Jesús Faría – Mi línea no cambia, es hasta la muerte – CAPÍTULO I MI INFANCIA
Yo nací cuando el cometa, junio de 1910. Sin embargo, las noches blancas del cometa Halley no penetraron las tinieblas que envolvían a quienes nos movíamos donde yo me movía.
Quienes nacían en la Venezuela de 1910 se metían en una peligrosa aventura al “pisar” tierra. De inmediato eran cercados por implacables enemigos: hambre, paludismo, ignorancia…
Estuve a punto de nacer en el monte. Sólo apretando el paso pudo la parturienta llegar hasta la choza, cuando ya el heredero tocaba la puerta. A los recién nacidos le “curaban” el ombligo con sebo de chivo y los fajaban con una tira cualquiera.