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Reflexiones políticas en el panorama electoral del 2024

 

Miguel Castro, miembro del Comité Central del PCM

Ángel Chávez, Director de El Machete

 

La política burguesa rumbo a la elecciones 2024

Rumbo al proceso electoral del 2024, todas las fuerzas políticas burguesas iniciaron sus precampañas en el 2023, y morena desde el gobierno también hizo lo mismo usando el corporativismo, los programas sociales y a los “siervos de la nación”.

En la primera parte de esas precampañas la alianza “Juntos Hacemos Historia” MORENA, PT, PVEM, es decir la expresión socialdemócrata, recorrieron todo el país para elegir entre varios aspirantes a coordinadores nacionales, estatales y municipales de la cuarta transformación que serían los candidatos pero que llamaron dirigentes del movimiento de la 4T. Toda la propaganda para elegir a los candidatos se disfrazó como parte del proceso interno o actividades internas del partido, de hecho al final de los spots publicitarios se escuchaba “mensaje dirigido  militantes de Morena… Pri… Pan… etc.”

Las actividades internas de Morena y de los otros partidos, son propaganda política previa al inicio de las elecciones, por lo que los eventos públicos durante los procesos de elección de candidatos por medio de encuestas para elegir a los candidatos a los puestos de elección popular, desde Presidente de la República, Diputados federales, Senadores, Diputados locales y Presidentes Municipales, son una forma en que la burguesía reafirma su dominación e insiste en que ahora con las encuestas es cada vez más democrático el proceso de elecciones, aunque detrás de las encuestas está el poder de los monopolios que impulsan a tal o cual candidato y que son dueños de tal o cual medio de prensa o empresa consultora.

En dichas precampañas predominó el arribismo, el desdeño de los que eran partidos aliados de Morena y el “chapulineo” de panistas, perredistas y sobre todo Priistas, llegando muchos a convertirse en candidatos, pasando por sobre las bases de Morena y las aspiraciones a ser candidatos de los miembros reconocidos del partido en localidades. Sumado a esto, un gran bloque de PRIISTAS se sumó al equipo de Claudia Sheinbaum.

Por su parte, en el Frente Amplio por México (PRI, PAN, PRD) seleccionaron a Xóchitl Gálvez, quién representa la otra cara de la moneda, el otro bloque de la burguesía, quiénes usaron el mismo tipo de campaña anticipada y en algunos casos el método de selección por medio de encuestas, aunque hicieron que los aspirantes contendientes declinaran antes de que se realizaran.

Es importante aclarar que, los comunistas no consideramos que por el ingreso de personajes y sectores del PRI y del PAN a Morena, el proyecto de Morena se esté desvirtuando y esté dejando de ser de izquierda pues en realidad Morena nunca ha sido un proyecto de izquierda en la medida que no es un proyecto que confronte al capitalismo ya que representa un gobierno burgués al igual que los pasados gobiernos del PRI y PAN, sin embargo Morena busca mostrar que la explotación capitalista puede ser humanizada, buscando ponerle un “rostro humano”  al capitalismo.

En todo caso, aquellos que tienen un auténtico deseo de resolver los grandes problemas que sigue enfrentando la clase obrera y los pueblos de México, y que se dan cuenta que tampoco Morena es la opción para un cambio verdadero, para ellos las filas del Partido Comunista están abiertas, para los que quieran sumarse a un proyecto de transformación radical.

En resumen, en el panorama de la política burguesa, tenemos dos caras de la misma moneda, dos proyectos que proponen gestionar los intereses de los monopolios. Nada nuevo hay en la política electoral hasta ahora.

 

Lo guerrillero no quita lo reformista. Las fuerzas “socialistas” rumbo al 2024

Por su parte, un conjunto de las otrora fuerzas revolucionarias, socialistas, anti capitalistas o de izquierda, se han visto debilitadas desde el 2018 con la desmovilización social impulsada por el gobierno de López Obrador. Pero también buena parte de esas fuerzas terminaron siendo apéndices del gobierno burgués de Morena, sumándose a la campaña de 2018, y ni hablar de los “excomunistas” del Partido Comunista Mexicano que eran oportunistas desde su estancia en PCM y que hoy ocupan altos puestos en el gobierno.

Hay casos como el de las fuerzas provenientes del movimiento armado socialista (MAS), como el MUSS- Movimiento de Unidad Socialista Sinaloense y el FAS- Frente Amplio Socialista-, muchos sobrevivientes de la guerra sucia y del MAS, que desde el 2021-2022 han buscado generar acciones unitarias para confluir en un frente amplio o un partido que pudiera hacer alianzas con Morena y el obradorismo. Su objetivo, dicen, es fortalecer y afianzar el nuevo gobierno progresista y luego ir más allá que Morena y AMLO para lograr una patria nueva y socialista. La táctica de colaborar con la burguesía para impulsar el proyecto “progresa” más a la izquierda.

Dicho proceso de unidad llamaba a constituir el Partido de Unidad Socialista en el que firman más de 14 organizaciones políticas y de masas de varias corrientes políticas del país, agregándose como firmantes la ONPP, la COCEI, UNOPVI, grupos troskistas, Movimiento Comunista Mexicano,  la Central Unitaria de Trabajadores CUT de Coahuila, entre otras, excepto el FAS. Iniciativas que no ha concluido en un partido u organización común, pero la política de estas organizaciones sigue siendo el respaldo a Morena, aún y cuando durante el sexenio de López Obrador se desarrolló una política anti obrera y anti popular, la militarización, la reafirmación del tratado de libre comercio hoy T-MEC, la represión a migrantes.

Cabe señalar que durante el sexenio de López Obrador, ha habido un “boom” en el estudio de los movimientos armados, una supuesta reivindicación de la lucha guerrillera; desde el estado se publican libros sobre la Guerrilla, en la academia se alientan seminarios sobre el tema y además se emprendió el proceso de reparación de daños con lo que a los participantes del MAS se les entregan dádivas que parecerían una forma de corporativizar a parte de este este sector que hoy se coloca como apoyo de la 4T.

El episodio más vergonzoso ligado el fenómeno de la reivindicación de la lucha del MAS con anuencia del Estado, fue la Ceremonia del Inicio de Actividades para el Acceso a la Verdad y la Justicia por los hechos 1965-1990, donde los representantes del gobierno llegaron a afirmar que los militares que reprimieron las luchas sociales eran también víctimas.  https://n9.cl/ryk1d

En este contexto, sectores provenientes del MAS, desde diciembre del 2022 y durante el 2023 estuvieron actuando en el proceso de Reflexiones y homenaje de la caída en combate de Diego Lucero, Raúl Ramos Zavala y Genaro Vázquez en el “invierno trágico” diciembre de 1972 y hasta el 50 aniversario de la fundación de la LC23S. Los objetivos de tal proceso de reflexión fue que la militancia involucrada, familiares, hijos y simpatizantes, fijen los lineamientos políticos y organizativos para apoyar y consolidar el proyecto obradorista, y claro, para aliviar los resquicios de conciencia socialista, dicen proponerse ir más allá, y hablan de un de socialismo democrático por medios pacíficos electorales, en el camino que genero la Reforma Política de 1978 y el triunfo popular del 2018.

Es decir, si en 2019 se afirmó que las luchas del PCM durante el siglo XX fueron la raíz roja de la 4T, ahora se afirma indirectamente que las luchas del movimiento armado por el socialismo también tienen un punto de arribo en el gobierno burgués de López Obrador. Independientemente del debate sobre la táctica de la lucha armada, la pregunta a destacar es ¿los guerrilleros de las décadas de 1960, 1970 y hasta los 1980, luchaban por el socialismo o luchaban por un nuevo gobierno burgués que no fuera el del PRI y que sustituyera a “la mafia del poder” por nuevos actores de los monopolios? Su lucha era por el socialismo.

Al parecer pese a las múltiples reflexiones, estos sectores de otrora revolucionarios no han podido llegar a una conclusión básica que la esencia de clase del gobierno de López Obrador y Morena es la misma que la de los gobiernos Priistas que implementaron la llamada “guerra sucia”.

Por el contrario, sus conclusiones les llevan a colaborar con Morena con el objetivo de buscar influir para que la 4T no se quede en reformas secundarias y se genere la correlación y se pueda avanzar en reformas estructurales, tanto al régimen económico-social como al régimen político. Es decir, sumarse al partido de la burguesía para orientar el timón a la izquierda. Y en este camino advierten que han de participar en el debate público y en los procesos de movilización y organización político-social en curso, para reducir la influencia de la hoy concepción hegemónica en Morena. No ven que Morena no solo no es anti capitalista, sino que además no se dio un combate a las políticas neoliberales, ni siquiera se cumplió con lo que de por sí era un espejismo.

Pese a esto parafrasean a Ramos Zavala y dicen que “El tiempo que nos tocó vivir” hoy está marcado por el momento posterior al triunfo de López Obrador, como si esto hubiera supuesto un cambio. A los exmilitantes del MAS se les olvida que en la lucha ideológica que los sectores revolucionarios más avanzados dieron contra el oportunismo del Partido Comunista Mexicano, se criticaba la política pacifista y reformista propia del eurocomunismo, que se criticó el programa de Revolución Democrática de liberación Nacional y después la Democrática Popular y Antiimperialista, y que cuando Raúl Ramos Zavala y la JCM rompen con el PCM, definen que el carácter de la revolución “o es verdaderamente revolucionaria socialista o simplemente no lo es”. ¿Cómo es que ahora van a aliarse con las fuerzas burguesas “por un socialismo democrático”, o una “lucha de liberación nacional” o un “movimiento ecosocialista democrático”?

Por lo pronto el MUSS registró precandidato a senador por Sinaloa y llaman a fortalecer a las fuerzas populares y de izquierda socialista que impulse una fuerza de avanzada del obradorismo para que no se estanque o retroceda deteniendo a las fuerzas de centro o de centroderecha y/o derecha y avance a un socialismo democrático; pero ello significa, consolidar a AMLO y MORENA y seguir consolidando y ayudando a administrar el capitalismo, sigan su camino como van.

Sigue siendo vigente la necesidad de prepararse para confrontar a la burguesía y el poder de los monopolios, confrontar su aparato militar, policiaco y paramilitar, sigue siendo vigente la osadía del proletariado y los trabajadores para asaltar el cielo. Pero para todo esto necesitamos fortalecer al Partido de la clase obrera con la fuerza suficiente para derrotar a esa clase enemiga.

En el Partido Comunista de México, estamos absolutamente convencidos que toda organización comunista  o revolucionaria y los componentes del MAS que sobreviven y continúan activos, que estén convencidos del Socialismo- Comunismo como tarea de la clase obrera, sin etapas intermedias o pactos con la burguesía, tienen un lugar en el PCM.

 

El Partido Comunista de México frente a las elecciones 2024

El Partido Comunista de México por su parte, se declaró en oposición al gobierno de Morena y López Obrador desde el 2018 (https://n9.cl/cwq4r) y denunció las políticas anti obreras y anti populares que se implementaron durante el sexenio.

En el 2023 el PCM declaró en el documento “Sobre la sucesión presidencial” (https://n9.cl/o79qw) que por el carácter anti obrero y popular de Morena “El Comité Central del Partido Comunista de México considera que no existe ninguna base para apoyar a los candidatos de ese bloque burgués, y que además cuenta con muchos elementos para sustentar una confrontación de clase con quien resulte candidato del obradorismo. Sheinbaum o Ebrard tendrán en el Partido Comunista un adversario de clase.”, y añadió que “que el Frente Amplio por México y su candidata expresan posiciones antagónicas a los trabajadores, que es nuestro deber chocar política y programáticamente con el PRI, PAN y PRD.” Por tanto el PCM no va a colaborar o ayudar a consolidar ninguna forma de administración del capital, sino que confrontará el poder de los monopolios en todas sus expresiones partidarias. Los comunistas no vamos contribuir a prolongar el capitalismo que nos arrastra a la barbarie.

El PCM también concluyó que “Con su propio programa y candidatura el Partido Comunista deberá presentarse en las elecciones federales del 2024”. Dando seguimiento a estas reflexiones, el 28 de enero en la Ciudad de México, se reunirá la V Conferencia Política Nacional y el pleno del Comité Central, para tomar una determinación al respecto a la participación de los comunistas en el proceso electoral.

No obstante, lo que es indudable es que se necesita presente el programa de los comunistas a la clase obrera, a los sectores populares, a los pueblos indígenas, a la juventud trabajadora, a la mujer trabajadora, a todos los explotados de México, y la efervescencia política del proceso electoral del 2024 es un buen momento para que en la palestra política nacional irrumpa la verdadera alternativa a la política burguesa: el Partido Comunista de México.

La izquierda no es Morena, somos los comunistas, ser de izquierda es propugnar por una alternativa al capitalismo, que no puede ser otra que la construcción del socialismo.

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