Desde hace décadas domina en el análisis y en el discurso, e impone su sello en los programas y accionar de los Partidos Comunistas las nociones que de una manera u otra hablan de periferia, colonia, subdesarrollo, dependencia, etc. Así los temas centrales, las preocupaciones y tópicos de los Partidos Comunistas de la región como son los problemas del desarrollo, la integración latinoamericana, o el combate antiimperialista, han contenido una fuerte carga de elementos teóricos desarrollados desde centros del pensamiento socialdemócrata.
Por ejemplo, el imperialismo se suele identificar con los Estados Unidos o con la Unión Europea, pasando por alto que el imperialismo es una fase de desarrollo del capitalismo al mismo tiempo que se deja de lado a otros centros imperialistas como China o Rusia. Esta posición que se ha mantenido dogmáticamente durante décadas se traduce en trazar como objetivo intermedio el “desarrollo por una vía nacional” y de ahí la mecánica alianza con la “burguesía nacional”. De aquí se sigue naturalmente que la cuestión de la integración y la colaboración de los pueblos latinoamericanos se aborde dentro de los contradictorios marcos de la integración de capitales y sus Estados, con los Partidos Comunistas como comparsas de sus burguesías.