No oigo, no oigo, soy de palo…
La vida y seguridad de las comunidades valen tan poco para el Gobierno de la 4T como para los gobiernos anteriores. Las fuerzas militares se han duplicado a lo largo y ancho de las sierras de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, pero no para combatir al narco y paramilitarismo, más bien en una cruzada de hostigamiento contra las comunidades y las policías comunitarias que al final del día refuerza los abusos.