En tiempos de creciente polarización política, el documental On Resistance Street dirigido por Richard David emerge como un testimonio vibrante de cómo la música puede actuar como una herramienta de resistencia. La película se sumerge en el papel de géneros como el punk y el reggae en la lucha contra el racismo y el fascismo, pero es el legado de The Clash y su conexión con grupos antifascistas, como Clash Fans Against the Right (CFATR), lo que se erige como uno de los pilares centrales del documental. Más que un simple recorrido histórico por la música de protesta, esta obra enfatiza cómo The Clash, junto con sus fanáticos, se convirtió en una fuerza movilizadora contra la extrema derecha