Declaración del Partido Comunista de México
El Partido Comunista de México se suma a la indignación y dolor por el asesinato de los integrantes del Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata
El Partido Comunista de México se suma a la indignación y dolor por el asesinato de los integrantes del Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata
La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, desde que fue electa para ocupar ese cargo, ha manifestado una total obediencia política y sumisión mecánica al Presidente de la República y, por lo tanto, renunció en la práctica a ejercer la autonomía que las leyes de la materia le atribuyen.
Hace un mes, en estas mismas páginas, expresábamos una serie de opiniones que advertían sobre el riesgo que implicaba que, de nueva cuenta, como sucedió durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se manipulara políticamente la masacre de los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa. Hoy debemos concluir que, en efecto, las críticas y los ataques enderezados contra el informe final de la comisión investigadora que encabezó Alejandro Encinas han sido muchas y son consistentes, formuladas desde las páginas del THE NEWYORK TIMES hasta las observaciones que realizó el Grupo de Investigadores Independientes. Hoy, como ayer, persiste el mismo propósito: excluir de toda responsabilidad política a los altos mandos del ejército y de nueva cuenta solo perseguir y castigar a algunos funcionarios políticos menores. Así fue en el pasado, así es hoy en el presente.
Han trascurrido ya tres semanas de que la Cámara de Diputados llamara a rendir un informe al Secretario de la Defensa Nacional acerca de la infiltración cibernética que organizara el grupo Guacamayas a los servidores de esa dependencia y esto no ha sido posible, no obstante que existe la obligación jurídica de que ese alto funcionario lo haga. Se efectuó después una reunión de trabajo a la que sí asistió ese mando militar, al igual que el Secretario de Marina, y no se dio ninguna información al respecto.
El año del 98 fue definitorio para la lucha histórica contra el basurero nuclear de Sierra Blanca. El 14 de abril el Senado de la República Mexicana se pronunció en contra del proyecto mediante un punto de acuerdo.