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COVID-19 y el panorama general de la salud*

imagen: AP

Por Giorgios SIDERIS**

Candidato a Doctor de la Facultad de Medicina de La Universidad Nαcional  y Kapodistria de Atenas. Miembro del Comité Regional de la Organización Partidista del KKE en Atica

En los últimos días, la propagación de COVID-19 ha obligado a la Organización Mundial de la Salud a llamarlo pandemia. Nadie sabe cómo evolucionará la pandemia. Muchos trabajos médicos están viendo la luz de la publicidad, los gobiernos ya hablan de una “crisis de salud pública”, la mayor parte del planeta observa con agonía.  Los Desarrollos recientes muestran lo podrido que está el sistema en el que vivimos. Muestran el triunfo de la ciencia y la bancarrota de la metafísica. Y sin embargo… “todos” hacen su trabajo.

 

El panorama general

Las pocas declaraciones de los especialistas en enfermedades infecciosas de que el COVID-19 no se transmite por “la comunión” no solo es una payasada, sino que también es oscurantismo. El anuncio del Santo Sínodo de que “la comunión a través del Cáliz de la Vida no puede ser la causa de la transmisión de enfermedades” es peligroso. Un respetable derecho individual no puede ejercerse en detrimento de la salud pública.

Una vez más aparece el abrazo obsoleto entre Estado e Iglesia. Estas declaraciones se agregan a la orilla reaccionaria, que también incluye las caricaturas gráficas de Velopoulos (Dirigente del partido “Solución griega” que, por televisión, vende cremas contra el coronavirus) y Portosalte (Periodista griego que también habla sobre el coronavirus mientras lee un anuncio de  suplementos alimenticios que hacen invulnerable al organismo).

El rompecabezas se complementa con especuladores ilegales o legales (lo experimentaron quienes fueron por primera vez a las clínicas privadas a hacerse la prueba del frotis faríngeo y cuyo coste es de 150 euros), periódicos con máscaras insertadas, profecías de antiguos monjes, teorías de la conspiración y el placer de atemorizar por parte de los medios de comunicación.

Dejando a un lado estas imágenes, veamos el panorama general que se está configurando día a día.

La situación en la salud pública sigue siendo trágica. Las movilizaciones de los sindicatos obreros que se están llevando a cabo en estos días son justas porque son batallas para defender, en el sentido estricto, la vida del pueblo. Concierne a medidas para proteger la salud de los trabajadores, como: la contratación de trabajadores de la salud para que funcione las 24 horas todas las Unidades de Atención Primaria de Salud, equipar todos los servicios públicos con las profilaxis previstas de desinfección proporcionadas por el Estado de forma gratuita a la población, permisos adicionales con salario completo y Seguridad Social.

Ya en Italia se han iniciado huelgas en la industria por una serie de estos problemas. Es deber de cada sindicato proteger a los trabajadores de su ramo y a sus familias de la esclavitud, el terrorismo patronal y su explotación , que, bajo la apariencia de una pandemia, encontrarán nuevos métodos para aplicar a través de la patente de corso que les ofrecen los comunicados  del gobierno (reducción de los controles al patrón, abolición de las vacaciones remuneradas, suspensión de las contribuciones a la Seguridad Social   por parte del patrón, anulación delas relaciones de trabajo).

Cualquiera que lo observe comprenderá que seguirán otras medidas. Después de todo, el artículo clave sobre el COVID-19 publicado en el número 1 de la revista médica, “The New England Journal of Medicine” (sobre el factor del impacto internacional), no fue escrito por un científico, sino por Bill Gates, el antiguo dueño de Microsoft y una de las personas más ricas del mundo.

Establece, entre otras cosas: “Se necesita financiación del gobierno (en la industria farmacéutica) porque los productos pandémicos son inversiones de riesgo extremadamente alto (…) deben superarse los obstáculos técnicos, diplomáticos y presupuestarios (…) para fortalecer la cooperación entre sector público y privado, los gobiernos y otros patrocinadores también deberían invertir en instalaciones de fabricación” (1). Ya sabemos quién va a “pagar los platos rotos” otra vez.

 

El pueblo no debe aceptar “pagar los platos rotos”

Las declaraciones del gobierno de que “la carga debemos repartirla entre todos: el Estado, las empresas y los trabajadores”(2) no deben ser aceptadas. Porque son los trabajadores los que han cargado sobre sus hombros el peso de la crisis capitalista, del desarrollo; han pagado todo durante estos años.

La lógica que se está cultivando sobre la prohibición de las “reuniones públicas” no se trata sólo de medidas de higiene personal y de evitar la transmisión (obviamente necesarias). Es parte del intento de crear una conciencia de masas subordinada a la lógica de que hoy “no se habla de la epidemia del coronavirus” y mañana “no se habla de la epidemia de la guerra”, etc.

No olvidemos que el gobierno todo este tiempo no ha dejado de legislar. Es ejemplo el caso de la violenta prohibición de las manifestaciones o cargar la mitad del Código Penal sobre el Presidente del Sindicato de PAGNI (Sindicato del Hospital Universitario de Heraklion) por “difundir noticias falsas” y “crear pánico” al sacar a la luz la miseria en el hospital donde trabaja y exigir que se tomen medidas inmediatas de protección.

Si, realmente, todos los gobiernos, quisieran proteger a la población, durante todos estos años llevarían a cabo contrataciones en las estructuras de salud pública, abrirían camas en la UCI, renovarían los equipos médicos, harían un Sistema de Atención Primaria de Salud sin restricciones y proporcionarían un sistema de salud orientado hacia la prevención

Vale la pena señalar que, en estos días, el número 2 de la revista médica THE LANCET, ha publicado trabajos sobre decenas de miles de casos de contagio por la epidemia COVID-19 en la China capitalista y examinado el índice de mortalidad por región. Resulta que, en áreas con suficiente acceso de la población a servicios de salud adecuados, la mortalidad (el porcentaje de muertes de pacientes contagiados) era del 0-0.3%, mientras que en áreas donde no había esta posible capacidad, por varias razones, la mortalidad era 10 veces mayor (3-5%) (3). Así pues, especialmente hoy, las exigencias por las que están luchando los sindicatos son aún más actuales.

 

Grandes contradicciones

Junto a la lucha por las medidas de protección necesarias, hoy los trabajadores y los científicos deben considerar:

¿Cómo es posible que se queden 100 camas de las UCI inactivas porque no contraten al personal permanente necesario, cuando se ha demostrado (desde la década de 1950) que el porcentaje de pacientes, considerados por la medicina clásica como “perdida”, que sobreviven en las UCI alcanza los 4 de cada 5, y cuándo las posibilidades de curación se incrementan en un 50%? (4)

¿Qué es lo que impide la contratación de personal en las UCI en todos estos años, cuando, incluso en estos días y en base a la experiencia trágica de Italia, vecino país del norte, demuestra que el problema de las camas de las UCI es candente?¿No será la política que considera la Salud como comercio y coste?

¿Es posible que en 2020 se discuta sobre las existencias de mascarillas, recambios, respiradores (nota: las multinacionales han aumentado su precio de 5 a 10 veces en estos días)? ¿Esta verdad no demuestra que el capitalismo tiene como único propósito generar ganancias y no resolver las necesidades del pueblo?

¿Cualquier plan de respuesta ante una pandemia se puede cumplir de manera efectiva cuándo el servicio de limpieza pertenece a subcontratas? Los fármacos a multinacionales y proveedores, que suben y bajan los precios, cuándo el personal médico tiene hasta 17 relaciones de trabajo diferentes dentro de un hospital y los hospitales son unidades empresariales (sin comentar los planes del gobierno sobre la colaboración entre sector público y privado).

¿Interesa o no interesa al pueblo  una economía centralmente planificada, que  oriente respectivamente, desde la industria socializada, la producción de materiales medicinales y para investigación , la distribución de mano de obra: enfermería, atención médica y limpieza con base en satisfacer las crecientes necesidades populares regulares y de emergencia?

Se están desarrollando planes para hacer frente a la evolución de la pandemia “a puerta cerrada”. No existe información oficial, oportuna, sistemática y fiable por parte del personal. Quienes están llamados a aplicarlas no están informados (la falta de información se confirma por el hecho de que la participación de los trabajadores en las asambleas, las informaciones completas organizadas por los sindicatos, son una de las más masivas). ¿Esto pasaría si el poder estuviera en manos del pueblo y los trabajadores de la salud fueran partícipes, obligados a decir y resolver problemas, en lugar de ocultarlos?

¿Revelan o no que los grandes callejones sin salida, que son resultado de la comercialización de la Seguridad Social, se hacen evidentes cuando las costosas estructuras de la Educación Especial, que aún no dicen claramente si se cerrarán, continúan viendo a los niños con discapacidad como euros?

¿Se vería perjudicada la población si  en todo este tiempo las unidades de Atención Primaria de Salud estuvieran  interconectadas con la familia, las escuelas, las facultades, las guarderías, los lugares de trabajo, las instalaciones deportivas y las residencias de ancianos?

En la lucha diaria por la supervivencia, por una vida con derechos, es necesario abrir un amplio debate sobre los actuales callejones sin salida del modo capitalista de producción y organización de la sociedad y las condiciones para su derrocamiento. Hoy parece aún más claro que el único camino para la salvación del Pueblo es la lucha por la salud exclusivamente pública de calidad, de alto grado y gratuita, por invertir radicalmente la economía y la sociedad, por el Socialismo.

 

*Agradecemos calurosamente la traducción específica para El Machete, Revista teórica, política y cultural del Partido Comunista de México, a la camarada Mercedes Roldán Luceno

**Fuente para la traducción:
https://www.rizospastis.gr/story.do?id=10714680


 

Fuentes:

1.- «Responding to Covid-19. A Once-in-a-Century Pandemic», Bill Gates- https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp2003762 query=recirc_mostViewed_railB_article

2.- Oficina de Prensa del Primer Ministro–Mensaje del Primer Ministro hacia los ciudadanos sobre el coronavirus , 11/3/2020

3.- «Potential association between COVID – 19 mortality and health – careresourceavailability, Yunpeng Ji et al («Asociación potencial entre la mortalidad de COVID – 19 y la disponibilidad de recursos sanitarios, Yunpeng Ji et al.) – https://www.thelancet.com/action/showPdf?pii=S2214-109X%2820%2930068-1

4.- «Continuum of hospital care: the role ofintensivecare» – Hillman et all, CurrentOpinion in CriticalCare 2010, 16:505-509 («Continuidad de la atención hospitalaria: el papel de la atención intensiva» – Hillman et all, CurrentOpinion in CriticalCare 2010, 16: 505-509)

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