El no.6 de El machete ya está en imprenta
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En el contexto internacional el capitalismo está viviendo su agonía y su destrucción es inevitable. Sin embargo la división de los sindicatos a causa de la Internacional Amarilla de Ámsterdam fortalece al capital. Es tiempo de la coalición política y económica de todos los partidos obreros contra el poder burgués y su derrota definitiva. En medio de estos ánimos la IC celebra su IV Congreso en 1922. Durante el cual se resalta la necesidad de la unidad del frente proletario, es decir, la unidad de todos los trabajadores deseosos de combatir el capitalismo, incluyendo anarquistas y sindicalistas. De este modo la IC dará continuidad a la táctica de Frente Único de todos los obreros.
Desde que un hombre es excluido de su Partido por los errores que comete, y no reconoce éstos plenamente tratando inmediatamente de rectificarlos, siguiendo desde fuera del Partido la línea política de éste, tan cerca como le sea posible, tratando de corregir sus desviaciones; entonces se encuentra sobre un plano inclinado sobre el cuál se desliza a velocidad acelerada hasta lo más hondo y profundo de su equivocación política que rápidamente se convierte en una posición abierta que lo sume en la contrarrevolución y, necesariamente, lo hace naufragar por fin en la peor traición.
Yo reconozco haberme deslizado sobre ese plano inclinado cayendo por él hasta el encenegamiento contrarrevolucionario del trotskista.
Desde hace décadas domina en el análisis y en el discurso, e impone su sello en los programas y accionar de los Partidos Comunistas las nociones que de una manera u otra hablan de periferia, colonia, subdesarrollo, dependencia, etc. Así los temas centrales, las preocupaciones y tópicos de los Partidos Comunistas de la región como son los problemas del desarrollo, la integración latinoamericana, o el combate antiimperialista, han contenido una fuerte carga de elementos teóricos desarrollados desde centros del pensamiento socialdemócrata.
Por ejemplo, el imperialismo se suele identificar con los Estados Unidos o con la Unión Europea, pasando por alto que el imperialismo es una fase de desarrollo del capitalismo al mismo tiempo que se deja de lado a otros centros imperialistas como China o Rusia. Esta posición que se ha mantenido dogmáticamente durante décadas se traduce en trazar como objetivo intermedio el “desarrollo por una vía nacional” y de ahí la mecánica alianza con la “burguesía nacional”. De aquí se sigue naturalmente que la cuestión de la integración y la colaboración de los pueblos latinoamericanos se aborde dentro de los contradictorios marcos de la integración de capitales y sus Estados, con los Partidos Comunistas como comparsas de sus burguesías.