La película protagonizada por el actor Gael García Bernal titulada “NO” (2012), aunque está lejos de ser una obra del cine proletario con un contenido revolucionario, es más bien una peculiar pieza de lo que se podría denominar “realismo reformista” que convierte el histórico sufrimiento del Pueblo Chileno ante la Dictadura Pinochetista, en un relato “soft” irónicamente cargado de cierta aura de “blanqueamiento de la verdad histórica” tal y como lo acusa el representante comunista chileno que aparece en la película al retirarse de una reunión donde se plantea la campaña para promover la no continuidad de Pinochet al frente del poder mediante el plebiscito de 1988, desde luego el guion de la película da justo en el blanco al incluir dentro sí misma y por adelantado tan acertada critica de su propuesta.