este sistema y a través de la construcción socialista y de un nuevo poder cómo podrán darse cabida los trabajos políticos hacia la emancipación de la mujer en la sociedad.