La reforma laboral, iniciada propiamente en el mes de febrero del año 2017, ya está en marcha, aplicada por la Secretaria del Trabajo, en colaboración con el Poder Judicial de la Federación y de otras dependencias del gobierno federal, ya que, se trata de un importante compromiso que se tiene con el gobierno de los Estados Unidos, contenido en forma detallada en el T-MEC, del cual dependen muchos factores para asegurar la recuperación económica, e incluso el futuro inmediato del país. La implementación de los cambios legales, administrativos y políticos está monitoreada estrechamente por distintivos órganos del gobierno de los Estados Unidos de tal manera que cualquier retraso o modificación en que incurra el régimen de Andrés Manuel López Obrador originaría muchas presiones y exigencias por parte de la administración Biden.